Narra Bonnie
Recapitulemos. Ayer Deuz, el jefe de los Nighmare y el sujeto que siempre me golpeaba se me declaró y me pidió permiso para tratar de ganarse mi amor.
Ahora, estamos yendo por un helado luego de salir de la sala de cine. El chico pidió un helado de mora, tenía un color morado algo brillante y yo pedí uno de chocolate.
Comiéndolo nos fuimos al parque. Nos sentamos en una banca y comenzamos a hablar.
-¿Qué cosas te gustan?-preguntó.
-Aparte de tocar la guitarra me gusta asustar a mis amigos y comer gomitas de mora-dije dándole otro bocado a mi helado- ¿y a ti?
-Me gusta cantar y andar en mi moto-respondió dándole otra probada a su helado.
-Algún día tienes que cantar para mi-dije sonriendole.
-Con una condición...
-¿Cuál?
-Que toques tu guitarra mientras yo canto.-dijo sonriendo tiernamente a mi parecer.
-Claro-le respondí sonriendo igualmente.
Quedamos en silencio un momento cuando habló nuevamente.
-Bonnie, ¿desde cuándo eres gay?-preguntó algo sonrojado. Yo lo miré incredulo- escuché a tu hermana el otro día.–ahora tiene sentido.
-Bueno. Hace algún tiempo, cuando formé parte de mi banda tuve un enfrentamiento con un chico. Se llama Bon. Bueno, el es muy bueno y le pedí que fuera mi maestro. Luego de tantas practicas comencé a sentir algo por él, y como mi hermana tiene conocimiento de estas cosas me dijo que estaba "enamorado". Un día lo fui a buscar al salón donde él y su banda practican con la escusa de una "canción para los dos" pero en realidad le iba a decir como me sentía–se escuchó un ruido en unos arbustos de cerca, ambos miramos, pero al ver a un perro salir de allí volvimos a la conversación –pero sus amigas llegaron y me trató mal. Botó el folio con las partituras y me tiró al suelo. Por un momento pensé que era porque se asustó de que sus amigas no vieran juntos por ser de bandas rivales, así que fui al lugar donde siempre ensayábamos, pero nunca llegó. Entonces dejé de buscarlo, me rompió el corazón, se podría decir. Digamos que como me había enterado recién de qué era lo que sentía no me dolió tanto que no correspondiera a mis sentimientos, me dolió que desde entonces, cada vez que lo veo, no me habla ni mira, como si nunca hubiéramos tenido algún tipo de contacto–dije mirando al suelo, mi helado y a Deuz a lo largo del relato.
-Ese chico es un idiota, se pierde a un chico muy lindo-dijo sonriendome.
Terminamos de comernos el helado y nos quedamos hablando. Me contó anécdotas muy graciosas de sus hermanos, Noxo y Onnie, y que tenía una hermana llamada Maggie que era una chica muy seria, ruda y que no se dejaba pasar a llevar.
Poco a poco fue cayendo la noche. Deuz ofreció llevarme a casa. Cuando estábamos a unas cuadras comenzó a llover por lo que comenzamos a correr.
Entramos a casa. Encendí las luces. Ambos estábamos empapados.
-Te prestaré un poco de ropa. Entra a bañarte mientras la busco-dije apuntando al baño de visitas en el primer piso.
-Claro, gracias-y entró al baño. Fui a mi cuarto, busqué entre los cajones, Deuz y yo no tenemos diferencia de altura, y yo uso ropa algo holgada, seguro que algo le queda. Encontré una polera azul eléctrico que era algo grande, unos pantalones y un bóxer. Fui al baño y le deje la ropa en el lavabo. Fui de nuevo a mi cuarto, me metí al baño y me duché. Al salir me sequé el cuerpo y me vestí con mi pijama.
Bajé y encontré a Deuz acostado en el sofá.
-Deuz...despierta...te puedes enfermar-hablé bajo. Abrió los ojos pesadamente y luego se levantó. Lo guié a mi cuarto pues Kiwi se enfadaría si alguien entrara a su cuarto, y la habitación de huéspedes está llena de cajas y algunos instrumentos.
-Tendrás que dormir conmigo pues las otras habitaciones están ocupadas y desechas.
-S-si, tranquilo, mientras a ti no te moleste-dijo.
-Claro que no me molesta-respondí corriendo las mantas de mi cama que es de dos plazas.
Me metí primero para quedar a la pared, mientras Deuz se metía bajo las mantas tomé mi almohada y la abracé, como de costumbre.
-Buenas noches-dije luego de soltar un bostezo.
-Buenas noches pequeño...-escuche de su parte antes de sentir como me besaba la cabeza y luego me dormí.
Narra Deuz
Le besé la cabeza a Bonnie en señal de buenas noches, notando que su cabello es muy suave y tiene olor a moras. Lo miré y ya estaba dormido abrazando una almohada.
Me acomodé mirando su espalda. Cerré los ojos para tratar de dormir, pero sentí a Bonnie moverse, abrí los ojos para mirarlo, había soltado la almohada y se estaba volteando, se quedó quieto, luego volvió a moverse pero esta vez me abrazó a mi, provocando que mi corazón se acelerara a tope.
Algo dudoso rodee su cintura con mi brazo, y fue entonces cuando me dormí.