Scorpius
Observó a Albus y no pudo evitar pensar en lo sucedido anoche.
Scorpius había creído que ese beso le aclararía las cosas, a pesar de que le dijo a su amigo una tonta excusa, pero lo único que éste había hecho fue dejarla más confundida que antes; él estaba casi seguro de que le gustaba Rose, tanto su personalidad como su precioso cabello rojizo, lo inteligente que era, aunque también sabia que, cuando se encontraba con su mejor amigo, había algo en su corazón que no aparecía al lado de nadie más, algo que le hacia preferir, siempre, estar junto a él.
Esa mañana hubo mucho revuelo, ya que todos se estaban preparando para volver a Hogwarts otro año. Scorpius, quien se había quedado a pasar con los Potter la ultima semana de vacaciones, se encontraba en la habitación de Albus, en la cual se instaló desde temprano un silencio mortal, preparando su baúl.
Todos fueron hasta King Cross en el auto de Harry y el de Ron, ya que no podían caber en uno, y, debido al trafico, llegaron a la estación unos minutos antes de que la hora se cumpliese; Scorpius empujó su carrito junto al de Albus, quien fue el primero en atravesar la barrera, seguido de Rose y, por último, él, dejando a resto de los Potter atrás, mientras los saludaba con la mano, ya que probablemente subirían apurados y no podrían despedirse.
El humo de la locomotora se elevaba sobre las cabezas de la multitud, mientras que gatos de todos los colores iban y venían entre las piernas de la gente, las lechuzas se llamaban unas a otras por encima del ruido de las charlas y los pesados baúles. Adelantándose un poco, pudo ver la hermosa locomotora a la perfección, las cual los llevaría a la escuela, con un dorado cartel en el frente que exhibía las letras "Expreso a Hogwarts".
Los primeros vagones ya estaban repletos de estudiantes, por lo que tuvieron que continuar el camino un poco más, hasta que Rose se detuvo en uno de los últimos vagones.
--Albus--ésta dijo. Scorpius la miró con confusión--, ¿Nos dejarías solos?
Albus miró a Scorpius: ellos nunca, jamás, desde el momento en que se conocieron, habían viajado separados. Seria extraño, pensó Scorpius, y se encontraba a punto de decirle al chico que podía quedarse, cuando Rose se volteó a verlo con el ceño fruncido. Había algo en sus ojos que no le gustaba.
Albus abandonó el sitio de malhumor.
--Eso fue muy grosero--Scorpius murmuró, sentándose con algo de pesar.
--Es que siempre está con nosotros--Rose se sentó junto a él y lo tomó del brazo, siento tan pegajosa que a Scorpius le hubiera gustado sacudírsele--, solo quería un tiempo a solas contigo
--Es mi mejor amigo--dijo--, y tu primo. No es una molestia.
--Pero yo soy tu novia, hay temas que no podemos hablar frente a él.
¿Cómo qué? A Scorpius le hubiera gustado preguntar, ya que siempre se besaban, sin siquiera sacar a colación temas importantes, pero se calló y fingió que todo se encontraba totalmente bien cuando los labios de su novia se posaron sobre los suyos.
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El amor que llevo dentro (Scorbus)
Hayran KurguAlbus está enamorado de Scorpius desde todo aquel caos que sacudió al mundo mágico en el Legado Maldito. Y, ahora, ambos cursando su último año, cuando su mejor amigo comienza a salir con su prima, se le es imposible ocultar lo que realmente siente...