Capitulo II Ocho años después: La Fuga

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Hola de nuevo mis queridos lectores ya estoy de vuelta con el segundo capítulo de mi historia el Dios del rayo de Iwa y ahora sin más que decir os dejo con el capítulo espero que os guste.

!Y acción!

NOTA:NARUTO NO ME PERTENECE.

-mmmmm-hablando

-(mmmmm)-pensando

-mmmmm-bijuu hablando

-(mmmmm)-bijuu pensando

-Rasengan-lanzando Jutsu

Han pasado ocho años desde el ataque del Kyubi a Konoha, todo el mundo o mejor dicho casi todo el mundo en Konoha reconstruyeron sus vidas todo era felicidad para casi todo el pueblo, excepto para un humilde muchacho de pelo rubio y ojos azules como un cielo despejado, cada día que pasaba era una tortura para el pequeño, nadie lo veía como una persona, en el mejor de los casos era visto como un estorbo, por casi todo su pueblo, todas las semanas desde que cumplió cuatro años y fue echado de su casa por sus propios padres, no es que el pobre chico hubiera hecho algo malo como para que lo echaran, al contrario el chico era amable y muy comedido, simplemente sus padres no toleraron más, como ellos le decía al demonio, viviendo bajo su mismo techo, y simplemente lo echaron de la casa, con lo puro puesto, cada semana los habitantes del pueblo lo perseguían con las ansias de asesinarlo, lo más horrible de todo era que su propio padre el Yondaime Hokage, no hacía nada para protegerlo, es más cuando llegaban las denuncias de los maltratos al pequeño el simplemente contestaba que pena que no murió.

Konoha odiaba al pequeño de nombre Naruto, pero el chico aun no alcanzaba a odiar a Konoha, a su corta edad no tenía amigos, los únicos que hablaban con él era Jiraiya cuando aparecía por la aldea, lo que no era muy frecuente, además para el pobre chico el Sannin era lo más parecido a un padre, también hablaba con Anko una Kunoichi que también era una paria dentro de la aldea por haber sido alumna de Orochimaru y todo el mundo la culpaba por las cosas que había hecho el Sannin, y su tercer vinculo y a la vez el más fuerte era el que tenia con Kurama, o más conocido como Kyubi, la primera vez que vio al enorme zorro fue cuando cumplió cinco años y estuvo en las puertas de la muerte si no hubiera sido por el Biju que lo salvo.

Desde entonces la relación Jinchuriki-Bijuu fue creciendo, aun cuando Naruto tenía ocho años su relación con Kurama era muy buena, el zorro no era tan malo como lo pintaban todos en Konoha, también el chico debido a los constantes intentos de asesinato tuvo que madurar aceleradamente, mientras que los chicos de su edad deseaban ser poderosos ninjas, ser Hokage, líderes de clanes, Naruto solo deseaba una vida tranquila donde pudiera ser feliz, que la gente de Konoha, no lo quisiera pero que si lo dejaran vivir en paz, el chico tenia sueños modestos, no deseaba poder ni reconocimiento, deseaba que lo dejaran tranquilo, las conversaciones que tenía el chico con Kurama eran largas y profundas, analizaban cosas que la mayoría de los chicos no pensarían sino en el mejor de los casos cuando fueran mayores. Esa madurez obtenida a la fuerza le dio al chico una mirada seria, lo que provocaba mayor recelo en los adultos, también para su propio bien era demasiado inteligente, a Naruto le bastaba mirar a una persona para darse cuenta de sus intenciones, incluso algunos llegaron a decir que el chico podía leer la mente, incluso los fríos Hyuga y los soberbios Uchiha retrocedían cuando el chico se les quedaba viendo fijo con su mirada ya carente de inocencia, pero no por eso maligna, simplemente era una mirada franca que no tenia ningún problema en descubrir los más oscuros propósitos con una sola mirada.

Sin embargo bajo esa mirada seria, ese rostro sin emociones, se escondía un chico amable y sensible que solo conocían Anko y Jiraiya, además de Kurama obviamente.

Habían pasado unos días desde que Naruto había cumplido ocho años, ese año había sido especial dado que por casualidades del destino Jiraiya había estado ese día en Konoha y eso lo había protegido de ser el blanco de todos los ninjas y civiles de Konoha, Minato en tanto cada vez más le molestaba la presencia del chico. Una vez más Jiraiya se oponía a la expulsión del chico de Konoha.

El Dios del Rayo de IwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora