Track 14.

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–Track 14–

What I've done – Linkin Park

So let mercy come and wash away, what I've done.
I'll face myself

To cross out what I've become
Erase myself, and let go of what I've done.

~*~*~*~

*Marcus*

Después de que me separé de mi hermano caminé entre la gente, el olor a alcohol se hacía más intenso, tanto que tuve que contener la respiración por algunos lapsos.

Las luces parpadeantes me hacían casi imposible notar los rostros, sin embargo pude distinguir "al blanco", me acerqué y noté que bailaba con varias mujeres y sujetos vestidos de mujer, tal vez unas cuatro o cinco personas, era tanta la multitud que era difícil identificar quien estaba con quien, a simple vista parecía que todos bailaban con todos.

Una de las mujeres se acercó al sujeto y restregó su cuerpo en él al ritmo de la música, "esto debe ser una maldita broma", pensé para mí mismo, ya que tendría que hacer algo similar para poder verlo de cerca.

Exhalé lentamente para darme valor, me aproximé y me coloqué enfrente de él; comencé a contonearme como todos los demás buscando siempre su mirada, hasta que la obtuve.

Y sí, confirmé que era él: el sujeto llamado Axxel. Sentí sus manos en mis caderas y su cuerpo pegarse al mío, me contuve lo más posible para no golpearlo pero justo cuando puso sus manos en mi trasero, cerré mi puño; si no fuera por la mujer que se interpuso entre nosotros para besarlo y empujarme lo hubiera dejado inconsciente.

El ritmo de la música cambió, entonces tres chicas se acercaron y él extendió sus brazos con la intención de abrazarlas a todas, me miró y guiñó el ojo, —Wanna join us?—, sonreí lo más natural posible y asentí. Acabar con él en un lugar público no era buena idea, así que lo seguiría hasta donde hubiera menos testigos.

Me coloqué junto a una de ellas para dirigirnos lejos de la pista, justo donde me había separado de Rex, atravesamos las cortinas y caminamos por un largo pasillo en penumbras, sólo se escuchaba el ruido de las zapatillas contra el suelo de madera y las risas cómplices de las mujeres y hombres.

Unos metros más adelante Axxel indicó que abriera una puerta y así lo hice, entramos y luego él cerró en seguida.

Traté de agudizar mi vista, había una enorme cama con un pilar en cada esquina; tomó a una de las mujeres, le vendó los ojos, la ató a uno de ellos y la amordazó; el tipo en realidad era un sucio, ya lo tenía todo preparado, eso no me debió sorprender ya que el lugar justamente para eso era; continuó haciendo lo mismo con las otras personas, me enfermaba que lo único que hicieran fuera mostrarse impacientes.

Cuando solamente quedaba yo se acercó a mi; para entonces mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad, al tenerlo a tan corta distancia no hubo duda, era él.

De un golpe en el rostro lo estrellé contra la pared, aproveché para sacar el arma y apuntarle; segundos después, sacudió su cabeza y se incorporó, me miró de arriba abajo, luego sonrió de lado mientras pasaba su lengua limpiando los rastros de sangre de su labio.

Levantó los brazos hasta dejar las palmas de sus manos extendidas a la altura de su rostro; —Es muy tarde, el cargamento ya salió—, dijo burlonamente; era obvio, sabía que era buscado, sin embargo yo no tenía conocimiento de lo que hablaba, sólo debía cumplir con mi misión.

Mantuvimos nuestras miradas unos segundos más, luego en un rápido movimiento sacó un arma del interior de su saco e intentó dispararme, pero fui más rápido y le di en el pecho.

Misión. (Espionaje, 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora