El terror de mis sueños.

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Era un día soleado de 3489, hermoso día como todos los otros en esa semana. Era viernes 2 de febrero y habíamos planeado con unos amigos ir a algún lado alejado de la ciudad, un lugar con tranquilidad, por lo menos todo el fin de semana.

 Eran las 10 de la mañana del viernes y me llega un llamado de Josh. Atiendo y me dice que ya estaban abajo esperándome, le digo que ya estoy por bajar. Agarro la mochila y comienzo a bajar las escaleras. Nuestro plan era ir a algún lugar parecido a un bosque o a las orilla de un lago. 

Termino de bajar las escaleras, abro la puerta y ahí estaban Josh, aron, Tansha, Stephanie y Olivia. Todos estaban con sus mochilas listos para emprender viaje. Mi abuelo me presto una casa rodante no muy grande pero entrabamos todos. Estaba estacionada enfrente de mi casa ya que en mi vereda no había lugar. Nos subimos todos al vehículo y arrancamos el viaje. Íbamos a tardar aproximadamente 6 horas en llegar al lugar que teníamos planeador ir, lugar que se llamaba Kingdom Tree. Era una zona a la que ya nadie se acercaba debido a que sus habitantes habían desaparecido misteriosamente y nunca más se supo porque y como paso. Pero todos tienen tanto miedo a esa parte del distrito 118 que no se atreven a investigar sobre ese pueblo abandonado. Cuando buscamos información acerca de este lugar no aparecía ninguna foto pero muchos describían este lugar como un lugar obscuro lleno de árboles, era ahora un pueblo en el medio del bosque al sur del distrito 118. 

Tenía un lago artificial en el medio del bosque, por eso queríamos ir allí, bosque, lago... era el lugar perfecto. Kingdom Tree había sido como una comunidad muy extraña alejada de todo, como un mundo dentro de otro mundo. Ese pueblo, comunidad como quieran llamarlo, estaba abandonado hace ya más de 30 años. Después de tres horas de viaje tuvimos que detenernos a cargar gasolina. Recién estábamos a la mitad del vieja pero ya se notaba una muy grande sensación de soledad hacia esa parte del distrito 118, ya que la estación de servicio en la que paramos está demasiado antigua y parecía abandonada, vidrios rotos, puertas de madera en mal estado y los tanque de gasolinas oxidados. Pero esta tenía un pequeño cartel que decía abierto, así que supusimos que habría alguien ahí. Apenas nos bajamos de la casa rodante sale un anciano de adentro de la estación. Lo saludamos y le pedimos que nos cargue el tanque, el anciano dice que no hay problema y empieza a cargarlo. Mientras de cargaba el tanque el anciano nos pregunta hacia donde nos dirigíamos, le respondo

- Nos dirigimos hacia Kingdom Tree, escuchamos que en ese lugar no hay nadie de gente, bien alejado de la ciudad. Es lo que queremos este fin de semana.

Él nos dice –¿están locos? Ese lugar es muy peligroso no deben ir ahí, corren peligro. Vuelvan por donde vinieron.

No le respondo y le digo a los chicos que se suban a la van, le pago la gasolina y seguimos el viaje. No iba a permitir que un anciano loco me asustase ya estábamos a mitad de camino, no pensaba volver. Después de otras tres horas de viaje con canciones, chistes y risas llegamos a KIngdom. La entrada tenía un arco de madera viejo con un cartel todo rajado que decía "Bienvenidos a Kindom Tree". 

Había una pequeña valla que tuve que abrir pero esta no tenía ningún candado ni cerradura, así que con un simple empujón se abrió. . El día se había tornado gris y obscuro, como un día de tormenta, lo que fue raro porque todo el camino había estado soleado. Subí de nuevo a la casa rodante y pasamos bajo ese arco de madera y seguimos por un largo pasillo de árboles, parecía interminable hasta que ese camino de dividía en dos. Una flecha decía hacia el lago y la otra no decía nada. Nosotros teníamos planeado ir al lago a acampar por lo cual tomamos el camino hacia el lago el cual nos llevó unos 10 minutos. 

Cuando llegamos al lago no lo podíamos creer. Era bellísimo el agua azul, arena blanca en las orillas, con un muelle que llegaba unos 20 metros adentro del lago y después todo rodeado por unos árboles gigantes con las copas llenas de verde. No había ningún otro camino que entrase o saliese del lago, solo el que habíamos tomado nosotros. Luego de unos 20 minutos de estar apreciando el lugar empezamos a armar un pequeño campamento. Ya puestas las carpas me senté con Josh y Aron y empezamos a armar una fogata ya que estaba obscureciendo. Eran las 7 de la tarde y ya era de noche. Nos sentamos todos alrededor de la fogata para comer algo y luego disfrutar un poco de la tranquilidad que nos brindaba ese lugar. Comimos unos sándwiches de carne que habían armado Aron y Stephanie antes de venir y luego nos acostamos en la orilla del lago. Apenas me acuesto en la orilla puedo ver que al otro lado del lago había un luz como de una vela entremedio de los árboles que estaba siendo sostenida por una sombra. Les pregunto a los chicos si estaban viendo lo mismo que yo y me dicen que sí. Nos asustamos todo un poco pero más con el grito de Josh – HOLA!!! Para ver si esa figura sombría contestaba o reaccionaba de alguna forma. En el instante en el que grito la luz y la figura desaparecieron y empezó a llover.

 Corrimos hacia las carpas y nos encerramos allí. Se podían escuchar los truenos y ver los relámpagos a través de la tela de la carpa. Me había quedado tan asustado que no dormí. A la mañana siguiente cuando paro de llover Salí de la carpa y los vi a Josh y Aron hablando con las chicas para tranquilizarlas porque seguían asustadas por lo que había pasado. Aron y Josh les explicaban que seguro era algún gracioso tratando de asustarnos pero yo no lo veía así. Ellos dos querían quedarse pero Stephanie y Tansha no. A Olivia le daba igual. Yo no tenía muchas ganas de quedarme pero me convencieron al igual que a Tansha y Stephanie. Esa misma mañana decidimos ir a recorrer el lugar en la casa rodante ya que decían que había un pueblo en ese lugar y queríamos ver de qué se trataba y también quizás encontraríamos al chistoso que nos asustó según Aron. Agarramos las mochilas más pequeñas y nos subimos a la casa rodante y volvemos por el camino de donde habíamos venido. Llegamos a la parte donde se dividía el camino y agarramos el otro camino que no decía a donde iba, supusimos que ese era el camino hacia el pueblo ya que no había otro. Tardamos 20 minutos en llegar al pequeño centro de ese lugar. Todas las casa eran demasiado antiguas, las tiendas también. Pero todo estaba en perfecto estado y muy limpio para estar abandonado. 

Como si gente todavía viviese ahí y trabájese en las tiendas que había. Había un pequeño bar que en la puerta tenía un cartel en la puerta que decía abierto, entonces entramos en ese bar, no había nadie, pero todas las luces estaban encendidas botellas de licores sobre la barra y vasos de cristal como si hubiesen estado tomando. Llamamos por alguien diciendo hola hay alguien aquí? Pero nadie contestaba . No había nadie en ese lugar, pero hubo una cosa muy rara que me llamo la atención y fue que en unas de las mesas del bar, mas al fondo de la habitación había un cigarrillo encendido apoyado en un cenicero, así que definitivamente tuvo que haber alguien ahí hace menos de 5 minutos. Esto nos asustó bastante por lo cual decidimos salir del bar e irnos de ese lugar definitivamente. En el momento que nos damos vuelta para irnos vemos por las ventas del bar que afuera había un grupo de personas todas vestidas con una tunca negra y una capucha en forma de mascara con dos agujeros para poder ver. Algunas de ellas tenían cuchillas en la mano y otras con tubos alargados de metal y solo uno de ellos con una escopeta que sostenía con las dos manos, pero había una de esas personas que estaba sosteniendo una vela de igual manera que la figura que vimos en el lago. Estábamos aterrados no sabíamos que hacer. Se estaban acercando lentamente. Cerramos la puerta del bar y pusimos mesas y sillas para tapar la entrada. 

Todas esas personas gritaban no se van a poder escapar, son nuestros vamos a completar el ritual, gritaban eso una y otra y otra vez. En la mochila Aron tenía un arma ya que le había sacado a el padre que era ex policía y que llevaba con el todo el tiempo desde que le robaron. Se sentía más seguro con el arma con él.

 La saco de las mochila y empezó a apuntar a las puertas. Josh y yo teníamos unas navajas que habíamos llevado para cortar madera, siempre es útil algo así. Por suerte las teníamos en las mochilas entonces las sacamos para defendernos. Las chicas no tenían nada para defenderse con lo cual agarre un par de botellas y un taco de billar que había. A las botellas les rompí la parte de atrás pudiéndolas agarrar del taco y así usarlas como una navaja o algo similar, y al palo de billar lo corte con mi navaja creándole un punta.

 Le di las botellas y el taco a Stephanie, Olivia y Tansha que estaban muy asustadas al igual que nosotros. Las personas empezaron a romper todas las ventanas del bar y con Aron y Josh trabamos de cortarles las manos para que n entrasen. Logran abrir la puerta de un escopetazo y patadas. Aron empieza a disparar, al primero que le da es al que tiene la escopeta y rápidamente Josh la puede agarrar. Pero uno le clava una cuchilla en la pierna dejando sin poder caminar. 

Cada vez eran más y seguían gritando: Vamos a completar el ritual. Aron y Josh no tenían más balas. Las chicas no se movían estaban petrificadas del miedo. Ya estaban por todo el lugar. Era imposible escapar. De golpe siento un dolor inmenso en la cabeza y me desmayo. Me habían golpeado en la cabeza muy fuerte. Me despierto esposado al suelo al lago de mis amigos. Todos estábamos esposados y no sabíamos que pasaba estábamos muy. Al rededor nuestro habían velas, y un circulo al parecer hecho con sal. 

No se podía ver nada solo la luz de las velas. Desde las sobras de ese lugar salen esas personas nuevamente, hacen una ronda alrededor nuestro tomados de las manos y empiezan a recitar frases raras como si quisieran invocar algo. Sentí una fuerza extraña, negativa y de pronto todo acabo. Empezaron a desaparecer uno por uno. Luego me desmayo otra vez. luego me despierto estoy en mi habitación, no entiendo nada, es de mañana. Agarro mi celular que estaba en la mesa de luz para llamar a los chicos para ver si estaban vivos. En la pantalla del celular decía: 10 am, viernes 2 de febrero de 3489 y de repente me llega un llamado de Josh.

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