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Allí estaba aquel niño tan juzgado por todos, aquél que sólo quería jugar con los demás y ser capaz de compartir gustos con sus amigos.

Pero él no tenía amigos, no tenia nadie con quien jugar o hablar de las cosas que le apasionaban.

Le gustaba cantar, bailar y dibujar rosas.

Rosas blancas, negras, naranjas y multicolores.

También había un niño.

Su corazoncito se aceleraba cada vez que vez que lo veía pasar.

Cada vez que se ponía nervioso, sus deditos jugaban con un colgante que tenía de accesorio.

Sus ojos se dirigían a aquel niño más grande que él.

Tenían la misma edad, pero diferente estatura.

Ese chico tenía muchos amigos. Jugaban al fútbol y apostaban quién anotaba más puntos.

Taehyung también quería unirse a la ronda para jugar al fútbol, aún si era pésimo ello.

Sólo por HoSeok.

Lastimosamente, era muy débil y nadie le quería allí.

Los amigos de Hoseok lo golpeaban. También procuraban en sacarle sus deberes cada día.

Y allí estaba el niño que hacía que su corazón se descontrolase.

Golpeándolo a él también.

«Me duele, no me hagan daño por favor»

Se reían de él y no sólo eso, en clase le tiraban bolas de papel arrugadas.

Dentro de esos papeles, habían escrito muchos insultos.

«¡Marica!»

«Hemos visto como miras a Hoseok, maldito maricón»

«Hoseok te odia, TaeTae.»

El niño leyó eso último y sus ojitos comenzaron a aguarse.
¿Por qué eran tan crueles con él?

Un día como cualquier otro, el pequeño Taehyung estaba dibujando en su cuadernito azul.

Dibujó a Hoseok sonriendo.

Escribió "La sonrisa de Hoseok es preciosa" a un extremo de la hoja.

Y era verdad, lo que más le gustaba al pequeño, era la sonrisa de aquel chico.

Porque parecía sincera, era capaz de ocultar todo dolor con esa bella sonrisa.

Llegaron los amigos de Hoseok. Eran realmente crueles, y por acto de reflejo cerró rápidamente el cuaderno.

-Hey, TaeTae, ¿qué tienes allí?

Una sonrisa maliciosa se posó en el rostro del niño que supo reconocer como Jimin.

-N-nada.

-¡Hoseok! tu novio tiene algo aquí escondido. ¿Se lo sacamos? – exclamó Jimin.

-Hagan lo que quieran, me da igual. – respondió con desinterés, concentrado en un juego de cartas.

Esas palabras sonaron en la cabeza de Taehyung, le dolió y se sentía estúpido.

¿Cómo es que se le pasó por la cabeza regalarle este dibujo a Hoseok?

-Veamos... – Jimin le arrebató el cuaderno azul y lo abrió, mirando el dibujo. Permaneció en silencio unos segundos y arrancó la hoja.

-¡Oye, eso es mío! – exclamó Taehyung. Se arrepintió al segundo de haberlo hecho. Todos se dieron vuelta mirando aquella situación. Optó por bajar la voz. – P-por favor... dámelo.

-No me parece correcto dártelo, aquí esta Hoseok. Y él es mí amigo. – señaló. – Oye, que también le escribiste esto. – ¡Hey, miren esto! Tú también, mira lo que hizo tu novio. – le dijo a Jung.

" -Taehyung no es mi novio. No soy maricón como él.– exclamó HoSeok, llevándose una mano a la cabeza y haciendo un gesto de desesperación.

Lágrimas salieron rápidamente de los ojos de Tae. No podía creer lo que llegaba a doler unas simples palabras de alguien que quería.

HoSeok se acercó y  sostuvo el trozo de papel, mirando el dibujo. Sus ojos brillaron y quiso pronunciar una palabra, hasta que fue interrumpido por su otro amigo, JungKook.

-Dibuja horrible, ¿o no?

Todos asintieron.

Comenzaron a reírse y rompieron su dibujo en pedazos.

Poco a poco, se fueron alejando de Taehyung para seguir con sus asuntos.

«Lo siento.» Pronunció HoSeok en tono bajo. Su mirada reflejaba tristeza y algo de arrepentimiento. Por último, se dio vuelta, y siguió a sus amigos.

Taehyung le sonrió levemente, mientras que otra lágrima se esbozaba en su mejilla.

"No te preocupes, estoy acostumbrado." pensó.

Tae no volvió a dibujar un retrato. 

No volvió a sonreír como lo hacía antes.

No cantaba, y no dibujaba rosas.

Comenzó a jugar fútbol y a hacer apuestas con los demás niños.

Se olvidó de todo, logró encajar con los demás, pero su sufrimiento aún seguía allí.

"Te odio, Hoseok." 



Draw ✎ VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora