Awakening

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Me sentía acorralada, corría y corría pero no encontraba una salida, una salida de este lugar al que llamo 'conscientia'. Era horrible la manera en la que mi mente me encerraba en si misma, me sentía sofocada, ya no sabía no sabía cuánto tiempo llevaba intentando escapar de este oscuro abismo, como una rata intentando encontrar la salida de un laberinto con la diferencia de que no hay salida. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal logrando que mi respiración se hiciera más pesada y una gota de sudor se deslizara por mi cien, rodear mi mejilla y finalmente caer desde mi mandíbula hacia el irreconocible suelo que parecía un pozo sin fondo y la única forma de que lo podía diferenciar era porque me podía mantener de pie en el. Pude jurar que el sonido de la gota al chocar retumbó por todo el lugar haciéndome temblar en temor de no saber si estaba completamente sola y si hubiera algo ahí, estar buscando la causa que lo alertó de mi presciencia, con eso en mente comencé a dar pequeños pasos para cada vez acelerar más hasta encontrarme corriendo otra vez con vista nublada mientras silenciosas lágrimas se deslizaban por mis mejillas,aún sintiendo el ardor de mis pulmones y los calambres de mis piernas me negaba a detenerme hasta doblar una esquina.

Al frente de mi se encontraba una figura femenina enseñándome su espalda usando un vestido descubierto en los hombros de color rojo, este caía en cascadas que parecía iluminar como una llama a su alrededor, su cabello era color castaño y caía grácilmente a la altura de la espalda baja con leves ondulaciones en las puntas. Mi respiración se entrecortó, no sabía si era por la carrera que había tenido o por la sensación que esta persona me provocaba, una sensación de familiaridad, hostilidad y peligro al mismo tiempo, mis labios se movieron por si mismos advirtiendo a esa persona de mi presencia.

—¿Quien eres?-formule apenas en un susurro, esa persona lentamente se dio vuelta con una sonrisa ladeada, sentí como el aire dejaba mis pulmones y dejaba de pensar con claridad, está era una mala broma que mi mente me estaba haciendo intentaba recordarme. Sus ojos eran los que más me alertaban, esos ojos rojos me escudriñaban con una pizca de maldad y burla hacia mi persona. Lo único que pasaba por mi mente en estos momentos era 'esto no podía estar pasando'.

Lo único que salió de sus labios fue —¿Yo? Yo soy tu.

Lo único que sabía era que mis demonios me estaban atormentando y no tenía ni idea de quién estaba ganando. ¿Ellos o yo?

Pero vaya a donde vaya... ellos siempre estarán ahí.

Y con una gran bocanada de aire...

Desperté.

FIEND >The Marauders<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora