Al amanecer, Daniel se encontraba pensativo, buscaba algo que hacer para poder garantizar la seguridad de ambos, un tipo de refugio o algún equivalente, además de sacar deducciones sobre la población general actual: "se infecto el 50% de los humanos, lo cual significa que todas las familias de 3 gentes gentes tienen mínimo un infectado, supongamos que ese infecta a uno más, ahora bien, los agonizantes, así como niños pequeños y ancianos no podrían sobrevivir, mas de el 80% de la población mundial se vió reducida".
Daniel no había dormido ni un solo instante, la estaba cuidando, también noto que sus piernas no reaccionaban tan bien como el día anterior, producto del esfuerzo realizado hace apenas unas horas, el la miraba como quien mira el atardecer, no sabe por que, pero sentía una gran calma, y no podía dejar de verla. Su chica en cuestión abrió sus oji-azules ojos, Daniel de inmediato le ofreció lo último que tenían de provisiones.
-¿Ya comiste algo Daniel?- Akane no quería hacer algo que acabaría haciendo.
-Si, comí un poco, anda vamos, come bien, que ocuparemos energía para conseguir más provisiones- Daniel mentía, no había comido nada, pero no le importaba ayunar si a cambio de eso su chica en cuestión se encontraba bien.
Akane acabo con las provisiones, y por ende había echo algo que no quería hacer, aunque ella no lo sabía, Daniel ofreció su mano para que su amada mujer se levantara, acto seguido quiso besarla en los labios, pero ella hizo que terminara en la mejilla, Daniel reía para sus adentros, pensaba que era algo de karma.
-Daniel, ¿que pasa si te digo ahora mismo, que no puedo besarte de nuevo?- Akane quería una respuesta que la dejara terminar con su vida en ese instante, algún tipo de respuesta egoísta diciendo que el se alejaría y esas cosas.
-Pues no mucho, sencillamente ya no seguiría intentando, aparte de eso el plan es el mismo, sobrevivir 6 meses-. Daniel la miraba fijamente, las 4 pupilas en cuestión se encontraban dilatadas, él sabía que su amada seguía en shock, y por eso era su pregunta, mas sin embargo, su respuesta no cambiaría aunque la pregunta fuera por falta de sentimientos.
-Pero, yo sé que tu me amas, ¿por qué seguirías cuidando de mi si no te correspondo?- Akane pregunto meramente por curiosidad mientras caminaban en dirección opuesta a la ciudad que habías dejado atrás hace menos de 24 horas, se encontraban en camino a un río.
-Akane cuidado- Daniel hizo una seña apuntando a un objeto que se movía sin rumbo fijo. -Esperame aquí- Daniel tomó su navaja y procedió a dejar que ese cuerpo descansara en paz.
Siguieron caminando en silencio, Daniel pensaba la forma mas clara de responder a la pregunta de su amada, ella sencillamente esperaba, tenia fe en que Daniel no podía argumentar su respuesta.
En su camino, se encontraron un tipo especial de flores cuyo nombre Daniel desconocía, pero sabia que si arrancaba un "palito" amarillo, (que asemejaban ser sus hojas) al final tenían un poco de miel y otros fluidos, acto seguido hizo lo obvio con un par de flores.
-Es curioso, siempre e tomado un poco de la miel de estas plantas y no conozco su nombre, por cierto, según recuerdo ya debemos estar a menos de 10 minutos de camino al río que te comenté hace un rato, si tenemos suerte habrá animales por ahí que podremos cazar y así obtener algo de alimento- Daniel quería aparentar tener todo bajo control, pero sabía que no sabía cazar ningún animal, de encontrarlo, tendría que improvisar, pasaron 8 minutos y ya estaban llenando sus botellas con agua y poniéndolas en sus mochilas, ambos intuyeron que tenían que conseguir mas botellas, para su suerte, no habían visto ningún animal.
-Podemos ir a la carretera- Akane sugirió sabiendo que era peligroso, pero al mismo tiempo era una forma casi obvia de encontrar alimento, la carretera estaba a 30 minutos aproximadamente caminando.
-Pues vamos- Daniel estaba desesperado sabía que era probable que ese lugar estuviera infestado de ojos sin vida pero valía la pena, sus cansados pies apenas podían continuar, pero tenían que conseguir comida a como diera lugar.
Caminaron 20 minutos y Daniel comenzó a temblar, estaba nervioso. -¿Te encuentras bien?- pregunto su amada con señales no verbales de preocupación.
Daniel se sentó y dijo con voz firme: -Seguiría cuidándote porque te amo, el amor no es un negocio, no espero algo biyectivo, si alguien ama a otra persona de verdad, no debería esperar algo a cambio, incluso debería agradecer que la otra persona supiera su sentir y aún así le dedicara algo de tiempo, si yo esperara algo de ti, no sería amor, sería necesidad, y yo estoy completamente seguro siento amor por ti-.
Akane estaba sonrojada totalmente, no podía soportar cada tanto tiempo las palabras de ese chico, sencillamente a ella le parecían como si el no fuera humano, pues tenía una forma de pensar muy alejada al resto de los chicos de su edad, Akane seguía viendo esa horrible escena al cerrar los ojos, pero su sentir era mas grande, en silencio y lentamente se acerco gateando a su chico en cuestión, el cual estaba sentado con las piernas hacía el frente, puso una mano en su cintura, la otra en su hombro y lo empujó levemente de tal forma que el chico callo de espaldas en el pasto.
-Pues me da igual que harías si yo no te correspondiera con mi sentir, ya que mi sentir me pide a gritos que te corresponda- Le proporcionó al chico un dulce beso de manera muy lenta después alejo sus labios, y los volvía a acercar "toreando" a su idiota, le causaba gracia ver como el quería levantarse para llegar a sus labios pero bastaba que ella se reclinara un poco mas para que no alcanzara, Daniel la tenía tomada de la cintura con ambas manos, y con un movimiento un poco agresivo la puso a ella contra el pasto, haciéndole saber que ya no podía alejar sus labios de él, comenzaron a besarse, ambos sentían fuertemente que la ropa les estorbaba; Daniel quito un poco su mano derecha de la cintura de su amada, para ponerla en el mismo lugar, pero por debajo de su camisa, seguían con lo suyo, Daniel dudaba en llegar a los senos de su chica con su mano, pero cuando se decidió a intentarlo un gruñido proveniente del estomago de Daniel les quito la inspiración: su estomago le avisaba que no había comido nada en mas de 10 horas, Daniel soltó a su amada y se acostó a su lado, acto seguido ambos se echaron a reír a carcajadas.
-Bueno, vamos a conseguir comida y después acabamos este asunto pendiente- Daniel sabía que tal vez no podría hacerle el amor a su chica por última vez, que iban rumbo al peligro, sin embargo Daniel había dejado de temblar, esa chica tenía el remedio a sus males, y ambos lo sabían.
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La muerte olvidó la tierra
Science FictionLos muertos caminan por la calle, los vivos también, ¿qué pasa cuando un chico que ha vivido siempre en su burbuja tiene que proteger a su chica teniendo como única arma el estudio a nivel bachillerato? Los invito a descubrirlo!.