Un "no escaparás, Taeminnie" se escuchó con todo y su eco por el pasillo donde cuatro muchachos corrían. Uno para salvarse de la cruel broma de sus amigos y los otros tres trataban de alcanzarlo, sin embargo el menor era aún más rápido que ellos y de un pronto a otro el pequeño rubio entró en "el cuarto del silencio" o comúnmente llamado Biblioteca.
-No durará mucho ahí dentro, y cuando salga...-dijo un chico de ojos pequeños mientras reía de manera tenebrosa.
-Aigoo, Taeminnie lo que te espera- comentó el otro rubio de ojos misteriosos mientras el tercero solo reía y se recostaba en la pared.
-Pronto saldrá... pronto -finalizo el de ojos de cachorro.
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Dentro de la biblioteca era otro mundo para el rubio, el por qué era simple, todo era puro silencio y él, siendo la alegría encarnada, le resultaba un poco incómodo estar ahí pero de momento era su única salvación. Caminó entre los estantes para buscar algún libro con que entretenerse, después de todos sus amigos lo estaban esperando afuera así que debería esperar un buen rato para que se cansaran y cada quien regresara a su casa.
Habiendo encontrado un libro lo suficientemente interesante como para ojearlo un rato, se dispuso a sentarse en alguna mesa que hubiera por ahí desocupada, pero definitivamente no esperaba encontrar a su misterioso compañero, Choi Minho, dormido con su cabeza un poco ladeada en su hombro con un libro abierto en su mano.
Siempre había querido hacer amistad con él pero su personalidad fría y reservada le intimidaba un poco, por no decir mucho. Y no podía mentir, él era como su modelo a seguir, era su típico "los opuestos se atraen", muchas veces se había descubierto a sí mismo observándolo durante las clases y sonrojado porque sus miradas se habían topado casualmente mientras paseaban la vista por ahí.
Sacudió su cabeza para deshacerse de esos bochornosos pensamientos y dejando su poca timidez de lado decidió sentarse frente a él en la misma mesa, aunque hubieran varias más vacías. Inspiró profundamente y se dedicó a observarlo detenidamente. Sus ojos grandes ocultos bajo sus delgados párpados, sus labios gruesos de color deliciosamente rojizo, su cabello castaño oscuro levemente ondulado que caía con gracia en su frente y su nariz recta y perfecta lo convertían en un chico realmente guapo que, además de todo, era sumamente inteligente.
Suspiró una vez más al darse cuenta de rumbo de sus pensamientos y comenzó a leer su libro y cuando se dio cuenta estaba tan concentrado en él que no se percató que el alto había despertado y lo estaba observando con curiosidad.
-¿La Metamorfosis?- preguntó una ronca y grave voz. Taemin dio un brinquito por el susto y bajó el libro para observar el rostro de su amor platónico.
-S..Sí, es un libro muy entretenido y bastante bueno, aunque aún no entiendo el por qué Gregorio se convirtió en una cucaracha...-dijo mientras le daba una pequeña sonrisa apenada.
-Es simple, él se siente como un insecto, un bicho raro en la sociedad, en su casa en cualquier lugar en el que esté ¿por qué?, porque nadie lo entiende, nadie se preocupa por él, nadie lo quiere realmente o tan siquiera le toman importancia, simplemente lo usan-explicó- sin embargo una persona como tú no lo entendería.
-¿A qué te refieres?-dijo frunciendo el ceño confundido.
-No es con ánimos de ofender, pero tú siempre estás rodeado de personas, tienes muchos amigos que te quieren y la mayoría de la escuela está dispuesta a besarte los pies todo el tiempo y pues, todos te aceptan como eres- dijo mientras le sonreía un poco para aligerar el ambiente.
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So beguings our love in the library (2min)
Fanfiction-¿La Metamorfosis?- preguntó una ronca y grave voz. -S..Sí, es un libro muy entretenido y bastante bueno, aunque aún no entiendo el por qué Gregorio se convirtió en una cucaracha... -Es simple, él se siente como un insecto, un bicho raro en la so...