Desvío 9: Nada tan terrible

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-El resto del día pasó con tranquilidad. A la hora del atardecer, todos disfrutaban de los dulces de Asugi; pero de repente, Saizo vio que Azama estaba bastante distraído y pálido. Sin llamar mucho la atención, se acercó al hechicero.-

Saizo: Oye, Azama... ¿Qué te pasa? Pareciera que hubieras visto un fantasma.

-En ese momento, Azama suspiró. Todos estaban descansando y lo miraron. Setsuna estaba algo rara también, pero el más obvio era su esposo.-

Azama: Nada tan terrible. Sólo están atacando la aldea de mi hija.

-Un silencio sepulcral se hizo presente, hasta que fue interrumpido por la tos de Corrin. Se había tragado el dulce completo por la impresión y no podía respirar. Jakob y Ryoma se pusieron histéricos y comenzaron a gritarle a Corrin que escupiera. Al cabo de unos cuantos segundos, Shiro y Dwyer fueron bastante más inteligentes al ayudarle a escupir el dulce. Poco después Corrin, con los ojos llenos de lágrimas por reacción del cuerpo, comenzó a frotar su cuello mientras miraba a Azama.-

Corrin: ...Eso... es... mucho... peor... Tenemos... que... rescatarla... 

-El dulce había provocado una ligera inflamación en su garganta, haciendo que su voz apenas fuera audible. Hinoka había golpeado a Ryoma por histérico y Azura había hecho lo mismo con Jakob porque ni siquiera había intentado hacer algo. Solo había gritado. Ambos estaban tirados en el suelo con enormes chichones en sus cabezas.-

Dwyer: Vaya mayordomo eres... Ni siquiera ayudaste a tu amo.

Azama: Sí, supongo que debemos ir, pero todos moriremos algún día.

Takumi: Oye, no seas así... ¡Estamos hablando de tú hija! ¡Vamos ahora!

Azama: No es bueno ser impaciente...

-Corrin comenzó a correr hacia la aldea, seguida por sus compañeros. Ryoma era arrastrado por el suelo por Shiro y Dwyer hacía lo mismo con su padre. Al cabo de unos pocos minutos, habían llegado a la aldea y habían descubierto con gran desagrado que ésta estaba destruida. Ryoma estaba de pie junto a su esposa, aunque su cabello no tapaba el chichón que Hinoka le había hecho. Jakob observaba la aldea al otro lado de Corrin. También tenía un enorme chichón.-

Corrin: Mierda... La aldea... está llena... de... enemigos...

Saizo: ¡¿Dónde está tu hija?!

Azama: No lo se... No la veo... ¡Oh! ¡Siento una calma en el aire! Está bien.

Saizo: Lo dudo. Mira cómo está este lugar, idiota.

Azama: Seguro Mitama está bien. Su casa es muy segura. -Apuntando con su dedo, les mostró a sus compañeros un enorme templo que se alzaba en la aldea.- ¿Ven? La casa está en pie. Está bien.

Corrin: (...) Vamos... a ver... que esté... bien... So imbécil...

-Corriendo hacia la aldea, comenzaron a pelear para proteger ese gran templo. A pesar de la molestia en la garganta de Corrin, ella pudo pelear sin ningún problema. El chichón de Ryoma comenzaba a deshincharse, al igual que Jakob. Ambos peleaban intentando proteger a Corrin, aunque estaban bastante avergonzados por no haberla ayudado. Azama avanzaba a través del campo de batalla mientras les decía a los enemigos que morirían en unos minutos. Rato después, aún rodeados de enemigos, todos estaban frente al templo. Azama fue el primero en acercarse al gran templo.-

Azama: ¿Mitama? Toc-toc. Soy tu padre. ¿Estás ahí?

Mitama: ¿Q-quién es?

Azama: Ah, sí estás. ¿Puedes salir? Si nos dejas entrar, también ayudaría.

Fire Emblem Fates: BirthrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora