LA NOCHE

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-M-mas rápido... Mmmgh- se aferraba a las sabanas como podía mientras recibía las embestidas urgidas de su acompañante.

El sonido de sus jadeos y gemidos llenaban toda la habitación, el colchón bajo ellos rechinaba por sus violentos movimientos y el cabezal de la cama golpeaba bruscamente la pared.

A ninguno le importaba que sus gemidos fueran demasiado altos, sus amigos habían salido por un tiempo a comprar lo necesario para pasar con vida la noche.

-Joder... Oh- soltó jadeante por la estrechez del cuerpo bajo suyo.

-Más... más rápido, más fuerte...- suplicaba perdido en su placer. No recibió respuesta verbal simplemente recibió con más ímpetu las estocadas de la manera que él quería que fueran. El cosquilleo de la parte baja de su vientre le hizo cerrar los ojos y soltar palabras incomprensibles al aire por su respiración irregular.

Sus cuerpos estaban sudorosos, las mejillas de ambos chicos rojo por el placer y los movimientos ahora erráticos por la llegada del clímax.

-Me vengo...¡Me vengo!- dio un par de estocadas en él y se corrió dentro suyo. Cerró sus ojos ante la sensación tan exquisita del orgasmo.

El chico debajo suyo todavía no se había venido por lo que salió de su interior con lentitud y se posiciono en frente de su entrepierna para hacerle una felación. Solo fueron un par de minutos en lo que tardo en correrse en su boca y gimotear por el placer de sentir venirse en esa boca tan caliente.

Se mantuvieron callados por breves minutos para recuperar el aliento que les faltaba.

Estuvieron toda la tarde haciéndolo sin pausa, aprovecharon ese tiempo sin que sus amigos pudieran interrumpirles, la habitación era un desorden pero eso no importaba.

-Jimin... eres genial. Deberías metérmela más a menudo.- puntualizo su novio. Ellos nunca fueron de roles específicos ya que les gustaba disfrutar dándose mutuamente.

Jimin se carcajeo por la ocurrencia del menor, era verdad que últimamente el menor no para de ser quien le diera en cada ocasión que tenían. Entendía esa actitud, entendía la ansia de su novio por el ya que el día de la Purificación era hoy y quiso aprovechar esos días por si la posibilidad de que algo les ocurriese nunca olvidar ese recuerdo. Era triste pero era la realidad.

-Lo sé, pero alguien se encargo de metérmela cada dos por tres.- solo recibió como respuesta un encogimiento de hombros y carcajadas de Jungkook.

Ambos con pesar se fueron a duchar para después dejar la habitación medianamente decente a sus ojos. No querían escuchar la reprimenda de su hyung Jin, el mayor de sus amigos.

Su grupo de amigos se componían de 7 miembros en los cuales estaban ellos dos. Cada uno con una personalidad diferente se complementaban bien entre ellos.

Aunque seguían diciendo que eran 7 sabían de sobras que eran 6. Mantenían su recuerdo vivo a pesar de haber pasado dos años desde esa Purificación.

Mientras recogían como podían el desastre que hicieron Jimin se encontró tirado por el suelo las notas que ocultaba con esmero de sus amigos. No espero para recogerlos y esconderlos dentro del bolsillo de su pantalón con rapidez.

Jungkook miro como ocultaba el más bajo unos papeles en su bolsillo. De veras sentía que algo extraño estaba ocurriendo con él, desde hacia un par de meses sentía el raro comportamiento de su novio, siempre diciéndole que estaba bien cuando podía ver su pálido rostro cuando volvía de buscar el correo o cuando él era quien se apresuraba a ir a abrir la puerta de la casa cuando picaban y volvía hecho un manojo de nervios y con temblores.

Noche de Purificación [BTS] [HISTORIA CORTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora