Días 32, 33 y 34

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No me arrepiento de este amor,

aunque me cueste el corazón,

amar es un milagro y yo te amé,

como nunca jamás lo imaginé.




Nota: lean el anterior capitulo que subí hace unos minutos o no van a entender nada.


Día 32 (tarde)

Todo era un desastre. Nadie quería estar teniendo las "vacaciones" que estaban teniendo. Chanel arrastraba los pies, tratando de que el grupo no se desbandara en medio de las visitas a los museos, aunque era inútil, siempre perdían a uno. Bates encontró a uno de los perdidos escondido en el baño de mujeres del museo, fumando y escandalizando a unas viejas. Él también estaba cansado y no veía las horas de volver a Liverpool.

-Te ves cansada. -le dijo al oído.

-Lo estoy. Y estos zapatos me están matando. Maldigo la hora que me metieron en este viaje, y en este colegio. Y la hora en la que decidí estudiar historia.

Él rió apenas y ella también. Miró a su costado y vio a uno de los rezagados, Ringo, que la miraba fijamente. Se separó de Bates y fue hacia él.

-¿Cansado?

-Mucho. Odio este viaje.

-Yo también.

-No te creo, estabas pasándola bien con él recién.

-Rich...

-¿Vendrás esta noche? -le sonrió levantando una ceja. Ella sonrió más.

-Depende de si mi compañera de cuarto hoy también irá con su amado director. ¿Qué hay de Paul?

-Oigan no se tarden. -escucharon por detrás, la preceptora los empujaba hacia el autobús estacionado en la puerta del museo. Entre ellos se guiñaron un ojo y se separaron.

Día 32 (noche)

Como parecía que iba a hacer todas las noches, la preceptora no iba a dormir en su habitación asignada. Sólo buscó un par de cosas y se fue. Chanel se quedó sola, meditando qué hacer. Si iba, sabía perfectamente lo que pasaría. Era algo que aunque no se atrevía a reconocerlo, deseaba muchísimo. Se lo había imaginado cientos de veces pero siempre bajo la sombra de la culpa. Tomando una respiración se puso de pie de la cama y entró a darse una ducha y depilarse. Tenía las cartas jugadas.

Cuando salió supo que si tardaba dos segundos más, se arrepentiría, así que apenas se peinó y salió, cerrando la puerta con cuidado. En el pasillo se escuchaba el ruido de los televisores de las habitaciones, y la risa de las chicas. Subió las escaleras con sigilo, mirando a todos lados. Por suerte la habitación 203 estaba a un lado. Golpeó apenas y enseguida abrió él.

***********

Cuando oyó el golpe en la puerta, su corazón dio un salto. Algo le decía que era ella, que no podía ser otra persona, pero tenia mucho miedo de ilusionarse como la noche anterior, cuando escuchó el mismo golpe y resultó ser George, desesperado por sacarse de encima a Judy que intentaba acostarse con él. Paul le había dado el peor de los consejos, sacársela de encima acostándose con Mindy. No supo que lo había hecho hasta esa misma mañana, cuando todos se enteraron que el muy idiota se había olvidado su corbata. Aún no sabia bien qué había pasado, lo cierto era que Judy no le había hablado en todo el día y le volcó un vaso de jugo en la ropa durante el almuerzo.

School Days with RingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora