Quiero que recuerdes una cosa, haz que cada momento que vivas sea completo. Vive cada momento como si no fuera a haber otro. Solo entonces lo completarás y encontraras la totalidad, no busques la perfección busca la totalidad. Sé consciente de que la cosas que quieres puede venir en cualquier momento. Este puede ser el último momento. Siente que "si tengo que hacer algo, debo hacerlo aquí y ahora, ¡completamente! en su totalidad.
Hay una historia sobre un general griego. Por alguna razón, el rey estaba enemistado con él. Había una conspiración en la corte y era el cumpleaños del general. Estaba celebrándolo con sus amigos. De pronto, a primera hora de la tarde, llegó un emisario del rey y le dijo al general.
"Perdonadme, se me hace difícil decirle esto, pero el rey ha decidido que esta tarde, a las seis en punto, serás ahorcado. Así que procura de estar preparado para las seis".
Los amigos del general estaban todos allí, sonaba la música, había bebida, comida y baile. Era su cumpleaños. El mensaje cambió por completo el ambiente. Todos se pusieron tristes. Pero el general dijo: "No se pongan tristes, porque esta va a ser la última fiesta de mi vida. Así que completemos el baile que estábamos bailando y completemos la fiesta que estábamos celebrando. Ya no tendré más posibilidades, no podremos terminarla en el futuro. No se despidan de mí con este ambiente tan triste, si lo hacen, mi mente suspirará por la vida una y otra vez, la música interrumpida y la fiesta suspendida se convertirán en una carga para mi mente. No hay tiempo para interrumpirla ahora".
Por consideración a él, siguieron bailando, pero se les hacía difícil. Él era el único que bailaba cada vez con más energía, solo él vivía la fiesta... pero los demás no estaban por la misma razón festejando. Su mujer lloraba pero él seguía bailando, seguía charlando con sus amigos. Estaba tan contento que el mensajero volvió con el rey y le dijo. "Qué hombre más raro. Ha oído el mensaje, pero no se ha entristecido. Se lo ha tomado de un modo muy diferente... absolutamente inconcebible. Está riendo y bailando, está de fiesta y dice que como estos momentos son los últimos y no tiene futuro, no puede desperdiciados... tiene que vivirlos"
El propio rey fue a ver lo que estaba ocurriendo. Todos estaban tristes, llorando. Solo el general seguía bailando, bebiendo, cantando. El rey le preguntó, "¿Qué haces?".
El general respondió. "Este ha sido el principio que ha regido mi vida. Ser consciente en todo momento de que la muerte puede llegar en cualquier instante. Gracias a este principio, he vivido cada momento tan intensamente como era posible. Pero, naturalmente, hoy lo has dejado tan claro... Te estoy agradecido porque hasta ahora solo pensaba que la muerte puede llegar en cualquier instante. Era solo un pensamiento. En alguna parte, agazapado, estaba el pensamiento de que no iba a ocurrir en el próximo instante. El futuro estaba ahí. Pero tú me has privado por completo de mi futuro. Esta tarde es la última. La vida es tan corta que no puedo aplazarla".
El rey se impresionó tanto que se convirtió en discípulo de aquel hombre. "¡Enséñame! -le dijo, Esto es la alquimia. Así es como debe vivirse la vida; esto es el arte de vivir. No te voy a ahorcar, pero sé mi maestro. Enséñame cómo vivir el momento".
Estamos siempre aplazando nuestros momentos. Ese aplazamiento se convierte en un diálogo y monologo interior ( tu ser y tu mente). No aplaces nada. Vive aquí y ahora. Cuanto más vivas en el presente, menos necesitarás esa constante actividad mental, ese constante pensar. De verdad te digo que ¡Lo necesitarás cada vez menos! Está ahí, a causa de los aplazamientos y seguimos haciendo estos todos los días. Vivimos siempre en el mañana, que nunca llega. Lo que llega es siempre el hoy, tu presente, nosotros seguimos sacrificando el hoy por el mañana que no existe. Entonces la mente sigue pensando en el pasado, que ya está destruido, no existe. Has desperdiciado tu tiempo en aras de algo que aún no ha llegado.
Después sigues aplazando las cosas para otros mañanas. Sigues pensando que lo que te has perdido lo conseguirás en algún momento futuro. Bueno no será así ¡No lo conseguirás! Esa constante tensión entre pasado y futuro, ese constante perderse el presente, es el ruido interior. esa vocecita que te habla a cada rato, si no lo paras, no puedes caer en el silencio. Así que lo primero es intentar ser total en todo momento. Así encontraras el camino a tu propia experiencia.
Otra cosa. Tu mente es tan ruidosa, curiosa, prejuiciosa e impaciente. Esta siempre pensando que los causantes son otros, que tú no eres responsable. No te das cuenta que la mente seguirá pensando en un mundo mejor, busca la perfección y no la totalidad.
Siempre todos los humanos buscamos una esposa mejor, con un marido mejor, con hijos mejores, con una casa mejor, en un sitio mejor. Así es como vemos que todo irá bien y tú podrás quedar en silencio. Crees que no estás en silencio porque todo va mal a tu alrededor. Así cómo vas a poder.
Si piensas de este modo, si esta es tu lógica, entonces ese mundo mejor nunca llegará a existir. En todas partes este será el mundo, en todas partes estos serán tus vecinos, y en todas partes estas serán las esposas, serán los maridos serán los hijos. Puedes crear la ilusión de que el cielo existe en alguna parte, pero por todas partes encuentras un búsqueda constante. Con este tipo de mente, todo será una pérdida de tiempo.
Siempre estamos echando la culpa de nuestras faltas a otros. Esto te da la ilusoria sensación de que no has hecho las cosas mal. Quien ha obrado mal es algún otro. El X, Y, Z... X esta actitud es una de las actitudes básicas de nuestra mente. La culpa de todo la tiene siempre otro, y si podemos encontrar un chivo expiatorio, nos quedamos tranquilos. nos hemos librado de un peso, de una responsabilidad.
Para el que busca, esta mente no sirve de nada, es un impedimento. Esta mente es el impedimento. Debemos darnos cuenta de que, en cualquier situación y circunstancia, el responsable eres tú y nadie más. Si tú eres responsable, entonces algo se puede hacer. Si el responsable es algún otro, no se puede hacer nada.
Este es un conflicto básico entre la mente religiosa y la mente irreligiosa. La mente irreligiosa siempre piensa que el responsable es algún otro. Que cambié la sociedad, que cambien las circunstancias, las condiciones económicas, la situación política. Que cambie algo, y todo irá bien. Pero fíjate en nuestra historia como humanos lo hemos cambiado todo un montón de veces, pero al final nada va bien. La mente religiosa dice que, sea cual sea la situación, si tu mente es así siempre estarás en el caos, en un limbo, tu vida será un sufrimiento. Nunca podrás alcanzar el silencio.
Carga tú con la responsabilidad. Sé responsable, porque entonces se podrá hacer algo al respecto. Solo puedes hacer algo contigo mismo. No puedes cambiar a ninguna otra persona, ni tampoco el mundo, solo puedes cambiarte a ti mismo. Esta es la única revolución posible. La única transformación posible es la propia. Pero esto solo se llega a considerar cuando nos sentimos responsables.
Con este cambio de cada de uno nosotros, haremos que nadie nos quiera cambiar con patrones de otras personas, de querer buscar ser como otra persona, de querer encajar en la sociedad moderna con modelos establecidos por otros, Se tu mismo, búscate a ti mismo, en el momento que te halles, veras que eres una maravillosa persona, un espectacular ser. Sentirás tanta alegría de encontrarte, que solo buscaras el camino de ser responsable, sin que nadie te lo diga, que nadie te lo muestre por televisión, o por las redes sociales, siempre se tu mismo, recuerda busca tu centro, no vivas en tu periferia.
Hola mis queridos lectores, espero se encuentren bien.
Yo como siempre agradecido por sus lecturas, votos y comentarios.
Un Abrazo.
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La Búsqueda de Nuestra Energía Elemental (Completa)
SpiritüelCada vez que me levanto en la mañana, tengo una sensación de que nada me hace sentir bien. Cada día que pasa siento algo en mi interior que está encerrada(o) en si misma(o), en un cuerpo que tampoco siento que me pertenece, que no es mío. Cada vez m...