Yixing Solo

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Yixing había leído por algunas páginas de internet, una cantidad enorme de maneras para lograr soltar sus caderas. Y claro, con la coreografía de "PlayBoy" Realmente necesitaba moverlas como todo un experto, y él sentía que estaba muy lejos de serlo.

Se abrió de piernas frente al espejo de la habitación que ahora compartía sólo con SeHun, y comenzó con una serie de ejercicios que "prometían" mejoraría el movimiento de sus caderas. Pero claro, el único resultado que vio fue la cara de espanto del maknae y un sonrojo en su rostro cada que ambos de miraban, recordando la extraña posición en la que fue descubierto.

Se encontró frente al ordenador con uno de los tantos vídeos que podrían existir en youtube sobre ese tema, imitando a unas jovencitas muy ligeras de ropa, en unos movimientos de cadera más que obscenos, pero todo valía la pena si resultaba y sus amadas EXO-L fueran felices.

Tercer y último intento.

Por el bajo mundo del internet, cómo prefería llamarlo SuHo, encontró algo bastante peculiar, ¿Sexo para aflojar la cadera? Quizá pensándolo de una manera "científica" tenía algo de confiable, algo que podía ayudarle.

Aprovechó que los miembros fueron a la estación de radio de RyeoWook hyung, y él recién venía llegando de uno de sus tantos programas y cosas que hacía en china, un momento perfecto en el que estuviera completamente desocupada la Exo's house, para correr a la habitación, y buscar en su mochila de mano un extraño objeto de goma. "Un Consolador" Claro, para soltar las caderas debía de ser él quién recibiera la intromisión en su cuerpo.

Tenía miedo. Eso no podía negárselo ni él mismo, aunque los trabajos de relajación con su respiración, mientras miraba fijamente el objeto en su mano frente a él le estaban resultando para familiarizarse, seguía teniendo miedo. ¡Joder, ¿Eso debía entrar por "ahí"?! Imposible de asimilar. Tenía una sensación bastante parecida a cuando Chen le había contado que había leído un fanfic de las fans dónde le metía el pene. ¿ChenLay? No, carajo, que eso no existe.

Sacudió su cabeza bastante desconcentrado [Para variar] Y sin más se iba a atrever. Sus fans lo valían, EXO lo valía, y él haría todo lo que estuviera en sus manos por ser mejor para todos.

Tenía el tiempo contado, por lo mismo, se quitó la ropa bastante suelta que traía del aeropuerto, y se lanzó en su cama, bastante ordenada al no tenerlo por algunos días allí. El consolador de goma fue lanzado en lo que él intentaba buscar una posición en la que suponía, no fuera tan incómodo meterse esa cosa.

Primero apoyó su espalda en el colchón, y abrió sus piernas algo flexionadas. No, mala idea, le estaban dando unos calambres horribles por no apoyarse.

Luego, apoyó sus pies contra la pared, en ese momento ya solucionaba el problema de la posición anterior. Pero claro, no podría mover el consolador como quisiera, chocaría contra la pared.

Bufó molesto, ya poniéndose a cuatro patas contra el colchón, pero su pecho y cabeza se dejaban caer contra la cama. Muy difícil, sus brazos eran demasiado cortos y requería un nivel de Yoga experto.

El último intento, fue nuevamente a cuatro patas, esta vez, con la espalda recta y una de sus manos se apoyaba contra el cabecero de la cama, buscando de esa manera un soporte. Quizás esa posición era la más cómoda. Su brazo libre llegaba justo a su entrada, y sus piernas se estaban abriendo, de una manera que definitivamente el primer método no les ayudó.

Y el momento del terror llegó; el consolador estaba en su mano, y había juntado demasiada saliva como para mojarlo por completo, "lubricarlo" como había dicho el dueño de la tienda. Y así fue. Se lo metió de lleno en la boca, chupaba y succionaba aquel juguete como si fuera el dulce más delicioso del planeta. La saliva le escurría por todo el grosor, dejándolo húmedo por completo, el primer paso estaba listo.

Su mano con el objeto rápidamente bajó a su espalda baja, y con la formada punta del juguete tanteó su entrada. Yixing apretaba sus labios con fuerza, respiraba peor que cuando pasaba esas doce horas practicando en las salas de ensayo de la Sment, y en un rápido, pero costoso movimiento, se metió el consolador de golpe.

Dolía un carajo, quizá en esos momentos pensaba que debió haber aceptado comprar un lubricante, como sugería el dueño de la tienda, pero ya era muy tarde. Además comprar un bote tan grande para sólo una vez, iba a ser innecesario. Luego se arriesgaba a que una sasaeng fan revisando su basura lo encontrara, o peor: Chen.

Cuando el consolador dejó de causarle un ardor insoportable, se atrevió recién a moverlo un poco en círculos en su entrada y vaya. El castaño se sorprendió de una manera bastante extraña, que luego pondría en duda su hombría, en ese momento sólo se dedicaría a "aflojar sus caderas" Con fuertes movimientos de su mano con el objeto en su entrada.

Los movimientos eran lentos, circulares, podía sacarlo a la mitad y volver a introducirlo con fuerza contra su pequeño cuerpo, unas muchas veces, autoembistiéndose con mucha fuerza. Y para cuando lo notó, estaba gimiendo bajito, su pene estaba más que duro, su respiración agitada y su cuerpo ya todo sudado. Dios, si esa era una manera fácil de bajar de peso, XiuMin se ahorraría mil y una dietas y el morirse de hambre a diario.

Siquiera notó cuando su mano libre estaba haciendo presión contra su pene, mientras la otra lo hacía con "el otro" pene, mezclando y marcando un ritmo fuerte entre ambos movimientos, teniendo que apoyarse con la cabeza en la pared para no caer de lleno a la cama.

El momento terminó bastante acalorado, Yixing sentía las gotas de sudor cayendo por sus sienes, su mano manchada con su semen, al igual que las sábanas, y su otra mano más que adolorida por el contante movimiento frenético de mete-saca del consolador. Pero joder, había sido la mejor experiencia de su vida sexual. Que claro, no era demasiada contando que a penas tenía tiempo para comer.

Rápidamente y esperando que los miembros de exo aún no hayan llegado, se quitó el consolador del cuerpo, y lo dejó simplemente sobre las sábanas, antes de comenzar a limpiar todo con las toallitas húmedas que dejaban al lado de la cama para limpiar el maquillaje; claro, no sería maquillaje lo que quitaría, pero tenía el mismo fin.

Quitando el semen de su cuerpo, su mano, las sábanas y el consolador, guardó este último bajo el colchón con una pequeña sonrisa en su rostro, quizá no sería de sólo una vez, y pensaría seriamente en ir a comprar el dichoso lubricante.


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Cortito pero contundente como me dijeron por ahí ¿?. 


[PlayBoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora