Imprudent 「ABO!Fonnie」

Thirty Eight

Drake miró con pena a Golden mientras este mecía a su hija para hacerla dormir, tenía suerte de no haber lastimado más al teñido en ningún sentido, pero sabía que tarde o temprano perdería el control. Ambos cruzaron miradas, Golden sonrió en dirección a su pareja y Drake desvío su mirada.

-Spring, ¿Listo para dormir?- el chico de rizos asintió levantándose de su lugar para ir a despedirse de su pequeña hija.

Los brazos de Golden rodearon su cintura haciendo que se sobresaltase y comenzase a sentirse nervioso por la cercanía, a pesar de que dormían juntos. El ahora teñido de rubio intenso dejó un beso en la nuca del omega para luego soltarlo al notar su incomodidad.
Ya acostados, Golden abrazó a Drake sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho, el omega miró hacia arriba encontrándose con la mirada del alfa clavada en él. Se acomodó entre los brazos del teñido luego de pensarlo bien, dándole por lo menos una oportunidad de estar más en contacto con él. Golden dejó un beso en la rizada cabellera de su pareja haciendo que este subiese su mirada otra vez y sin pensarlo dos veces se acercó a los labios del rubio dejando un beso en estos, disfrutando de la sensación que llevaba tiempo anhelando en volver a sentir. Se dio cuenta de que Drake no se estaba oponiendo así que movió sus labios con delicadeza, siguiendo el ritmo del omega.
El alfa se acomodó quedando sobre el omega sin dejar de besarlo en ningún momento, la temperatura de ambos comenzó a subir y Golden comenzaba a sentir una gran necesidad de tomar a Drake una vez más. Se separó de sus labios dejando besos por todo el cuello del omega, sacando un pequeño gemido por parte de este, quien tapó su boca y rostro rápidamente evitando que el teñido mirase su rostro sonrojado. El alfa bajó sus manos para intentar quitarle la camiseta al omega y al no recibir respuesta negativa, siguió con eso hasta que ambos estuvieron completamente desnudos.
El teñido se adentró dentro del omega recibiendo un pequeño quejido por parte de este, aunque en ningún momento le pidió que parara; los gemidos de Drake llenaban la habitación seguidos por los crujidos de la cama y los gruñidos de Golden.
Drake sintió su cabeza doler de un momento a otro y dejó de ser consciente de si mismo, dando paso a Springtrap para que este pueda tomar su lugar.

-¿Q-Qué haces? S-Suéltame... Yo debo m-matarte- Springtrap empujó a Golden hacia atrás intentando quitarlo de encima de él, pero lo único que logró fue un cambio de posición y que las estocadas del teñido se intensificaran. -Para, a-ah...-
-Spring...- murmuró el alfa tomando de la cintura al omega y lo embistió más profundo.
-No soy... T-Tu maldito Spring...- gimió el omega sintiendo su cuerpo demasiado caliente. -Voy a matar...te...-

Sin consentimiento del rizado, el alfa cambió de posición poniendo al omega boca abajo, haciendo que este aprete las sábanas. Springtrap estaba disfrutándolo, pero no lo admitiría ni aunque su vida dependiese de aquello. Gimió más fuerte cuando sintió los dientes de Golden clavarse en su cuello, logrando reabrir la podrida mordida anterior. Ambos se dejaron caer exhaustos luego de acabar en un sonoro orgasmo, Golden quiso abrazar a su contrario pero se arrepintió recordando que ese no era su Drake; el omega estuvo unos minutos sin reaccionar, hasta que llevó su mano hasta su reciente mordida, sonriendo con eso. Golden pudo sentir como crecía un sentimiento de felicidad en su omega, dándose cuenta de que Springtrap ya no estaba.

-Goldy...- el rubio se volteó quedando frente a su alfa. -Te quiero-

[…]

Alice miró molesta a su novio mientras este abrazaba a Erik con todas sus fuerzas, sólo habían pasado unas horas y ellos ya lucían como una pareja sin contar que desde que el alfa castaño más bajo llegó, Edek la había ignorado completamente. La omega pelirroja se levantó de su asiento al ver que su novio no tenía ni la más mínima intención ni de mover su culo e ir a dormir, ni de alejarse de Erik. Subió las escaleras con un aura de celos pisándole los talones, se dirigió a su habitación e hizo que toda la casa notase que estaba enfadada con el portazo que dio.