Capitulo 12

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Lo miré con mis ojos, prácticamente llorosos. ¿Acaba de decir que no quiere perderme? Quería tirarme a él y abrazarlo con fuerza. Entonces caí en la cuenta de que yo tampoco quiero perderlo. Me senté sobre la cama y me levanté bruscamente. Él se acercó a mí, con lentitud, y envolvió con sus brazos mi cintura. Me volteé hasta quedar enfrentada a él, a pesar de la diferencia de altura.

—¿Qué está mal? —preguntó él-
—Nada... es que me parece increíble que no quieras perderme. Desde que Zayn se fue que siento que nadie se preocupa por mí. Y entonces llegas tú... ¿qué mierda estás haciendo conmigo?

Él sonrió, apenas. Me miró, manteniendo la sonrisa y corrió un mechón de mi cabello.

—Te quiero —dijo sin despegar la mirada de mí.

Pero entonces bajé mi cabeza. La última vez que alguien me quiso, se terminó yendo. Todos lo hicieron. Y yo me quedé sola, y no quiero que eso vuelva a pasar.

—¿Me dejarás? —pregunté sin mirarlo-
—No —negó, levantando mi mentón.

Puse distancia, negando levemente con la cabeza.

—Todos se acaban yendo.
—Yo no formo parte de ese ‘todo’. No lo haré.

Entonces lo miré, con ganas de llorar. Siempre quise a alguien que esté siempre a mi lado, sin importar mi estado de ánimo. Lo abracé con fuerza, aguantándome las lágrimas. No quería hacerlo por esto, porque no era algo triste. Recordé las palabras de mamá: ‘si quieres llorar, llora’. Y tiene razón. A veces uno no encuentra una forma más que llorar para sentirse mejor. Lloras como si tu dolor sólo fuese a salir con las lágrimas. Él acarició mi cabello, y yo me sentí en el cielo.

—Créeme cuando digo que siempre estaré ahí —susurró sobre mi cabello.

Todo de él me volvía loca. Tenía un cierto encanto que me hacía estremecer. Pero siempre terminaba recordando a Zayn, y todo ese ‘encanto’ de Niall se iba a la mierda. No tan así, pero era imposible no pensar en él. Él alguna vez me hizo sentir como Niall lo hace ahora. Como me siento en sus brazos. De todos modos, ¿iba a dejar que él arruine este momento? No.

Niall y yo nos tiramos a la cama. Estaba encima de él, y lo miré en la misma posición. Me acerqué a sus labios, pero sin hacer nada extraño.

—¿Qué pensaste la primera vez que me viste?
—Pensé que eras la chica más linda que jamás había visto.

Él sonrió, y me volteó, dejándome a mí debajo de él.

—Te tengo —sonrió- no puedes escaparte ahora...
—¿Quién dijo que quería escaparme?

Sonreí demostrándole todo mi cariño. Todo lo que sentía... el estar bajo el calor de su cuerpo. Estas eran cosas que no siempre pasan, y menos todos los días. Me sentía tan segura con él. Tan bien. Era diferente a con Zayn. Y por algo será, ¿verdad? Quizás también pasa en el aspecto de que Niall es siete años más grande que Zayn y yo, y que tiene otro punto de vista de ver las cosas y de pensar también. Es más maduro, más consciente, mejor persona y es la razón por la cual encuentro todo esto en él y nunca vi en Zayn. Sabe esperarme, y me quiere a mí y no a mi cuerpo.

En estos momentos de mi vida, le agradezco a Zayn por haberme demostrado lo que es un hombre de verdad. Pero a la vez, no puedo evitar echarlo de menos. Pero tenía la oportunidad de empezar de nuevo, dejando a Zayn atrás, ser feliz pero con una persona diferente. Mi mirada se cruzó con la de Niall, y todo fue silencio. Él besó suavemente mi mejilla, con una sonrisa. Cerró los ojos apenas y desvió la mirada.

—Te amo —dijo sin más.

Entonces me miró, esperando una respuesta. Suspiré... yo lo amaba, también. Mi corazón estaba más que seguro. Se aceleró y quería escaparse cuando escuchó dos simples palabras con tanto sentimiento. Necesitaba saber que sus sentimientos eran ciertos. Que no era otro engaño y que no se burlaría de mí.

—¿Lo juras? —pregunté decidida.

Negó con la cabeza.

—No, mejor te lo demuestro.

Entonces, se acercó lentamente a mis labios. Quería hacer algo, decirle algo. No sé si detenerlo, pero necesitaba hablarle y decirle que no estaba segura... entonces los rozó, con deseo. Con amor.

—No digas nada —susurró sobre mis labios.

Entonces unió sus labios con los suyos. Me sentí en las estrellas. Todo había cambiado. Encontré en su boca todo lo que necesito, todo lo que me hace bien. Es él.

Y todo estuvo oscuro: hasta que besó mis labios y me salvó.


Me desperté, y recordé el día de ayer con Niall. Fue extremadamente mágico. Él se tenía que ir, desgraciadamente. Aparte si papá llegaba y lo veía... sería Niall frito. A pesar de todo, lo habría disfrutado demasiado. Cualquier momento con él era mágico y especial. Me tenía loca. No había pensado en nada más que en nuestro beso y en su ‘te amo’. Espero que no sea una simple cosa para él, porque yo también lo siento. Y aunque Zayn se meta, estaba más que claro lo que yo sentía por Niall: estaba enamorándome perdidamente.

Él simplemente no podía arruinarlo. Me maquillé, me vestí, desayuné con papá y me fui al colegio. Hoy iba animada, feliz, sonriente... y no creo que nadie pueda sacarme la felicidad. Caminé feliz. Quería verlo otra vez, sentirme diferente. Algo más. Lo necesitaba increíblemente. No podía esperar... pero entré a la escuela, y lo primero que vi, fue a Zayn cerca de la puerta, y cuando me vio ingresar caminó hacia mí... pero cuando intenté desviar, me tomó del brazo fuertemente y me aisló del pasillo. Me encerró en una de las aulas y se puso frente a la puerta.

¿Asustada? Algo.

—¿Qué quieres ahora, Zayn? —pregunté algo enojada.

Quería ver a Niall, no a Zayn.

—Me gustaría invitarte a tomar una gaseosa, o a tomar un helado algún día... —se rascó la nuca- me gustaría saber qué piensas.

Lo miré enojada.

—Vete a la mierda.

Me dirigí a la puerta, pero me detuvo, lo cual era algo obvio.

—Por favor, _________... necesitamos hablar —me suplicó.

Me volteé y suspiré. No veía que esto termine bien.

—Está bien. ¿Te parece a la salida del colegio?

Él sonrió.

—Perfecto —dijo asintiendo.

Se corrió por fin, dándome el paso y salí del aula. Necesitaba hablar con Niall... necesitaba saber qué hacer. Esto no me podía estar pasando. Y justo en el momento cuando crees que todo tendrá un final feliz, que todo irá bien, que estarán juntos, que no habrá más problemas, en ese instante, justo ahí, llega un obstáculo más que derribar.

¿Cuándo mierda podré ser feliz?


Los Ojos de Mi PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora