CAPÍTULO 39~ Un corazón agitado ~

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***********************Comentar y estrellita**************************

Sus pasos son medidos pero silenciosos. Las gotas de rocío debido a los pequeños filtros de agua subterránea que se cola en el lugar, provocan ecos en el espacio. El calor también se distingue, y aún más, la oscuridad que al lugar rodea.

Luhan camina determinado y ahora ya percibe las sombras que lo asechan o quizá se ocultan de él. Veloces figuras cruzan, pero él las ignora. Su objetivo es llegar hasta su padre y tan solo faltan unos pasos-

-Has llegado tarde, Luhan—La voz de su padre estremece el lugar, y el joven aún no es capaz de percibir su ubicación exacta, así que se queda quieto en su lugar mirando de soslayo a todas partes.

-Sabes la razón por la que estoy aquí, padre. No vengo a perder mi tiempo.

-Claro, claro—Su padre suelta una carcajada mientras se mueve sigiloso y aparece a espaldas de Luhan, manteniendo los brazos hacia atrás, la espalda erguida y la mirada firme en el horizonte—Ha pasado mucho tiempo desde que te ofrecí unirte y luchar conmigo. Vaya, no me esperaba jamás que tardaras tanto—

-No me uniré a ti, padre—Responde Luhan—Sabes que, si tuviera una oportunidad, te clavaría una daga en el pecho y terminaría con tu existencia.

-Vaya muchacho. Tus sentimientos hacia mí son más profundos de lo que creía—Suelta una carcajada y Luhan lo sigue con la mirada—Pero es irónico que a quien quieres asesinar, te dará la noticia que alegrará tu afligido corazón—

Luhan arquea las cejas en su dirección, esperando que continúe.

-¿Sabes que debí de elegirte en vez de a tu hermano? ¿No es así? —Ladea la cabeza—Tu hermano se ha convertido en alguien débil y desleal. En cambio, tú serías capaz de asesinar a tu propio creador. Realmente lamento haberte dejado atrás. Si decidieras unírteme, seríamos imparables, Luhan. Padre e hijo en una misma rebelión. Los fénix no lo valen. ¿Por qué esconderse del mundo cuando puede gobernarlo? ¿Por qué vivir con temor cuando puedes convertirlo en algo mucho mejor? Los fénix se han convertido en ratas que viven a ocultos de quienes dicen ser más fuertes. Únete a mí, hijo.

-No escucho nada que alegre mi afligido corazón, padre. ¿Es eso lo que tienes que decirme? ¿Qué te equivocaste en elegir a qué hijo arrojar a la basura? —

Su padre vuelve a solar una muy ligera carcajada.

-Está bien hijo. Tendremos la oportunidad para hablar de ello más adelante. Lo que quería mencionarte...-- Su padre camina hacia a la derecha de donde se halla iluminando la caverna oculta entre las sobras que se ocultan— La joven fénix de cabello rojo, la que se supone que tu hermano sacrificaría—cuando escucha referirse a Lexi, a Luhan le es difícil contener su furia y sensación de melancolía dentro de sí. Aun así, sabe que no debe dejar notar su debilidad. No puede.

-Al norte de esta muralla—continua su padre—Una joven ha escapado... y mira tú. La fénix sigue viva. Tu hermano debería ganarse el mejor premio al creer que me ha engañado—Los ojos de Luhan se han abierto de par en par. Sus manos tiemblan y su corazón ha aumentado su ritmo. "Lexi... esta viva"

-Imposible. Yo lo vi con mis propios ojos—Señala él. Máximus le dedica una mirada severa y a la vez burlona.

-Pues mi querido hijo, puedes comprobarlos con tus propios ojos. Ve al norte y tráeme el fénix... y entonces la dejaré vivir. Mis poderes regresan, y sabes bien que puedo separar el cuerpo de ella con el de quien lo habita.

-Morgana—Murmura él confirmando sus sospechas. Una vez había escuchado de los ancianos que realmente, aquella arpía seguía con vida. Solo era un parásito. La única bruja que logró retener y atrapar el poder de su padre—

-¿Y si no te la traigo contigo?—Cuestiona—

-Entonces reclamaré lo que sigue siendo mío. Su vida... Morgana es mía. La vida de la joven es mía, Luhan. ¿Me desafiarás por un ridículo fénix? Solo es un desperdicio más. Tu puedes ser mucho más que ellos.

-Nadie me seguirá ni interceptará, padre. Si rompes tu promesa, entonces yo partiré el mundo y te hallaré. Entonces no me importará mi vida, y acabaré con la tuya. Es una promesa—Responde Luhan a sus palabras. Sus pies están ansiosos de salir allí. Su corazón late acelerado cuestionando cual es la distancia en la que ambos se hallan. ¿Y si alguien más la halla?

-Por tu madre, juro que cumpliré mi palabra—Asegura Máximus. Luhan se muerde la lengua ante la repugnante idea de que pronuncie a su madre, aunque ciertamente sabe, que fue la única mujer que ha amado y jamás la volverá a encontrar. A diferencia de los fénix. Los licántropos no reencarnan. Nunca más.

Luhan asiente y se dispone a alejarse de aquel refugio oscuro y sin vida. Su mirada ahora esta fija en el norte, en donde altas montañas y desérticas tierras lo esperan. "Encontrará a Lexi" es una promesa.

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GUERREROS DE FUEGO - SUEÑOS DE UN FENIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora