Parte única.

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Baekhyun se asomó tímidamente por la puerta del camerino, viendo a su hermano mayor golpear de forma juguetona a otro chico más pequeño. Miró maravillado alrededor, viendo los casilleros de color rojo y a los deportistas pasar de aquí allá molestándose los unos a los otros o en planos menores.

Apretó el empaque en sus manos y sonrió un poco avergonzado, sumergiéndose en la habitación. Se obligó a mover sus piernitas hasta donde su hermano y sus amigos celebraban la victoria.

- ¡Jongdae hyung!- Gritó, pero los jugadores no lo escucharon por sus vítores- ¡Hyung, mamá te mandó el almuerzo!- Volvió a gritar, pero su vocecita no se escuchaba.

Dio unas pataditas al suelo y dejó el recipiente en una de las bancas. Se sacudió un poco las manos y decidió escalar la bolsa negra gigante que usaban los jugadores para entrenar.

- ¡Buen trabajo, muchachos!- Gritó el que parecía ser el entrenador- Descansen todo lo que puedan y prepárense para el próximo partido. Se lo merecen.

Todos volvieron a gritar y el pequeño Baekhyun bufó, terminando de escalar ese saco de caucho.

- ¡Jongdae hyung!

- ¡Ya escucharon al entrenador, chicos!- Dijo otro muchacho, sacándose el casco. El aludido se retiró de la sala con una sonrisa- ¡Celebremos!

- Eso no fue lo que dijo el entrenador, zopenco. Dijo que descansáramos.

- Pff, es lo mismo, necesitamos hacer una fiesta, KyungSoo hyung.

- ¡Sí, una fiesta!- Gritó un chico moreno mientras sonreía.

- ¡Hyung!

- ¡No, no haremos una fiesta!- Chilló Minseok, golpeando el saco en el que el niño estaba sin querer.

El saco comenzó a tambalearse de repente, ya que no tenía una base en la que apoyarse. Todos los del equipo miraron espantados al chiquillo encima.

- ¡Baekhyun!- Gritó Jongdae corriendo hacia él, pero sin lograr llegar a tiempo.

El colchón negro se cayó y el infante cerró los ojos, tapándose ambos con sus manitas. Esperó el impacto asustado, pero justo a tiempo, sintió unas manos envolverle la cintura y cargarlo.

El inmenso saco cayó al suelo en un golpe sordo, el castaño se aferró al pecho del futbolista que lo sostuvo.

- Joder, eso estuvo cerca- Baekhyun sintió la vibración en el pecho contrario al escucharlo hablar con una voz gruesa.

Entreabrió los ojos, encontrándose con un sesenta y uno de frente, estampado en la camisa de su salvador. Levantó la vista suavemente y cruzó miradas con el muchacho, el cual le sonrió amable, sosteniéndolo con una mano mientras acomodaba la corona de flores que se torció sobre su cabeza. El niño se sonrojó abruptamente y el alto rió.

- ¿Estás bien, chiquillo?- Preguntó, pero el castaño no pudo contestar enseguida, absorbido de pronto por el blanco en el cabello ajeno y por el bonito rostro debajo.

- ¡Hyunnie!- La escandalosa voz de Jongdae se abrió paso entre ellos. El infante se vio entre los brazos de su hermano mayor de repente, alejándose del peliblanco- ¡¿Qué hacías allí trepado, tontito?! ¡¿Ves lo que acaba de suceder?! Agradece que Chanyeol estaba allí para salvarte.

El menor hizo un puchero para su hermano, pero antes de que este pudiese refutarle, el chico ardilla apareció de repente, llenando su cara de besos.

- Oh, Dios, oh Dios. Baekkie, me diste un susto de muerte- Chilló exagerado- No debí golpear el peso, casi te caes, pequeño. Si te hubiese lastimado no sé qué hubiese hecho.

Favorite Hyung ||Chanbaek||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora