1.

1K 40 7
                                    

París James

Me desperté mas temprano de lo normal, ¿La razón? Pues hoy iba a la Universidad.

Entre al baño me di una ducha corta, me lave los dientes y salí para dirigirme hacia mi armario.

Me dispuse a buscar entre mi ropa y encontré un jeans clásicos sueltos con una camisa rosado pastel manga larga y unos converse blancos.

Me dirigí a la cocina y divisé a mi mamá cocinando panqueques.

-Buenos días- Dije entrando a la cocina y dándole un pequeño beso a mi mamá en el cachete.

—.Hola cariño ¿Cómo amanesiste hoy?

—Pues bien. —Dije haciendo una mueca.

—Hola bruja. —dijo mi hermana entrando a la cocina.

—Hola pequeña diablillo. — Respondo poniéndome de rodillas para alcanzar su altura y darle un besito en el cachete.

—¿Ya te enteras te de la noticia?

—No ¿Qué paso?— pregunté mirando a mamá. —¿Algo malo?

—Cariño, tu papá y yo, nos vamos de viaje. — comentó terminando de cocinar y llevar los platos al comedor. —Ya sabes, de negocios.

—Es decir que me voy a quedar sola con Dulce, o ¿Vas a llamar a Camilo?— pregunté con una sonrisa al nombrar a Camilo, mi hermano mayor. Hace mucho tiempo que no lo veía.

—No Cariño, ninguna de las dos opciones, sabes que Camilo esta ocupado con su trabajo en New York— dijo con una pequeña risa— Y tu padre no permitiría que se quedaran solas.

—¿Qué no permitiría yo?— hablo papá bajando de las escaleras y acomodando su corbata.

—Hablando del rey de Roma. —dijo Dulce colocando un "poquito" de miel en sus panqueques.

—No permitirías que me quedara sola con Dulce, mientras ustedes están de viaje.

—No París, eso no —dijo viendo la hora de su reloj. —Yo tengo mis reglas y esa es la primera. Yo sé que te puedes cuidar sola, pero no con una niña pequeña.

—Apoyo a tu papá en ese punto. Aveces puedes ser algo...—dijo mi madre haciendo una mueca.

—Distraída, traviesa, un poquito irresponsable...—dijo Dulce terminando la oración de mamá.

—Exacto puedes ser así, por eso voy a contratar a un niñero que cuide de Dulce no de ti ¿Entendido?— dijo mi padre señalando hacia mi.

—Pero...— comencé a protestar, pero, mi papá me interrumpió.

—Pero nada París, ya es una decisión tomada. Te recomiendo irte ya, vas a llegar tarde a la Universidad.

Mire el reloj de mi celular y si iba a llegar tarde, faltaban 10 minutos para comenzar las clases.

—Adiós familia, los amo. —dije cogiendo mi mochila. —Y papá tu ganas, tienes razón.

Salí de mi casa corriendo y buscando las llaves de mi moto en mi mochila cuando siento que choco con alguien.

—Perdón. —dije subiendo la vista y encontrándome con los ojos más hermosos del mundo.

—¿Éstas bien?— dijo al darse cuenta que no lo había dejado de mirar desde que nos chocamos.

—Pues si, solo que me gustan mucho tus ojos.— dije volviendo la vista hacia mi mochila, para seguir buscando las llaves.

Wao que directa.

—Maldición.

—¿Qué pasó muñeca?—dijo colocando un dedo en mi mentón para verlo a los ojos.

—No encuentro las llaves de mi moto— le respondí con desesperación. Saque el celular de mi bolsillo trasero. —Y voy a llegar tarde a la universidad. Faltan 5 minutos para que comience las clases.

—Tranquila. —mencionó con una tierna sonrisa.—Si quieres, yo te llevo.

—No puedo aceptar tu oferta apenas te conozco. Ni siquiera sé tu nombre. —dije con una mueca.

—Pues soy Milo Smith. Tu nuevo vecino—sonrío. —Y tú eres...

—París James, un placer conocerte. —dije ofreciendo mi mano

—El placer es todo mío muñeca. —estrechó nuestras manos. —Ahora que ya nos conocemos ¿Quieres que te lleve?— sacó unas llaves de su bolsillo. —Además ¿Dónde estudias?-

—¿Cómo sabes que voy a aceptar?— dije alzando una ceja.

—Pues, soy tu ultima salvación. —dijo con una pequeña risita.

—Esta bien, aceptare, pero apura te faltan menos de 3 minutos.

—Esta bien muñeca rápido, yo también voy a llegar tarde. Además, no has respondido mi pregunta ¿Dónde estudias?— dijo quitando la seguridad de su auto.

—En la universidad Coleash. —dije cerrando la puerta del auto.

—¿Enserio? Yo también. —respondió con cierta sorpresa en su voz, prendiendo el motor del carro.

(...)

Minutos después llegamos a la universidad. Por mi parte le di las gracias y salí corriendo hacia mi aula, ya que, quedaba un minuto para comenzar. Llegue y toque la puerta.


—Buenos días señorita James.— dijo el profesor con una amable sonrisa.

—¿Llegue tarde?—pregunte con la mirada hacía el suelo.

_No se preocupe no llego tarde. Entre, que ya va a comenzar la clase. —dijo dándome paso.

♥♥♥

Hola chic@s esta es mi primera novela espero que les guste.

No olviden comentar y votar.

El Idiota de Milo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora