Tú Mi Destino

Capítulo 14

*editado*

- Savannah por Dios... Vamos a casa... Llevas tres días aquí, apestas.

- No lo haré, no me iré hasta que Alan despierte.

- ¿QUÉ? Claro... Si Alan no despierta en un año, ¿te quedarás aquí y no te bañaras?

Lo pensé un poco hasta que respondí.

- Si.

- Vamos.

Si Alan despierta, avisaran. Digo... Somos... Bueno, Lucas es su amigo.

Aparte... ¿Quién más? Su padre no está y su madre murió.

Casi igual a mi caso. Sólo que mi padre anda por ahí, el de él... No lo sé.

(***)

Luego de haber ido a mi casa, bañarme y preparar algunas cosas, fui al hospital.
Se encontraba una enfermera en la silla donde yo me encontraba.

- Ah... Señorita... La estaba esperando.

- ¿Por qué? ¿Quién eres?

- Me llamo Nina... Nina Williams.

¿Qué? No quiero ser grosera, pero... ¿A quién le importa? Yo sólo quiero ver a Alan.

- Ah. ¿No puedo ver a Alan Harrison?

- De eso quería hablarle.

Mi corazón empezó a latir muy fuerte, ojalá que este bien. No no quiero que NADA le pase.

- ¿Qué pasa?

- No se si sabe que él tuvo un accidente de auto -Negué- Bueno, iré al grano, perdió mucha sangre y no hay donadores en este momento. Si no hacemos algo rápido él... -La interrumpí.

- Quiero donar. No importa que sea menor... Quiero hacerlo, por favor.

- ¿Tienes el mismo grupo sanguíneo que Harrison?

- No lo sé, intentemos.

Dudó un poco por mi edad, claro, esto podría interferir en su trabajo. Pero accedió.

(***)

Narra Daniela

Savannah no me avisaba nada. Mi desesperación aumentaba. No quería que le pasará algo al amado de mi mejor amiga. Porque si ellos algún día llegan a estar juntos... Yo seré tía. Y si Harrison parte... ¿Qué pasará con mis sobrinos?

Todos en la secundaria estaban preocupados por Alan. Mi mejor amiga ha faltado estos tres días, pero estaba perfecto. Ella nunca falta, y sus veinticinco faltas las tenía intactas. Así que podía faltar.

Iba caminando por los pasillos de la escuela, al pasar por los baños, escuché la voz de alguien.

- Me siento culpable... ¡¿Entiendes?!

Ya sabía quienes eran. Melody y Emily. Espero que no tenga algo que ver con Alan porque... La abeja reina las matará... Osea Vanessa.

Me arrime más hacia la puerta para escuchar mejor.

- Pero... ¿Por qué? ¿Qué tienes que ver con eso? - Le pregunta Emily.

- Oig... Emily. - Se escucha como suspira Melody.

- ¿Qué sucede Melody? -Escuché otro suspiro.

- ¡Me acosté con Alan! - Mis ojos parecían salirse de órbita.

- ¿QUÉ?

- Eso... Luego me llevo a casa... Y ahora pasa esto.

- Oh Dios... Melody, Melody... Vanessa te matará.

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