La voz silenciosa

Un recuerdo lejano, una voz distante ,un  suspiro en el viento y miles de sentimientos flotando en el aire. Debería haber una razón? y si es que la hay ¿que nos hace pensar que es la correcta? Debería haberle dicho en ese momento, si, debería haberle agradecido aún sin saber lo que sucedía, debería haberle agradecido porque sé que ya no podré, y me lamentaré  por mucho años, si por alguna razón estas palabras llegan flotando hacia ti, quiero que sapas que te agradezco el enorme sacrificio que hiciste por mi. Mi gran aliado, mi único amigo. Cuantos años han pasado desde tu partida, cuantos años sin ver tu rostro, cuantos de un vacío inagotable.

Podría jurar que a un día de mi decimoséptimo cumpleaños te vi. Me estabas sonriendo, como solías hacerlo , tus ojos se clavaron en mi, pero no me dijiste nada, ni una sola palabra , solo te quedaste parado frente a la ventana sonriendo. No me atreví a acercarme pues temía que cuando lo hiciese tu figura desaparecería en el aire, como un sueño anhelado, como una caricia distante, así que solo te observé por unos minutos y te sonreí, con la sonrisa mas autentica que jamás creí hacer. Luego de eso te fuiste , viendo mis lágrimas caer, parecías feliz o eso al menos quise creer. y entonces sonreí por que mis lágrimas no eran solo de tristeza por tu partida si no también de felicidad,  no quería parar de llorar pero tampoco de sonreír, sabía que anhelaba tu regreso pero sería egoísta si no me conformaba con tu felicidad así que me obligué a ser feliz para que tu puedas estar feliz, para que nuestras familias sean felices...

Tiempo después de tu entierro Miranda vino a visitarme, creo que no pudo ni acercarse a la puerta principal sin salir corriendo con lágrimas en los ojos , por lo tanto no puede preguntarle el por qué de su visita y ella seguramente no pudo decirnos por que estaba tan alterada. Lo supuse después de unos días cuando tu madre vino, se sentó en la sala principal y mi madre le sirvió un poco de te, sus manos temblaban y tenía ojeras en sus ojos, después de sorber un trago se apresuró a decirnos, con voz apagada, como estaban yendo las cosas en su casa, en tu casa. Nos dijo que Miranda había empeorado después de la muerte de su querido y único hermano y no quiso salir de su habitación por unas semanas, dijo que algo la inquietaba pero no quiso decir qué. Luego de la visita de tu madre quise hablar con Miranda, pero tu hermana siempre fue tan testaruda como la recordaba y no me dejo acercarme, solo se disculpó a través de la puerta de su habitación. Podrían pensar que solo son caprichos de una niña de quince años pero, yo sé que es más que eso. Supongo que habrás hablado con ella, supongo que se lo habrás dicho en una carta o en un código totalmente elaborado para que solo ella lo supiera, igual que lo hiciste conmigo. No te culpo, muy pocos tenemos la facilidad y la destreza de la cual tu no careces, quisiste informarnos apropiadamente, quisiste que suframos tu pérdida lo menos posible por que tu lo sabías mucho antes de planearla. Sabías que este día llegaría y que tendrías que hacer el plan más perfecto de toda tu vida, empezando unos meses antes o incluso  años, para que cuando tu ya no estuvieras, todos los cabos sueltos hayan quedado atados, pero no podías hacerlo solo, claro esta, necesitabas de nosotras, sabias que lo haríamos, así que pusiste en marcha tu plan, puede que pareciera que fue egoísta tu decisión de dejarnos, yo sé que no fue así. tu tomaste tu propia vida por un propósito más allá del egoísmo, pero quiero que sepas que el motivo de aquel propósito estará a salvo enterrado en tres tumbas, una bajo tierra y las otras selladas en corazones sufriendo por la pena. Nadie nunca lo sabrá, nos arrancaríamos nuestros propios corazones y los tiraríamos al mar antes de revelar tu secreto, porque... mi buen amigo, todos hacen sacrificios en esta vida y tu hiciste el tuyo, y nosotros, los que quedamos atrás también tuvimos que tomar cartas   en el asunto, ahora puedes volar libre, tus alas han sido desatadas, tus secretos ya no te carcomerán por dentro para eso estamos notros, los vivos, que guardamos pesos sobre nuestros hombros más grandes que los propios, para eso estamos yo y tu querida hermana Miranda, para cargar con tus pesos, sabemos lo que significa, sabíamos el sacrificio y lo aceptamos. Adiós querido amigo espero volvernos a ver algún día, mientras tanto déjanos portar con una voz silenciosa tus secretos más ocultos. 

ATT. Con mucho amor ,de tu amiga, que aun mantiene vivo a tu recuerdo.