Cuando terminé, sólo fueron unos minutos más del pequeño viaje. Y ahí llegué, a la bonita casa de los padres de Niall. Era el lugar perfecto. Entré con una sonrisa, no podía creer que por fin todo iba a terminar. Dejé la nota sobre la pequeña mesa. Niall en algún momento la encontraría.
Que me perdone pero, ya era demasiado como estoy sufriendo. Y más ahora que Zayn hizo todo más difícil. Sólo me rompía el corazón más y más, incluso intentando repararlo. Corrí al baño y cerré la puerta. Suspiré.
Primero, tenía que relajarme. No podía suicidarme pensando en cosas feas. Quizás tenía que pensar en las dos únicas razones que tengo para seguir: mi padre, y Niall. Pero yo ya no tengo la fuerza para hacerlo. Quizás tenía que pensar en Zayn, también. A pesar de todo, él la había hecho feliz. Samantha, ella también pasó por mi mente. Le tenía un aprecio. Al final, terminó siendo la única que nunca me trató mal dentro del colegio. Pero entonces recordé toda la infidelidad, de ambos. Cómo sufrí, todo lo que tuve que soportar sólo por una calentura. La manera en la que mi vida se fue a la mierda en sólo unas horas. En cómo se arruinó toda mi vida, más de lo que ya estaba. Hasta que llegué al pensamiento más doloroso: mi madre.
La extrañaba de una manera enfermiza. Ella era todo para mí. Y se fue, sin llevarme con ella. Yo la necesitaba con todas mis fuerzas y ella simplemente... me dejó sola en un mundo de gente hija de puta. De todos modos, me reconfortaba la idea de pensar que me rencontraría con ella pronto. Era una sensación cálida. De todos modos, no sé qué hay después de la vida. Quizás llegue a un punto de que no seamos nada luego de la muerte. Quizás seamos ángeles o seres divinos. No había nada comprobado y yo no iba a saberlo hasta que no muera. Nos pasamos la vida entera qué vamos a ser cuando estemos muertos, en vez de vivir la vida mientras la tenemos. Gran error del ser humano. Pero nunca dejamos de serlo, ¿no? Tenemos hasta los errores más pequeñísimos. Y la vida se basa en eso, en errores. En aprender de ellos. De seguir. Pero llega a un punto en que se hace difícil. Sobre todo cuando la vida te ha hecho trizas. Y en ese momento se vuelve más complicado saltar las piedras del camino. Simplemente mis demonios ganaron. Y espero que, pase lo que pase, luego desaparezcan. Y yo, estaré finalmente en paz. Eso era todo lo que quería.
Pero me faltaba una sola cosa: despedirme. Sabía que si llamaba a mi padre, sería algo doloroso. No tenía la cara para llamar a Zayn. Pero sí necesitaba decirle adiós a Niall, y que lo siento por todo lo que ha pasado. Luego no podría hacerlo y la culpa de no haber hecho nada me mataría por completo.
Tomé mi celular y fui a la agenda, buscando su teléfono. Puedo hacerlo.
—¿__________? —dijo Niall con un tono adorable, más de sorpresa que de pregunta-
—Hola —dije algo nerviosa-
—¿Por qué llamas?
—Quería pedirte... perdón —dije rápidamente, sin rodeos.Se escuchó una pequeña risa al fondo.
—¿Qué? Si no has hecho nada.
—No hice pero voy a hacerlo —le expliqué- mira Niall, verdaderamente te quiero. Pero necesito parar el dolor de alguna forma. No importa dónde estoy, y no me busques. Quiero que sepas que estoy bien, pero que lo necesito. Por favor —susurré.
—¿Estás pensando en matarte? —preguntó asustado-
—No importa eso —evité el tema- te amo. Verdaderamente lo hago. Y tú me ayudaste.Se quedó en silencio. Seguí hablando.
—No sé cómo agradecerte todo lo que hiciste por mí. Te estoy fallando, lo sé. Y lo siento, pero lo necesito demasiado. No pienses en mí, verdaderamente no hagas nada.
—_________ no digas esas cosas —me regañó por el otro lado-
—Lo hecho está hecho. Te amo. Sólo recuérdalo.Y corté porque las lágrimas ya estaban en el borde de mis ojos. Y no quería ser débil. No por última vez. Nunca más. Me arrastré desde la pared hasta el piso, y tomé con mis manos mi cabeza. Luego, saqué la navaja de mi bolsillo, y la acaricié con mis dedos. Inhalé, y exhalé. Estoy lista.
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Los Ojos de Mi Princesa
Hayran KurguLa vida de __________ West nunca fue demasiado fácil. Luchar contra el bullying fue lo más difícil de su vida. Alrededor de sus trece años, cortaba sus muñecas y se lastimaba a ella misma, por años y años. Creyó que todo cambiaría cuando conoció a Z...