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Después de tanto tiempo finalmente Brissa volvió a Forks, aunque esta vez por un motivo triste. Su abuela estaba gravemente enferma, y Brissa sospechaba que ya probablemente no le quedaba mucho tiempo entre los vivos, pero su madre tampoco le brindaba mucha información al respecto.
El cambio que su vida había sufrido era evidente. Dejó atrás "La Gran Manzana" para vivir en un pequeño pueblito en Forks dónde, aparentemente, el sol no quería dejarse ver.
Aquel pueblo le causaba claustrofobia, sentía que estaba rodeada por paredes verdes y grises. Pero la chica se recordaba constantemente que lo hacía por su abuela y que siempre hay algo interesante para descubrir.

Y no estaba del todo equivocada.

Su primer día de clases en la escuela de Forks comenzaba a finales de ciclo escolar, y este hecho la hacía encontrarse nerviosa. Era tanta su preocupación sobre el tema que a las 7:30 am se encontraba caminando hacia la escuela pública local, intentando dejar atrás toda su vida escolar en New York.

Brissa odiaba las etiquetas. Sentía que sólo eran prejuicios que no definían a nadie. Sin embargo, sabía perfectamente que ya era conocida como "La chica nueva"

Si, Brissa era la nueva, pero en el trayecto del estacionamiento hasta la entrada del colegio ya tenía al menos 10 chicos pensando en una estrategia para acercarse a la joven.

Brissa era hermosa eso es algo innegable, su belleza era algo que iba mas allá de los límites de lo considerado "normal"

Su cabello rubio, sus grandes ojos grises y su elegante figura la hacían resaltar. Pero, lo que más encantaba de Brissa era su aura, solo con verla te relajaba y su calidez podías sentirla a kilómetros.

Una vez dentro de la secundaria una chica hermosa, de piel blanca y ojos indescriptibles se le acercó.

-¡Hola!- Saludó la chica pequeña de cabello corto y negro- Soy Alice, bienvenida a Forks o "Villa Aburrimiento"- bromeó mientras tomába la mano de la rubia para estrecharla en forma de saludo.

- Soy Brissa- dijo ella con una sonrisa, la chica le había parecido bastante amigable.

Brissa se encontraba nerviosa, ella sentía temor de no hacer amigos, lo que sería completamente comprensible teniendo en cuenta que entraba a términos del ciclo escolar.

-Que linda voz- contestó la pelinegra, la voz de la chica nueva le parecía muy dulce.

Jasper, la pareja de Alice, creyó que la voz no era lo único hermoso de la rubia, también sus sentimientos y emociones eran una maravilla. Eran puros y delicados. Guardaba un alma tan hermosa en su interior que debía ser considerada como un tesoro. El vampiro no podía dejar de deleitarse con los sentimientos de Brissa, eran frescos como la brisa de verano.

-S-soy Jasper- el chico que usualmente se mantenía alejado de las relaciones con los humanos se presento sorprendiendo a todos alrededor.

Todos en el pasillo habían detenido su andar para observar cuatro cosas sorprendentes:

1. Había una chica nueva en el pueblo;

2. La belleza de la chica era increíble;

3. Los Cullen hablaban con alguien que (por lo que los alumnos sabían) no pertenecía a su familia;

4. Jasper Cullen estaba socializando... ¡Y no parecía estar sufriendo!

Parecía un día digno de recordar, el día en que Brissa conoció a los Cullen.

-Un placer- Y la chica de ojos grises estrechó su mano con la de él.

El disfrutó el tacto de los suaves dedos de la chica contra su mano, cerró los ojos y de un momento a otro los dos vampiros percibieron un olor conocido pero mucho más delicioso de lo usual.

Sangre.

Sangre que olía mucho mejor de lo que jamás olió la pareja en su larga vida como vampiros, y se preguntaron como era posible no haberlo percibido anteriormente. Jasper se tensó de inmediato.

Ella era humana, pero desde el estacionamiento ella no se veía como tal. Los vampiros eran capaces de percibir hasta el más mínimo detalle e imperfecto de un humano, pero ella no padecía ningúno, y fue por esa razón justamente que ellos decidieron acercarse. Tanta perfección no era posible en una mortal.

-Tengo que irme, lo siento- Ella dijó preocupada por irse antes para no llegar tarde a su clase, no conocía la escuela y era probable que se pierda antes de llegar a su destino, se despidió tratando de no sonar descortés con sus nuevos amigos, sin notar que los chicos ya no la escuchaban, cada una estaba perdido en sus propios pensamientos.

-¡Espera!- Alice la paró cuándo comenzaba a caminar tomándola por las muñecas- yo... te invito hoy a mi casa.

Y es que la castaña sentía verdadera curiosidad por ella. No podía ser humana...

¡PERO LO ERA!

Tenía que hablar cuanto antes con Carlisle para contarle sobre la chica nueva que había despertado su curiosidad. Pensó Alice mientras veía a la chica de olor a vainilla y durazno alejarse de ellos, mientras, su novio continuaba ensimismado con el delicioso olor de la sangre y por la belleza de aquella chica, que el mejor definiría como un ángel.

Brissa© - Fanfic (Edward Cullen)Where stories live. Discover now