El Padre Adams no era un sacerdote convencional. No por esa sonrisa tan estudiada que tenía, por la intensidad de sus ojos azules o por la constancia que tenía de lo atractivo que era, sino por por la lista de antecedentes que tenía, la mayoría relacionados con el proxenetismo en su juventud y que le habían llevado a unos meses de condena en la cárcel. Por eso mismo le habían enviado a Santa Beatrice; era una congregación pequeña e insignificante en la que no podía generar más problemas de los que ya tenían.
O eso pensaban, la realidad era otra bien diferente.
-¿Van a retenerme mucho más aquí?- preguntó, con calma, como si no estuviera en una sala de interrogatorio, como si aquello fuera un mero trámite que pasar.
A otro le molestaría. A Johan no. Johan podía entender cómo era ese tipo de gente. Tenía la fama de ser muy duro en los interrogatorios y era cierto. Eso le llenaba de orgullo. Aunque, aquel día y pese a que lograba ocultarlo de una forma más que satisfactoria, el policía no se sentía tan taimado como otras veces.
-Supongo que hasta que llegue su abogado- repuso, dando un sorbo a su café.
-Se conoce que hay un atasco...- Adams se permitió un leve gesto de fastidio- ¿Es necesario todo esto, agente? Ni siquiera entiendo muy bien por qué me han traído aquí.
-Sí, sí lo entiende. Quiero decir, usted lo sabe perfectamente. Yo solamente lo intuyo- Johan le devolvió una sonrisa- También sé que le tendré que soltar en unas horas, en cuanto llegue. Me jode, pero es un hecho. Por eso entenderá que quiera explotar estas horas, ya sabe.
-Una gran pérdida de tiempo, me temo- resopló- ¿Sabe que tengo una autorización firmada por los padres de la joven para realizar el exorcismo?Al igual que para la realización del reportaje. Si les llama, estoy seguro de que...
-Estoy seguro de que son una pareja de clase baja desesperada por creer lo que un sacerdote quiera decirles- la sonrisa de Johan era imperturbable- Estoy seguro de que usted no tiene ningún tipo de formación que le permita realizar un exorcismo porque usted es esa clase de persona que vende la moto sin tenerla siquiera. También estoy seguro de la pobreza en la que vive la Orden de Santa Beatrice y de lo positivo que sería para sus cuentas la publicidad que un reportaje así supondría. Pero yo no estoy hablando de todo eso; seguro que es un absurdo chanchullo legal hecho por gente como usted para gente como usted. Yo vengo a hablarle de Lena Monroe.
Adams sonrió. Johan no se sentía bien; estaba raro. Sentía un picor terriblemente molesto por todo el cuerpo y un sudor frío. Estaba de mal humor, de muy mal humor. No tenía ganas de estar allí. Ninguna.
-La pobre Lena...-suspiró, con una pena tan fingida que resultaba insultante- Por lo que tengo entendido se dio a la fuga.
-No. La mataron. No sabemos aún de qué forma, pero la mataron. ¿Sabe que en algunos rituales de invocación es necesario un cuerpo que ya haya sido tocado por un demonio?¿Y sabe que el que induce a una posesión tiene más facilidades a la hora de deshacerla?
-Sí, por supuesto que lo sé. Es mi trabajo.
-Menuda coincidencia, ¿eh? Dos muchachas de su congregación poseídas, ¿cree que cuando le pregunte a Sally por Lena me contará cómo se las apañaron ustedes para meterles demonios menores dentro?- la sonrisa de Adams se congeló.
-Esa es una acusación muy grave.
-Y un acto despreciable, además. Parece que la muchacha sobrevivirá. Ya tengo a dos agentes con las órdenes pertinentes ocupándose de sus papeles y estoy seguro de que estos no serán los primeros casos. Estoy seguro, en primer lugar, de que tiene un negocio montado con todo esto. Y, en segundo, que está metido en algo tan gordo que ni siquiera comprende, algo relacionado con la muerte de Lena Monroe y con la de Cecilia Summers... ¿Como de mediático se volvería el caso del asesinato de la hija del alcalde?
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caramelo
ParanormalJohan Andersen es uno de los agentes de la División Especial, una sección de la policía dedicada a resolver crímenes relacionados con la actividad paranormal, algo que se torna especialmente peligroso en la ciudad con mayor tasa de crímenes violento...