Dance | YoonMin

capítulo único

—Yoongi Hyung, es derecha y luego izquierda. Recuérdelo.

— ¡Entendido!

Yoongi y Jimin han sido mejores amigos desde la primaria, y han bailado juntos desde los diecisiete años. 

Con sus veintidós y veinticinco años han alcanzado el cielo. Son unos de los bailarines más conocidos de toda Corea. Sus bailes en pareja han logrado tocar los corazones de millones de personas. Se han expresado tan libremente, contando todas y cada una de sus anécdotas, hablando a través del baile. Bailando acerca de la tristeza, pasión, decepción, amor... Han dejado corazones rotos y lágrimas de emoción al pasar. Han hecho todas y cada una de esas cosas juntos. Siempre lo han estado. Jimin logró cautivar a Yoongi con su bello corazón y sonrisa amable, y Yoongi enamoró al menor con su persistencia, empeño y calidez.

Ambos han estado preparándose por semanas para tal importante ocasión. Una coreografía dificultosa, con trucos, saltos y pasos coordinados. Aún así, a pesar de todo su esfuerzo, dedicación y largas noches en el salón hay un truco que no pueden realizar. Jimin eleva a Yoongi, lo sube a sus hombros para que luego él de una doble voltereta hacia atrás y caiga de pie. En todas sus prácticas han usado colchonetas para evitar accidentes, pero en su presentación, está claro que no pueden usarlas. La realidad es que aún no lo pueden efectuar correctamente y la presentación es en dos días, tienen un día completo para practicar toda su rutina y el último de descanso.

—Nosotros podemos, Hyung. Estamos en esto juntos— dijo el menor y entrelazo su pequeña mano con la del mayor.

—Juntos— repitió mirando sus manos entrelazadas.

El día finalmente llegó. Todos los participantes esperaban detrás del escenario. Algunos cantaban, otros repasaban sus coreografías y otros se daban cariño y apoyo, ellos eran Yoongi y Jimin.

—Min Yoongi y Park Jimin a la pista, por favor— anunció el presentador y estos subieron con un gran nerviosismo y ganas de vencer.

Comenzó la canción y ambos se sumergieron en ella, emprendiendo su viaje a un mundo de fantasías y sueños, por un camino lleno de recuerdos, metas, triunfos y derrotas.

Llegó el truco. Yoongi pudo ser tomado y colocado sobre los hombros del menor, pero no logró realizar la última voltereta y cayó. Su espalda baja golpeó fuertemente contra el piso y quedó inconsciente. La sala se silenció, su golpe había resonado en toda la habitación. Rápidamente todos los paramédicos del lugar se acercaron hasta acorralarlo, subirlo a una camilla e ingresarlo a la ambulancia.  

Jimin, quien había estado observando todo desde una distancia prudente con lágrimas en los ojos se acercó a su coreógrafo y dijo: — ¡Esto es su culpa, Soungjae!— comenzó a sollozar—. Sabía que no podíamos realizar el truco e igualmente nos obligó a hacerlo, ¿Qué tiene para decir?— preguntó sumamente exaltado.

—Oh, ¿Debería decir algo? — rió falsamente—. Sin ustedes mi hijo podrá triunfar de una vez por todas; ustedes estarán fuera de las competencias hasta que Yoongi se recupere.

—Imbécil— espetó con furia y se lanzó a golpearlo; logró darle un buen golpe en la nariz antes de que unos guardias los separaran.

— ¿No irás a ver a Yoongi, Jimin? Qué mal novio eres, maricón— rió nuevamente.

— ¡Cállese si no quiere que lo vuelva a golpear, estúpido viejo!— contraatacó e hizo que los guardias lo soltaran para ir a ver a su amigo. Condujo hasta el hospital indicado y aparcó su coche; al ingresar le informaron que si quería verlo debería esperar, él obedeció y se sentó en una de las sillas del lugar.