Un poco mas y estarás bien...

Capitulo único.

//*Inspirado en la cancion A little bit longer de Jonas Brothers*

*Inspirado de fragmento de la pelicula Amores Perros*//

  

                                  Nunca sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos.

Oikawa Tooru, siendo un famoso y exitoso deportista nunca pensó que esa frase lo identificaría tanto en ese momento de su vida en el que ahora solo miraba a través de la ventana un viejo letrero que decía ''se vende esta propiedad'', aun que no vale la pena comenzar su historia desde el final, claro que no.

Todo comenzó un día lunes, en donde desayunaba con su adorado novio Iwaizumi, se conocían desde niños y siempre estuvo ese lazo irrompible entre ellos, nunca se separaron y solo en la preparatoria se dieron cuenta que aquello no era solo una amistad... Era amor...
Sus caminos se separaron cuando entraron a universidades diferentes pero no por eso cortaron su relación, siempre estaban las llamadas por teléfono, los mensajes antes de dormir o cuando despertaban, las visita los fines de semana o esos encuentros en las practicas de vóley en conjunto entre sus universidades, aun que claro, Iwaizumi ya no era el ace de Oikawa, y Oikawa ya no era el setter de Iwaizumi.

Tooru al poco tiempo logro destacar como un gran jugador de voleibol, al punto de ser seleccionado nacional de aquel deporte que tanto amaba, Hajime por su parte se convirtió en un abogado y dejo el vóley solo para tiempo de ocio y entretención junto a su pareja.

Cuando acabaron la universidad compraron un pequeño departamento el cual fue elegido por Tooru, según él la vista era preciosa ¿Y cómo no? Si en el edificio de enfrente había una enorme propaganda de ropa con su foto en ella, para cuando tuvo que modelar ropa deportiva para uno de sus tantos auspiciadores.

Todo era perfecto para ellos, pero aquel lunes solo sería el principio de un sinfín de lágrimas por parte de ambos...

Tooru termino de desayunar y tomo su bolso donde llevaba su ropa de entrenamiento, los partidos internacionales se acercaban y debía entrenar mucho.

-Te veré más tarde Iwa-chan. –Dijo con una sonrisa mientras se acerca a besar la mejilla de su amado novio, como solía hacerlo todas las mañanas.

-Ten cuidado al conducir. –Le dijo sin prestarle mucha atención. –Recuerda usar el protector para tu rodilla o vas a lesionarte.

-Lo hare Iwa-chan. –Tooru beso esta vez los labios del moreno recibiendo un pequeño cariño en su mejilla.

Más que feliz salió de su hogar y fue a los estacionamientos para ir por su auto, no era tan grande pero era cómodo, le gustaba. Subió a este y condujo unas calles con las ventanas abajo, la brisa cálida le encantaba y le hacía sentir vivo, cuando llego al semáforo en rojo aprovechó de arreglar un poco su cabello, después de todo era un pretencioso total.

La luz dio verde y solo logro avanzar unos metros en su auto antes de que otro vehículo lo chocara por el costado a máxima velocidad, saltándose la luz roja que le correspondía.

Lo siguiente que pudo sentir fue un inmenso dolor en toda su pierna y gritos desesperados, vio que de su auto salía un poco de humo que algunas personas se encargaron de apagar y luego los gritos de alguna mujer, tal vez pasajera del otro vehículo.

Tooru solo se dedico a gritar horrorizado, asustado y confundido, no sabía que pasaba, estaba desorientado y sintió un horrible dolor cuando los paramédicos lo sacaron del auto y lo acomodaron en la camilla.