•ÚNICO CAPÍTULO•

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»Toda la maldita noche estuve aquí esperándote.
Cociné lo que te gusta, me vestí realmente bien.
Sé que estuviste con ella. Sé que la besaste.
Llegaste a casa tarde,  y estaba muy enojada.
Tenía mi sermón de ruptura listo; pero entonces besaste mi rostro, así es como lo persuades. «

-Es la ultima vez que me hace esto, Candace. Lo prometo, yo no lo sé. Él simplemente me dejó plantado, ¡En su propia casa!- Tartamudeó.

Claro que lo sabía. El rizado perfectamente sabía que su esposo se encontraba con ella. Sólo no podía decirle a su mejor amiga sobre eso, porque seguramente, ésta iría corriendo a hacer justicia por su cuenta.

La historia que nos reúne aquí el día de hoy, consta en que aquel, que llora desconsoladamente sentado en la mesa de la cocina, atendiendo el teléfono con la mano izquierda, piensa,- mejor dicho, no solo 'piensa' sino, SABE- de antemano que el amor de su vida se encontraba amando a alguien más.
Harry lo sabía todo, vamos; Harry siempre lo sabe todo.

-Terminarás con él, ¿verdad?- Preguntó -rogó- su castaña amiga al teléfono.

El llanto se volvió más intenso al escuchar esas palabras. Asintiendo con la cabeza para él mismo.

-Definitivamente.- Dijo, tratando de calmar su llanto, tapándose la boca con su mano derecha.

Tenía pegajosos cabellos pegados al rostro, no sabia completamente bien si había sido por las lagrimas, mocos, o sudor que emanaban de su cuerpo. En su estómago podía sentir un interminable hoyo negro, que no podría ser llenado ni siquiera con aquella langosta que había preparado con esmero y amor durante horas, la cual ahora ya no sería ingerida por nadie.

Podía sentir en su pecho, como si dentro de su corazón hubiesen miles, y miles de piedras pesadas desgarrandole los intestinos, haciéndole encorvar la espalda. Haciéndole llorar del miedo. Gritar de la desesperación.
Haciéndole querer morir de aquel incomparable dolor.

Candace logró tranquilizarlo después de varios intentos. Cuando finalmente su llanto había cesado, las lágrimas no salían más, y su respiración comenzaba a regularse, ésta lo mandó a lavarse, indicándole que podía quedarse en su casa el tiempo que él deseáse.
Ella también le dijo que pensara muy bien en la manera con la que terminaría a aquel. Que utilizara las palabras adecuadamente, que fuera directo y duro.

Cerca de dos horas Harry estuvo pensando en aquello. Dos horas más en las que Louis no había dado ni una señal de vida.
Sabía perfectamente lo que le diría a Louis, parado frente a el espejo del baño.

-"Decidí que nuestros caminos, se han separado, Louis.
No eres el hombre que conocí. Probablemente jamás lo hice.
Ni siquiera estoy seguro de haberte amado. (Mentira)
Me tomaron seis largos años para darme cuenta de que yo no soy lo que tu quieres, y viceversa.
Pudiste habérmelo dicho desde el principio, ¿porque te encanta hacerme sufrir? ¿Estás satisfecho ahora que me destrozaste? ¿Era necesario engañarme de esa manera?
No puedo seguir con esto. Tu mismo tiraste seis años de nuestras vidas a la basura, está de más decir que- suspiró- hemos terminado".- Suspiró nuevamente sentado en el lavamanos, observando sus enrojecidos ojos mientras saboreaba con amargura las palabras, casi sin querer pronunciarlas.

Pensó que estaba listo, tratando de engañarse, pues perfectamente sabía que no estaba listo, y nunca lo estaría. Pero tenía que darse ánimos a sí mismo, sino, ¿quién lo haría? ¿Louis?

F.U. || stylinson. [O.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora