Hacía la topografía de un universo paralelo.
¿Cómo entraste allí?, me pregunta la gente. Pero lo que en realidad desean saber es si ellos podrían terminar allí también. No puedo responder a la pregunta en sí. Fue sencillo, es todo lo que puedo decirles.
Y en realidad, es sencillo deslizarse dentro de un universo paralelo. Hay muchos de ellos: mundos dementes, criminales, lisiados, agonizantes, y quizás también de muerte. Aquellos mundos existen junto a este, y se le parecen, pero no están dentro de él.Mi compañera de cuarto Georgina llegó rápidamente y por completo allí durante su ultimo año en Vassar. Estaba en el cinema viendo una película cuando una mareada de negrura se abrió paso por su cabeza. Por unos pocos minutos el mundo entero se esfumó. Ella supo que había enloquecido. Miró al rededor de la sala de cine para saber si lo mismo le había sucedido a los demás, pero todos estaban absortos en la película. Salió corriendo, por que la oscuridad en el cinema combinada con la de su cabeza era demasiada.
-¿Y después de eso? -le preguntaba.-Un montón de oscuridad-, decía.La mayoría de las personas lo superan de a poco, creando una serie de perforaciones en la membrana entre el aquí y el allí, hasta tener una existencia abierta. ¿Y quiénes pueden resistir tal existencia abierta?Las leyes de la física están suspendidas en aquel universo paralelo. Todo lo que sube no baja necesariamente, un cuerpo en descanso no tiende a mantenerse en descanso y no toda acción provoca una reacción, igual u opuesta. El tiempo, igualmente, es diferente. A lo mejor se mueve en círculos, retrocede, se extingue de ahora a luego. La estructura de las moléculas es fluida: las mesas pueden convertirse en relojes, rostros, flores.Sin embargo, hay hechos de los que se enterarán luego.Otra extraña característica de ese universo paralelo es que, aunque es invisible desde este lado, una vez que estás dentro de él, fácilmente puedes observar el mundo del que vienes. En ocasiones el mundo del que vienes parece enorme y amenazador, agitándose como una enorme pila de gelatina, en otras ocasiones luce miniatura y atractivo, girando y brillando en su orbita. De cualquier forma, no lo puedes ignorar.Cada ventana de Alcatraz tiene una vista a San Francisco.
El Taxi
-Tiene usted un grano-, dijo el doctor.Esperaba que nadie lo notara.-Has estado apretándolo-, continuó diciendo.
Cuándo había despertado aquella mañana—temprano, para llegar a tiempo a esta cita—el grano ya había alcanzado el estado de vida media en el cuál ruega por ser apretado. Gritaba que lo hiciera. Liberándolo de su pequeña cúpula blanca, presionando hasta que la sangre corrió, me había sentido algo acomplejada: he hecho todo lo que he podido por este grano. -Has estado apretándolo tú misma-, dijo el doctor.Asentí. No iba a parar hasta que le diera la razón, así que asentí.-¿Tiene usted un novio? -preguntó.Asentí otra vez.-¿Problemas con el novio? -Aquello no era una pregunta, en realidad, ya estaba asintiendo por mí-. Apretándote, -repitió. Salió detrás de su escritorio y se inclinó sobre mí. Era un hombre gordo y tirante, con una barriga forrada y oscura.-Necesitas reposo-, anunció.
Sí, necesitaba reposo, particularmente desde que me había despertado tan temprano aquella mañana para ver al doctor, quién vivía fuera de los suburbios. Había cambiado de tren dos veces. Y tendría que volver sobre mis pasos para llegar a mi trabajo. El sólo pensarlo me hizo sentir agotada.-¿No lo cree?- Aun estaba parado frente a mí-. ¿No cree que necesite reposo?-Sí-, dije.Se dio vuelta a la habitación, ocupado, complacido con sigo mismo.-Tengo una cama para usted-, dijo-. Será un descanso. Sólo por un par de semanas, ¿está bien?Sonaba conciliador, o suplicante, y yo estaba asustada.-Iré el Viernes-, dije.Era Martes,—quizás para el Viernes ya no quisiera ir. Él se abalanzó hacia mí con su barriga.-No. Debe ir ahora-. Pensé que aquello resultaba irrazonable.
-Tengo una cita-, dije.-Olvide eso-, dijo-. No irá a comer. Irá al hospital-. Parecía triunfante. Estaba muy silencioso afuera, en los suburbios eran las ocho de la mañana. Y ninguno de los dos tenía ya nada más que decir. Escuché a el taxi detenerse en la acera del doctor.Me agarró por el codo—pellizcándome con sus largos y regordetes dedos—y me condujo afuera. Aun sosteniéndome el brazo, abrió la puerta trasera del taxi y me empujó adentro. Su gran cabeza aun estaba en el asiento trasero conmigo por un momento. Entonces tiró de la puerta.El conductor bajó su ventana hasta la mitad.-¿A dónde?Desabrigado en la fría mañana, parado sobre sus fuertes piernas en su acera, el doctor alzó un brazo y me señaló.-Llevela a McLean-, dijo -, y no la deje salir hasta que no lleguen.Dejé que mi cabeza descansara contra el asiento y cerré los ojos. Estaba contenta de estar andado en un taxi en lugar de tener que esperar por el tren.Hospital McLean Oficina Interna Memorando a
Fecha: Enero 8. 1967Del Dr.Sujeto: Susanna JaysenSusanna Kaysen fue enviada por mí en ABRIL 27, 1967; siguiendo mi evaluación la cual se extendió sobre tres horas, la remito al Hospital McLean para una admisión.Mi decisión fue basada en:1- La caótica vida sin planificar de la paciente, con descompensación y reversión en el ciclo del sueño.2- Depresión severa y desesperanza y pensamientos suicidas.3- Historial de intentos suicidas.4- Sin terapia ni planes al momento, inmersión en la fantasía, retracción progresiva y aislamiento. La paciente ha estado en psicoterapia con el Dr. (censurado). Sin tiempo la mantuve en terapia, y la paciente conocía que no era un terapista potencial.
Etiología:Esta persona es (escoja una):1- En un peligroso viaje desde el cual podemos aprender mucho cuando él o ella regrese,
2. poseído por (escoja uno);
a) Los dioses
b) Dios (es decir, un profeta)
C) algunos malos espíritus, demonios o demonios,
D) el Diablo,
3. una bruja, -
4. hechizado (variante de 2);
5. malo, y debe ser aislado y castigado,
6. enfermo, y debe ser aislado y tratado por (escoger uno):
A) purga y sanguijuelas,
B) retirar el útero si la persona tiene uno,
C) choque eléctrico al cerebro,
D) hojas frías envueltas apretadas alrededor del cuerpo,
E) Torazina o Stelazina,
7. enfermo, y debe pasar los próximos siete años hablando de ello,
8. víctima de la baja tolerancia de la sociedad por comportamientos desviados,
9. sano en un mundo insano,
10. en un viaje peligroso del cual él o ella puede nunca volver.
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Girl, Interrupted - Susanna Kaysen
Teen FictionA finales de los años 60, Susanna Kaysen, de 17 años, intentó suicidarse con una sobredosis de aspirinas; la joven se encontraba insegura de sí misma y de un mundo que parecía girar cada vez más deprisa. Un amigo de la familia la convenció para que...