Todo empezó..

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Hace mucho conocí a un chico lindo, simpático, un poco rebelde, pero era un buen chico. Todo comenzo por un comentario de mi parte. Hablamos bastante durante meses todo parecía estar yendo correctamente bien y eso me hacia sentir relajada. Como en el comienzo de toda pequeña "relación" dominaba la felicidad, pero no puedo ocultar que teníamos nuestras bajas lo que no impedía que lo nuestro siguiera. No puedo decir que es como un "cuento de hadas" porque estaría mintiendo. Que era algo lindo,sí, era hermoso para más decirte. Como olvidar esas conversaciones sin sentido, pero para nosotros significaban mucho. Como olvidar cada llamada que a eso de las tantas de la madrugada se ponían tensas, ¿por qué?, pues a esas horas salían nuestros más bonitos sentimientos. Nuestros "te quiero" más sinceros. Nos vimos un par de veces, aproximadamente unas diecisiete veces para ser más específica. Algunas salidas eran para el cine otras en el parque de mi urbanización y así sucesivamente. Me encantaba verlo, era él quién hacía mis días extraordinarios.  Nuestras familias aún no sabían lo nuestro, ¿y para qué enterarse? ¿para criticarlo? ¿para decirme qué él no me merecía?. Quizás él no me merecía, pero me hacía sentir la mujer más afortunada con tenerlo a mí lado. Lo quería como a nadie. Estaba ahí siempre para mí y mucho más cuando lo necesitaba. Me hacía sentir segura de mi misma y esa era una de las cosas que más me agradaban. Sus mensajes en la mañana nunca faltaban era algo automático siempre  decían "buen día mi pequeña espero que hayas descansado". Mensajes así de su parte hacían que mi día desde un principio transcurriera a la perfección. Pero no acababa ahí. Luego venían las preguntas claves que me hacían ver que para él era importante tales como "¿comiste? ¿no te hace falta nada?"  y la que me erizaba la piel por la emoción "¿quieres que vaya a verte?".   Me hacía sentir de una manera que por ahora nadie había podido lograr hacerme sentir así. Por eso siempre lo tenía ante todo primero.

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