No me gustan los días lluviosos, son tristes y deprimentes. Sobre todo cuando acabas de ver a tu novio besando a alguien que no eras tú. Es impresionante que hace tan solo unas pocas horas estuviese riendo con mi mejor amiga, Lucia, bajo la refrescante lluvia ante la idea de ir al cine a ver una película, y ahora, estuviera sentada en la repisa de la ventana de mi habitación, con lágrimas en los ojos y el teléfono en la mano, mientras sonaba River flows in you en mi equipo de música. Ella dice que lo superaré. Ya, claro, como si fuera tan fácil.
- Carla, no te tortures, ese idiota no te merece ni a ti ni a tus lágrimas - La voz de Lucia sonaba desde el altavoz de mi móvil pero se oía lejana, ahogada por el sonido de la lluvia y del piano que se deslizaba desde los altavoces -. Y deja de llorar. Como le vea por la calle se va a tragar todas sus palabras de estos últimos meses.
- Pero, ha sido tanto tiempo... ¿cómo ha podido pasar? Te juro que al verlos juntos sentí que me moría. No puedo dejar de pensar en ello. Era... no sé cómo describirlo, y tendrías que haber visto su cara cuando me vio.
"Carla, espera."
No podía dejar de oír su voz en mi cabeza. Se me repetía una y otra vez como un disco que se ha rayado justo en ese momento, y que se repite una y otra vez. Igual Lucia tiene razón y me estoy torturando. Pero eso es lo que hace todo el mundo, ¿no? Conoce a alguien, se enamora, salen juntos, son felices, y de repente, como si nada hubiera pasado, todo acaba convirtiéndose en un castillo de arena arrastrado por la corriente.
- ¡Carla! ¿Ya se te ha olvidado de quién estamos hablando? Javier estaba besando a otra. Por no hablar de que a esa otra no la conocemos, por lo que tenemos que poner a prueba nuestro lado detective. ¿Te acuerdas de cuando jugábamos de pequeñas a los detectives? Venga, será divertido. Piensa en que cuando averigüemos quién es esa zorra podrás sacarle los ojos si te apetece.
Me gusta esa idea. Por un momento contemplé la idea de decirle que si pero, ¿y si no me gusta lo que descubro? No creo que merezca la pena pero ante la idea de poder sacarle los ojos, acepté su oferta.
- Venga, pero solo porque no puedo quedarme todo el día encerrada en casa.- No pensaba admitir mis verdaderas intenciones. Solté una risita lo suficientemente baja para que no se oyera al otro lado de la línea telefónica.
- La próxima semana empezamos las clases, tenemos una semana para investigar lo que podamos y el resto lo averiguaremos en el instituto, ¿de acuerdo?- Se podía percibir la emoción en su voz a pesar de estar a medio kilómetro de distancia.
Oí pasos que se acercaban a la puerta de mi cuarto. Mierda.
- Que si. Oye, que tengo que colgar, como mi padre se entere de que sigo hablando por teléfono se va a enfadar, y no te gustaría verlo enfadado. Mañana paso a buscarte a las seis de la tarde. Hasta mañana.
- Hasta mañ...
No dio tempo a que terminara de hablar. Mi padre abrió la puerta de mi cuarto al tiempo que colgaba el teléfono y lo escondía debajo de mi almohada.
- Carla, es tarde, apaga la luz y duérmete ya.
Odio cuando mi padre se pone en plan padre del año, el súper responsable. Mi padre casi siempre está trabajando en su bufete de abogados y cuando esta en casa, se encierra en su despacho alegando que tiene un caso muy importante. En cuanto a mi madre, ella se ha pasado todo el verano de viaje, de aquí para allá. Trabaja en relaciones públicas, es directora de marketing. No me quejo, por lo menos no están en paro.
- Vale, ahora voy, cierra la puerta.
Y nada más cerró mi padre la puerta, yo me quedé dormida.
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No te fíes de tu sombra
RandomCarla y su mejor amiga Lucía viven en un pequeño pueblo, tranquilo, donde todo el mundo se conoce. La misteriosa llegada de Oscar y su hermana creará revuelo en el instituto local. ¿Quién es? ¿De dónde ha venido? Sus vidas darán un vuelco inesperad...