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Al día siguiente me levanto con un horrible dolor de cabeza, ni siquiera sé porqué. Hago lo mismo que cada mañana. Me doy un baño de agua caliente, cepillo un poco mi cabello y me visto con lo primero que mis manos toman de mis cajones. Hoy no voy a salir de casa, al menos que Emma me llame para salir, cosa que estoy empezando a dudar. Ayer no hablé mucho con ella. Solo estuvimos juntos, pero no fue incomodo en ningún momento, me sentí muy cómodo estando a su lado...
Bajo a la cocina para poder desayunar galletas, y ahí me encuentro con Duff, quien está preparando alguna bebida extraña con Vodka.
-Hola Duffy...- Digo tomando mis galletas.
-Hola... ¿Cómo te fue ayer en tu cita?-
-Bien... Creo que bien...-
-¿Por qué crees?-
-Es que... No me dejó acompañarla a su casa, y tampoco me dejó besarla...-
-Pero era tu primera cita. No esperabas follártela. ¿O sí?-
-¿QUÉ? Claro que no Duff. Solo quería que se sintiera segura conmigo...-
-Vamos Stev... No estés mal, ¿cuando la volverás a ver?-
-Me dijo que me llamaría hoy... Pero dice que solo la dejan salir los viernes...-
-Espera... Espera... ¿Cuántos años tiene?-
-Tiene veinte...-
-¿Y no la dejan salir?- Dice riendo.
-Déjala... No conocemos a su familia...-
-Ugh, te conseguiste a una infantil.- Dice rodando los ojos.
-Oye basta, no la conoces para hablar de ella.-
-¿Te vas a enojar conmigo por esa?- Dice dándole un trago a su Vodka.
-Ya basta Duff... No te metas...- No dejo que diga una sola cosa más y me voy a la sala. Siempre son así conmigo. Hacen todo por tratar de arruinar las cosas buenas que llegan a mi vida, sobretodo cuando se trata de personas, y más de mujeres. Pero con Emma  será diferente. Yo sé que ella nunca se metería con un tipo como Duff... Ella es muy diferente a todas las chicas que han pisado esta casa, y no voy a dejar que ninguno de mis amigos arruine las cosas con ella... Mis pensamientos se ven interrumpidos por él teléfono de la casa sonando. Antes de que alguien pueda contestar, me levanto corriendo y lo atiendo yo.
-¿Si?- Pregunto.
-Hola Steven... Soy Emma.-
-Hola...- Digo con una sonrisa de oreja a oreja. Pensé que nunca me llamaría.
-¿Estás ocupado?-
-No, no... Estaba viendo la televisión.-
-Ah... Eh... ¿Aún quieres que nos veamos hoy?-
-Pues si...- Digo tratando de ocultar mi emoción.
-Mis padres salieron al centro comercial y creo que no volverán hasta tarde... ¿Quieres venir a mi casa?-
-Está bien...- Emma me da la dirección de su casa, y en menos de dos minutos, voy saliendo para allá. Pero antes, compro unos chocolates que creo que le van a gustar, y una vez que estoy allí, toco el timbre. Tiene una casa bastante grande que parece muy lujosa, y cuando abre la puerta, puedo ver que está perfectamente bien ordenada y llena de cosas que sólo alguien con mucho dinero tendría. Emma sonríe y se hace a un lado para que pueda pasar. La saludo con un beso en la mejilla y me invita a pasar a la sala. Se sienta al lado mío y me ve un poco nerviosa.
-Tu casa es muy linda...- Digo para romper el silencio.
-Gracias Steven...-
-¿Por qué no querías que la conociera?-
-No, no era eso... No es mi casa lo que me importaba...-
-¿Entonces qué pasa?-
-Son mis papás...-
-¿Qué pasa con ellos?-
-No quiero hablar de eso Steven... ¿Te parece si vemos una película y comemos popcorns?-
-¡Si!- Emma me sonríe y va a la cocina. Regresa con un bote de popcorns y pone en la televisión. Pone una película animada que nunca antes había visto y se sienta a mi lado. Como ayer, lo único que hacemos es ver la película y comer popcorns en silencio, pero a decir verdad, me gusta mucho estar a su lado.
Un rato después, cuando parece que los dos estamos más cómodos, se recarga en mi hombro. Es muy tímida, mucho más que yo. Volteo disimuladamente a verla, y veo que tiene los ojitos cerrados. Así que aprovecho la oportunidad y comienzo a acariciar cuidadosamente su cabello.
Parece que la película está por terminar, y los dos estamos muy tranquilos, pero en eso se escucha como la puerta principal se abre y de inmediato Emma se levanta y se pone pálida. Volteo a ver qué pasa, y veo a los que supongo que son los padres de Emma entrando a la casa. Los dos la ven primero a ella, y después fijan su mirada en mí y parecen algo enojados.
-Steven deberías irte...- Dice Emma incomoda.
-Pero... La película no ha acabado...-
-Hablo en serio... Ya deberías irte...-
-Yo... Supongo que está bien...- Trato de besarle la mejilla, pero me empuja con un poco de agresividad y me hace una seña para que salga de la casa. Me dirijo a la puerta y trato de saludar a sus padres con una sonrisa, pero ellos no hacen más que verme seriamente, así que simplemente salgo de la casa un poco confundido y me voy caminando hasta llegar a mi casa. Una vez allí, me encuentro que el único que está es Axl, y está viendo la televisión.
-Hola Axl...- Digo sentándome a su lado.
-¿Qué quieres?-
-Platicar...-
-Pues yo no. Lárgate, no quiero estar contigo.-
-¿Me darías un consejo por favor?-
-No.-
-Axl por favor...- Digo haciendo puchero.
-Te he dicho que conmigo no funcionan las caras de perro muerto que pones.-
-Oye somos amigos... Sólo quiero un consejo...-
-No, no. Eres el baterista de mi banda. No somos nada más.-
-Pero... Axl... Tú eres uno de mis mejores amigos.-
-No me interesa. Infantil de mierda.- Axl se levanta dejándome solo en la sala, y en la casa. Ya no voy a pedir la ayuda de nadie más. Voy a vestirme bien, comprar flores y chocolates para Emma, e invitarla a una cita formal. Me muero de ganas de conocer a esa chica, y ya no puedo aguantar más.

One in a million. (Steven Adler) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora