Los Ojos de Mi Princesa

Capitulo 11

El día se pasó lento, lento y lento. Y más porque Zayn vino inesperadamente a hablarme, de la nada, como si nunca nada hubiese pasado. Como si él no me hubiera lastimado, o luego de todo lo sucedido. ¿Ahora es que empezaba a importarle? Me daba un increíble odio. Cada vez que me lo cruzaba, intentaba hacerlo mierda con la mirada. A pesar de que no eran palabras, los ojos dicen todo. Esperaba que notara mi odio y resentimiento, él se sentía algo incómodo. No podía esperar para que el día terminara. Necesitaba irme a casa y despejarme. Dejar de pensar en él. Aunque era prácticamente imposible.

No podía negar que todavía sentía chispas cuando lo veía. Aunque sea una mierda andante, yo lo adoro. Y eso nunca va a cambiar, pase lo que pase. Y él... sabía eso y se aprovecharía. No quería hacerme de esa clase de ilusiones de que él quizás volvió a sentir algo por mí. O que quería volver a intentarlo. Porque sé que es algo totalmente irreal, y que si él vuelve es sólo para hacerme mierda otra vez. No voy a arriesgarme a que me pise y me quiebre de nuevo. Simplemente no podía permitirlo. No lo dejaré.

De cualquier manera, daría todo por volver atrás en el tiempo y romper ese reloj que marcaba el final. A veces lo único que quería era volver a estar con él. Sentirme como cuando estaba con él. En estos momentos de mi vida, aprecio demasiado a Niall pero estoy demasiado herida por un amor que no me hizo bien, que me destruyó. ¿Y cómo se sigue? Lo único que siento es que estoy ilusionando a alguien con quien nunca construí nada. Sólo quiero a Zayn. Él es el único que puede curar mi corazón roto, porque él fue quién lo rompió. No importa cuántas veces Niall intenté curarlo, está hecho mierda. Y más luego de lo sucedido hoy. Necesitaba... tenerlo lejos de mí. Porque iba a lastimarlo, y eso fue lo mismo que me hicieron a mí. No se lo deseo a nadie, y menos a alguien bueno.

Es... simple. La mejor manera de que no te rompan el corazón, es fingir que no tienes uno. Así la gente no te lastimaría con sus mierdas. Simplemente no se molestarían en hacerlo. Cuando el día terminó, salí por la puerta, decidida de irme a casa. Pero escuché a Niall.

—¡Oye, _________! —escuché por detrás.

Era mi momento. No quería seguir engañándolo porque sabía dónde terminaría esto.

—Niall —dije algo seca- quiero irme a casa. Lo siento si tenías planes conmigo...
—¿Quieres que te alcance?
—No, iré sola —dije de la misma manera.

Entonces, él me tomó del brazo con suavidad.

—¿Necesitas algo? —preguntó preocupado-
—No —mentí.

De la nada, me abrazó.

—¿Por qué me abrazas? —pregunté sorprendida-
—Porque mientes fatal.

Me quedé unos segundos con él, pero luego puse distancia. Lo miré.

—Lo siento, pero necesito estar sola —le dije algo triste.

Sin esperar contestación de su parte, me di la vuelta y me dirigí a casa. Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero por más que quisiera llorar, no lo haría. Zayn no se merece mis lágrimas. Llegue y subí directamente a mi habitación. Quería dormir, pero los pensamientos no me dejaban. Luché y luché, pero sólo me quedé ahí tirada. Como muerta... lo estaba, en algún sentido.

Deseos de agarrar una navaja vinieron a mí. Miré el cajón con tentación, pero... no. Tengo que dejar de solucionar mis problemas así. Suspiré y sonó el timbre de casa. Totalmente desganada, bajé a abrir. Cuando lo vi frente a mi puerta, con comida rápida, sonreí apenas. No quería a nadie en casa.

—Hola —dijo Niall con felicidad- supuse que tendrías hambre...

Entró a casa.

—Niall —dije a regañadientes-
—No, cariño, está bien —dijo él- lamento haber caído así.
—No tengo hambre —admití.

Entonces me miró, con algo de preocupación. Pero esa nota de inquietud, o intranquilidad estaba desde que lo vi a la salida del colegio. ¿Me había seguido?

—¿Quieres hablar?
—No —admití seca-
—Sé que puedo ayudarte...
—No puedes.

Hubo un pequeño silencio.

—¿Qué te preocupa?
—Nada —mentí nerviosa-
—Sé que hay algo...
—No.

Otro silencio inundó la sala.

—¿Te estoy molestando? —preguntó algo dolido-
—Da igual... —susurré-
—Entonces... me voy.

Pero... no quería que se vaya. Lo quería aquí, conmigo. Quería que se diera cuenta que lo necesitaba. Pero simplemente no podía pedírselo. Quería gritarle, tirarme sobre él y decirle: ¡por favor, quédate! Pero sólo fue mi imaginación. Subí espantada a la habitación, y de nuevo me tiré a la cama. No puedo perderlo... pero sin que más pensamientos me molestaran, caí dormida al instante.


Siento un calor sobre mi piel. Intento abrir los ojos, pero me resulta difícil. Entonces siento una presencia a mí lado. No puede ser... busqué la fuerza para hablar.

—¿Estás aquí? —dije ronca-
—Nunca me fui.

Su voz angelical me dio una paz interior. No se fue.

—¿Por qué te quedaste?

Abrí los ojos, y lo miré. El azul de sus ojos me dio calma. No estoy sola.

—Por si me necesitabas.

Dicho esto, me dio un pequeño beso en la cabeza. Y yo... simplemente sonreí apenas. Ahora que lo conozco, no importa cuántas veces quiera alejarlo de mí, o si no quiero lastimarlo por mis sentimientos. Porque sé que no lo haré. Lo necesito, como él a mí. Había perdido todo, al igual que yo. Nos necesitamos el uno al otro y esa era la razón por la cual tenemos un lazo irrompible. Su simple presencia me hace bien. No hacían falta las palabras.

Era él.

Niall.

Estaba algo enojado por todo lo que había pasado antes. Algo me da la sensación de que Zayn hizo algo en mi ausencia. Ya no podría dejarla sola, no más. Pero no quería arruinar el momento, ella algo dormida y cansada sobre mí. Era admirable. La primera vez que la veo desarreglada, sin maquillaje... simplemente ella.

Y ahí fue cuando mi corazón dio un vuelco. Me sentía tan enamorado, tan flechado... pero dadas las circunstancias, era prácticamente imposible. No iba a rendirme. No hasta sacar a Zayn del medio y que ella esté bien. Estaré a su lado aunque ese cabrón quiera arruinarme todo.

Pero ella no me quería como yo a ella. ¿Cómo ganarme su amor? Me siento frustrado totalmente. Perdido, desorientado. No sé por dónde empezar. Pero la respuesta está delante de mis ojos: necesito saber qué le pasa. Así, podré solucionarlo.

—¿Nunca te cansas? —pregunté curioso.

Me miró sin expresión, algo preocupada.

—¿De qué? —preguntó ingenuamente-
—De fingir que eres fuerte y callar todo lo que sientes.

Ella entonces recordó a qué me refería. Lo sucedido hoy. Pero se quedó muda, nuevamente, meditándolo. Era como la luna: siempre ocultaba una parte de ella.

—¿Sigues enojada conmigo? —pregunté.

Me miró graciosa.

—¿Qué? No —me contestó con una sonrisa- nunca estuve enojada contigo.
—¿Entonces qué te pasaba? —pregunté.

Quizás no era Zayn y era alguna estupidez que hice yo. Y acabo de comprobarlo... bajó su cabeza, algo avergonzada.

—Estaba... herida —admitió, aún con la cabeza gacha.

Entonces la miré preocupado, y acaricié su cuerpo una vez más. Me miró.

—¿Qué ocurrió contigo?
—No importa... —y se le cayó una lágrima- estoy bien.
—Pero estás llorando —le dije.

Bajó la cabeza otra vez.

—Está bien, mentí —me dijo.
—¿Te hicieron daño, nena?
—No, no tan así... Zayn se acercó a hablarme.

Me puse pálido... literalmente.

—¿Cómo que se acercó a hablarte?
—Sí —admitió ella, también perpleja- me preguntó como estaba, qué era de mí... me dijo algo de un nuevo hombre en mi vida. Se refería a ti. Y, ¿sabes? Creo que quiere hacerme mierda de nuevo. Hacernos, quizás. ¿Qué voy a hacer si vuelve a dar vuelta todo lo que he hecho en este tiempo? Quiero morir, Niall. Quería... agarrar una navaja y todo a la mierda.

Asustado por su reacción de suicidio, tomé su cabeza y la giré. La miré a los ojos, los cuales brillaban con intensidad.

—No te atrevas a renunciar a esta vida —le dije- no esta noche, no mañana... no lo hagas nunca.
—¿Por qué? —preguntó en un susurro, sin encontrar un sentido-
—Porque no puedo perderte a ti también.

Holisss espero sus Votoss C=