XLVI

3.1K 323 2
                                    

La distancia no olvida lo que el corazón recuerda.


Lo veo observando su propio plato, al otro lado del comedor. Parece absorto en sus pensamientos, deprimido.

Se me encoje el alma. Lo que daría por ir y abrazarle...

De pronto reacciona, y sale rápidamente de la sala. Me apresuro a terminar el zumo y seguirlo. No soporto estar distanciado de él un segundo más.

- Eric - lo llamo, corriendo hasta su lado.

Él ralentiza el paso, pero no se detiene.

Lo tomo de la mano para llamar su atención. Entonces frena en seco y me mira con frialdad.

- ¿ Qué quieres ? - espeta, apartando su mano de la mía.

- Déjame explicártelo, por favor- le suplico - por favor.

Lo veo dudar, pero finalmente asiente, y me hace una señal para que lo siga. Entramos en su despacho, y se sienta sobre el escritorio, a la espera.

- Sé lo que piensas - comienzo, sin saber muy bien qué decir. Hay tanto de lo que me arrepiento... - Crees que los últimos siete meses que hemos vividos son falsos. Una mentira. Pero no es cierto. Al principio lo fue, sí. Pensé que incluso sería divertido. Jamás imaginé que terminaría enamorándome de ti.

- No caigas más bajo, Arelys - me corta - Te has descubierto, tu misión se ha ido a la mierda. Retírate, ¿ quieres ?

Lo detengo con la mano sobre el pomo de la puerta.

- Eric, mírame - le pido suavemente. Él lo hace, a regañadientes - No todo era mentira. Te amo, Eric. Más que nada en el mundo.

Puedo ver la duda en sus ojos. Quiere creerme, pero no sabe si debería confiar en mi.

- No juegues conmigo - pide, con la voz rota.

- No lo hago - respondo, llevando mis manos hasta su rostro con ternura - Te amo, y no hay nada más cierto que eso.

FactionlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora