La noche en la que comenzó todo era tan oscura y tan hermosa.
Mis 13 años de vida los pasé en el campo, en la cabaña de mi abuela llamada Anna.
Me gustaba salir cuando oscurecía, sentir el suave viento de la noche y ver a la luna. El olor a césped mojado era uno de mis favoritos.
A mi abuela le encantaba cuidar plantas, por lo que yo siempre la ayudaba a la hora de regarlas y fertilizarlas. Era una señora de pelo hasta los hombros, color entre rubio y castaño, ojos marrones y de estatura baja, pero no tanto. Yo la quería mucho, pues era la única familia que tenía. Nunca conocí a mi padre y a mi madre, no sé ni si tengo tíos o más abuelos.Me encontraba en mi habitación, todavía era de día pero ya iba a oscurecer.
Mi habitación tenía paredes de madera, una cama apoyada contra la pared izquierda, un escritorio contra la pared derecha, y un armario junto a la puerta, la pared en frente a la puerta tenía una ventana cerrada por unas cortinas color violeta.
Junto al escritorio había un espejo, y luego de cambiarme siempre me veía en él. Mi pelo era castaño y largo hasta la cintura mas o menos, con unas pequeñitas ondas en la parte de abajo. Mis ojos eran marrones y mi estatura era de 1.63 .
Esta vez por el viento que hacía a fuera me puse una camisa negra y una pollera larga de color violeta oscuro. No me puedo olvidar de ponerme mi collar, según mi abuela, es un regalo de mi madre.
El collar poseía una luna con un corazón iluminado de color violeta, aun que había veces que cambiaba de color. Hoy por ejemplo se encuentra de color azul.Después de cenar agarre mi manto con capucha de color negro y salí a ver la luna.
Pero... no estaba...
Me paré y busqué por todo el cielo nocturno pero la luna no aparecía.
Me siento sobre una roca... estaba un poco alejada de la cabaña, pero no importa.Me quedé mirando unas estrellas, preguntandome dónde estaba la Luna.
Dejé largar un suspiro y cierro los ojos para sentir las energias que irradiaba la naturaleza, las energias nocturnas. Podía saber que sentía cada cosa. Mi abuela dijo que era un don, pero sinceramente no sé.Al abrir los ojos sentí que alguien me observaba...
Así que comienzo a mirar por todos lados pero, no había nadie. Seguro son ideas mías.
Miro a la cabaña, todavía tenía unas luces encendidas, mi abuela debe estar mirando su novela por televisión.Respiro el aire puro que ofrecen los árboles. Pero siento, de nuevo, que alguien me observa. Ahora sé que hay una presencia.Y siento una respiración en el cuello.
Me pongo de pie y me doy vuelta lentamente...
"Acércate a los arbustos niña".
Dice una voz ronca y de una señora grande. Estoy segura que es una voz femenina.
- Disculpe? -digo- la conozco?
"Acércate"
Me siento loca o estúpida, una de dos.
Asi que decido correr riesgos y acercarme a la aventura.
Doy unos pasos hasta los arbustos, hasta que queda una pequeña distancia entre ellos y yo.
ESTÁS LEYENDO
SEMIDIOSES: "La Hija De La Magia"
FantasyEn el Campamento Mestizo (mundo creado por el autor Rick Riordan) se va a encontrar una semidiosa llamada Camila, ella deberá averiguar cual es su parte divina y deberá sobrevivir en todos los modos posibles. ¿Quieren acompañarla en esta historia? L...