Save me.

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—¡Vamos Jane! ¡Una más! —la multitud de chicos al rededor de mí gritando por un shot más, sabía que podía hacerlo. Diez shots habían sido mi mayor récord y estaba por lograr uno más. —¡Eso! — todos aplauden cuando yo he pasado el líquido incoloro por mi garganta.

Reí mientras comenzaba a bailar encima de la mesa, los chicos se unieron en ese instante y formamos un círculo al rededor de mi, era el centro de atención como es normal. Y me gusta.

—¿Quieres un poco? —el chico detrás de mí se acercó y jugueteo con mi oreja, sacóuna bolsa con un polvo blanco dentro de ella y me la mostró, sabia de que se trata. Me emocioné, ya había probado esa mierda y realmente había sido grandioso, era grandioso. Asentí sonriendo emocionada. — Ven aquí nena.

Puso una línea sobre su pecho, lamí primero y después aspire como si mi vida dependiera de ella. El polvo blanco entro por la fosas nasales y sentí una enorme satisfacción. Está mierda sabía realmente bien, te hacía sentir realmente bien.

—Vamos a un lugar más privado. —susurró mientras sus manos vagaban y jugueteaban con mis sostén debajo de mi blusa. —Vamos a divertirnos nena. —sus manos seguían vagando sobre mis pechos.

—¿Me darás un poco más de eso? —pregunté coqueteando. Mi mano fue a su pelvis y comencé a hacerme un recorrido hacia su polla.

Mmh, ni muy grande ni muy pequeña, había probado algunas mejores antes.

Tomó mi mano y me hizo seguirlo hacia alguna parte del bar de mala muerte en donde nos encontrábamos. Entramos a un espacio con alguna gente dentro, todos follaban o se drogaban de diferentes maneras.

Quite el pequeño sobre de sus manos, saqué la llave de la casa que compartía con mi mejor amiga, era pequeña y perfecta para este tipo de cosas, nos a que no lo hubiese hecho antes. Coloqué un poco del polvo y aspiré, puse otro poco más y le pasé al chico frente a mi, aspiró subió su vista mirando hacia el techo y sonrío enloquecido.

Bajó su vista hacia mi y me miró con esa mirada que todos los hombres tienen cuando están a punto de recibir una grata recompensa por haberse portado bien.

Me coloqué de rodillas y comencé a desabrochar sus vaqueros. Enseguida saqué su polla de su bóxer y comencé con mi trabajo. Subía mi vista de vez en cuando, su cara era deliciosa, completamente de satisfacción.

—Más nena. —susurró mientras sus manos me sujetaban con más fuerza de la boca y me obligaba a seguir chupando. —Eres una zorrita muy buena. — sabía que estaba por venirse y no quería sus maldito semen en mi boca. Sabía lo que eran las enfermedades a causa de transmisión sexual y no estaba dispuesta a enfrentarme a esa mierda.

Unos minutos más y se estaba corriendo frente a mis pechos por encima de mi blusa.

Sonrío y besó mis labios antes de que me alejara de el nuevamente.
Llevaba el sobrecito conmigo había conseguido un poco más para esta noche.

Salí con prisa de la habitación y volví a unirme con un grupo de amigos en la pista de baile.

Esto se repetía cada fin de semana, bueno cada quien se mata a su manera.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2017 ⏰

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