¿Tae Hyung es mujer?

[04]

BTS tendría comeback, así que era de esperarse que cambiaran de estilo; y, para prevenir una posible desgracia, Jin llegó a mi habitación muy temprano por la mañana con unas tijeras en la mano.

—¿Sabías que soy muy bueno cortando el cabello? —fue lo primero que dijo al verme.

Juro que si no fuera porque me estaba ayudando le hubiera tirado la puerta en la cara.

—Hye, sabes que debo cortarlo, sino se darán cuenta de que no eres Tae Hyung —agradecía la paciencia que tenía Seok Jin conmigo, pues después de media hora de absolutamente nada, él aún me hablaba con cariño.

—No quiero —lloriquee.

—Bueno, empecemos.

Jin alzó un mechón de mi cabello y puso la tijera en este, cerré los ojos y solo escuché el sonido del corte. Después de varios minutos mi cabello ya tenía la misma forma que el del chico a mi lado, solo que en versión castaño oscuro.

—Eh, Hye, ¿estás bien?

Parecerá muy dramático y todo pero verme así, con el cabello realmente corto, me chocó bastante. Después de dejarlo sin cortar por bastante tiempo y que todo se vaya en un abrir y cerrar de ojos era algo que nunca imaginé que pasaría.

—S-sí, estoy bien.

—Míralo por el lado bueno, al menos podrás donar todo este cabello a una buena causa —dijo alzando mis mechones, provocando que esta vez sí rompiera en llanto.

—Seok Jin-ah.

*~*

—No soy el mejor para bailar, pero ya aprenderemos juntos.

Ya más calmada por mi reciente cambio de look, Jin se ofreció a enseñarme a bailar. Los demás chicos estaban componiendo música o simplemente descansando así que tendríamos todo el primer piso para nosotros solos, aunque solo usaríamos la sala de ensayos.

—Y uno, dos, tres, cuatro; uno, dos... —Jin fue enseñándome pasos básicos y la mejor forma de aprendérmelos, realmente me ayudó mucho.

—Estoy cansada —me eché en el suelo, él me siguió.

—Lo estás haciendo bien, Hye. Una gran alumna —alzó su pulgar.

—Eres un exagerado. —dije.

La habitación se quedó en silencio, yo estaba recobrando el aliento.

—Hay que seguir ensayando, la práctica hace al maestro dicen. —dije levantándome.

—Estoy muerto.

Le extendí la mano a Jin para que este se levantara, él la tomó, pero aun así no se levantaba. Puse toda mi fuerza en intentar hacer que se parara, pero nada; en cambio, terminé cayendo encima suyo.

—Lo siento —dije alzando la vista hacia su rostro.

—¿Estás bien? Fue un golpe duro —Jin tomó mi rostro entre sus manos.

—No fue nada, tu cuerpo minimizó el dolor —sonreí restándole importancia.

—¡Hyungs! —el grito de Jung Kook nos devolvió a la realidad, donde yo aún seguía encima de Jin.

Rápidamente me levanté e hice una reverencia, Seok Jin en cambio actuó muy normal.

—No es lo que piensas, Jung Kook-ah. —dije.

—Tae, para la próxima no estés de molestoso, me hiciste doler la espalda —Jin se sobó la parte baja de esta.

—¿Eh? Ah, si hyung. —le seguí la corriente.

—Pobre Tae, le dio un gay panic. —se burló el recién llegado.

—Pero bueno, ¿venías a algo? —Seok Jin cambió de tema.

—Oh cierto, casi lo olvidaba. PD-nim le dijo a Nam Joon que mañana vendrían por nosotros, así que debemos estar listos temprano.

—Está bien, gracias Kookie —sin más, se fue cerrando la puerta.

Cuando ya no habían maknaes a la vista me tomé el pecho mientras suspiraba de alivio, pues Jung Kook me había dado un buen susto.

—Casi me da un paro. —dije.

—Tranquila. Ahora vamos, es hora de ducharse. —asentí y ambos nos fuimos a nuestras habitaciones.

*~*

—Rubio, ¿eh? Te queda bien.

—Lo mismo digo, nunca te hubiera pensado usando gris —Ji Min se pasó la mano por el cabello intentando lucir sensual.

Nuestros cabellos habían sido cambiados, cada uno con un color diferente, aunque todos nos veíamos "guapos".

—Aun falta mucho para la grabación del álbum así que no te preocupes, pero tendrás que ver como harás para cuando el momento llegue —dijo Seok Jin mientras salíamos de Big Hit.

—Supongo que tendré que pedirle ayuda a Tae Hyung —me alcé de hombros.

—Sería lo mejor.

El saber que no grabaríamos de inmediato me relajaba un poco, pues no podía llegar a las notas de Tae Hyung ni volviendo a nacer, su voz era única. Jin me dejó cuando llegamos a casa porque, según él, tenía cosas que hacer, pero me aseguró que nos veríamos después.

Me pasé los tres días siguientes pensando en cómo haría con el problema de la grabación y llegué a una única respuesta: El verdadero Tae Hyung debía volver. Pero claro, la cosa era cómo.

—Escápate unos días, no te tomará mucho.

—Bah, como si ir de USA a Corea fuera un viaje de tres horas. —este niño me estaba colmando.

—Yo no sé cantar, lo sabes.

—Hyung, finge una tos. —suplicó.

—Sí, una tos que dure tres meses. —dije sarcástica.

—Bueno, tienes razón, pero no puedo esta semana.

—Intentaré aplazar estos días, pero te quiero aquí el lunes a más tardar. —ordené.

—Pero...

—Adiós. —le corté la llamada. Pero solo para asegurarme le mandé un mensaje.

Hobae-nim:

Si no vienes, se acaba todo hermanito. Besos.

Sí, un lindo mensaje.