Hace treinta años empezó el ataque chino a nuestra “tierra”. Como Marte tiene varios puntos inhabitables, la población se concentraba en un solo lugar muy grande. Por lo tanto China se podía imponer más fácil. Volaban desde Saturno a Marte a través de naves supersónicas. Cada un año de Saturno, salían mil naves, cada una con capacidad de quinientos mil humanos, que llevaban armadura pesada, armas láser, venenos, y medicinas, por si llegara a haber contacto. Hoy, sólo quedan alrededor de cien personas en Marte, me encuentro prácticamente solo. No veo a nadie, queda poco para mi muerte; estoy muy herido, no tengo una pierna, y me sostengo con un pedazo de ópalo negro que encontré por acá. Indudablemente el Imperio Chino va a seguir extendiéndose. Capaz llegue a conquistar otras galaxias, pero a mí ya no me importa. Sé que di todo para defender al planeta, al cual hace cincuenta años llegué. Me despido con ese orgullo, y por poco casi alcanzo la esperanza de vida: tengo ciento diez años.
Sean se quedó petrificado al escuchar esa impactante historia.
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Viajeros en el tiempo.
Science FictionUn hombre aseguró venir del futuro y reencontrarse con si mismo.