Suaves Hojas Verdes

Se quedara en casa?

Narra Aragorn.

-General de alto rango, Aragorn, te agradezco por salvar a mi hijo, permiteme ofrecerte hospedaje- escuche a mis espaldas y me gire para ver que era en rey Thranduil, su rostro seguía siendo frió y altanero, pero podía ver molestia en sus ojos, tal vez pensaba que yo le traería problemas.
Estaba a punto de negarme pero apareció el príncipe Legolas...sonriéndome?, me tomo del brazo como si yo fuera alguien cercano y pidió que se llevaran a mi caballo y lo alimentaran.

-Ven, quiero mostrarte mi hogar...- Me dijo con voz alegre y aun sosteniendo mi brazo me jalo, pude ver de reojo como el rey me miraba molesto.

-No solemos tener visitantes aquí, así que no te preocupes si todos te miran tanto- Menciono el príncipe como si fuera lo mas normal del mundo mientras caminábamos por los intrincados pasillos del castillo negro.

Aun así, no es como que me sienta del todo cómodo... -Príncipe Legolas yo...- Fui interrumpido por el.

-Dime solo Legolas, y ya que no tenemos cuarto de huéspedes tendrás que quedarte conmigo-

Que?!

-¿Q-Que?, lo siento prin...Legolas, no puedo quedarme en tu misma habitación, tu padre me matara...ademas, tengo problemas de sueño...- eso ultimo lo dije mas para mi que para el.

Narro yo.

El joven elfo detuvo su andar para después girarse, encarando al general. Mostrandole una amable y cálida sonrisa, sus ágiles oídos habían captado con claridad lo que el contrario había murmurado acerca de sus problemas para dormir.

-Aragorn, escucha, no debes preocuparte por eso, todo estará bien- menciono el príncipe para después seguir su camino arrastrando al humano detrás de el, su padre y su gente seguramente se molestarían pero no les dirían nada.

Narra Legolas.

Sabía que aunque el general no pudiese conciliar el sueño, no representaría algún problema o molestia para mi, ya que no necesitaba dormir, es decir si necesitaba dormir pero podía aguantar hasta tres días sin dormir y no sentir el menor cansancio.

 – Eres mi invitado, por favor deja que sea yo el que me preocupe por eso...además, quiero que tu estancia en mi hogar sea agradable. – repuse antes de girarme y volver a caminar.

 Aragorn había perdido mucho recientemente, su rey, sus amigos, su gente, su hogar. Lo había perdido todo en unas pocas horas y ahora se encontraba en un reino lejano rodeado de elfos que lo miraban con enojo. No debía ser agradable para nada.

-Llegamos. – anuncie mientras empujaba con delicadeza un par de puertas plateadas, la estancia que era mi habitación era muy espaciosa e iluminada, tenia grandes ventanales que tenían como vista parte del bosque, estaba muy iluminada a pesar de que los frondosos arboles no permitían que la luz del sol llegara a colarse por las ventanas. En medio de la habitación una gran cama con sabanas blancas y grises. Era una rara mezcla de lujos y austeridad aun que innecesarios.

-Tu dormirás en la cama- mencione como si fuera lo mas natural mientras entraba para buscar y darle ropajes limpios al "mayor" y también le señale donde se encontraba el cuarto de ducha mientras en mis brazos yacían las ropas limpias.    -También debes bañarte antes de acostarte y descansar, es lo mejor después de....de....una batalla- baje mi cabeza mirando hacia el suelo con tristeza, de nuevo a mi mente venían las imágenes horribles de lo que sucedió, jamas pensamos que todo terminaría así. Fue entonces que sentí como una mano se poso en mi hombro...

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no sabia que poner en multimedia así que puse esa imagen cx disfruten