Yuuri se puso una mascarilla al salir de la floreria con aquel tipico ruido de la campana que llegaba a ser más alarmante a estas horas de la noche.
Victor se había quedado unos minutos para tratar de convencer a Mari de acompañarles, pero ella, como muy buena hermana, se negó. "Estaré bien. Es una situación donde todos ganamos, ustedes pueden tener tiempo a solas finalmente y yo me puedo quedar aqui con Makkachin a quejarme de la vida, entre otras cosas."
Antes de que la vitrina principal de la tienda se desapareciera de su vista, pudo ver a su hermana haciendole una serie de gestos que menores de edad no entenderían, seguidos por unos cuantos guiños rapidos. Este suspiró para si mismo en verguenza y sostuvo la mano de Victor, la cual le calmaba antes de hacer que se pusiera a contemplar absolutamente todo en nada de tiempo.
Se acordaba perfectamente de la primera vez que le vio. Fue por la televisión, hace unos 12 años atrás. Aun tenía esperanzas en ganarse un nombre por si mismo en el mundo del patinaje en ese entonces, pero bueno, a la edad de diez años...¿Quien no?
La hermosura de Victor se notaba a traves de sus movimientos, de su versatilidad. La masculinidad en sus saltos y feminidad en sus expresiones y movimientos con sus manos. Victor se expandía hacía el mundo como un aguila en libertad y Yuuri nunca tuvo la oportunidad de quitarle los ojos de encima. No, desde que supo de su existencia, cada día terminaba cautivandole en diferentes formas que a este punto no podría llegar a explicar, ni a él o a sí mismo.
Hoy día era uno de esos días, y el joven ruso no tuvo que hacer nada más que tan solo tomarle de la mano para que este se perdiera en sus pensamientos justo como miles de otras veces en el pasado, excepto que esta era levemente diferente. Esta vez hizo que recordara que estaba aqui, que era real...que aquel hombre que había puesto en un pedestal por años prefirió estar a su lado...por alguna razón que explicarían los cosmos en el futuro, o algo así diría Minako-sensei.
Estaba oscureciendose a una velocidad paulatina; las calles de Hasetsu se llenaban de vendedores ambulantes con delicias tipicas y el cielo de diferentes paletas de colores. No podía sentir la mano de Victor directamente gracias a sus guantes cubriendole, pero aun así no podía evitar sonrojarse al hacer aquel leve contacto. Calmate Yuuri, tienes veintidos años, no cinco .
El Ruso albino logró convencerle para ir a una fiesta en el bar Aisetsu, cosa que solo ahora le empezaba a parecer extraño que cediera sin ser presionado. Yuuri no era un tipo social, y cuando quería serlo tenía que al menos tomarse seis copas de champaña. Esperen...esperen, esto solo iba a ser un deja vu especialmente tragico que con ferocidad se grabaría a si mismo en su disco duro.
¿De verdad soy así de estupido? Hay muchas posibilidades de que vaya a emborracharme en frente de Victor y viendo como actuo igual que mi padre en ese estado es tambien muy probable que vaya a terminar quitandome la ropa y que me ponga a bailar la macarena semi-desnudo. Puede que eso lograra seducir a mi madre cuando eran jovenes, pero al menos mi papá tenía sex appeal en ese entonces. Lo unico que tengo yo son kilos de más y un segundo mentón.
Sus inseguridades de siempre volvían a controlar cada nervio en su cuerpo, haciendo que este parara su agitado caminar de una manera bastante torpe. Dejó ir la mano de Victor (de verdad...¿Que clase de idiota era? ¿Cuantas oportunidades iba a tener de volver a hacer contacto mano a mano?)
Cada flor se decae, las amistades igual.
Ese recordatorio fue lo suficiente para estrangular sus manos entre si, con el furioso ruido de los autos pasando por al lado suyo -cosa que solo aumentaba su ansiedad-. No podía ni mirarle a los ojos, era en estos momentos donde se sentía debil y desnudo ante cualquiera que le mirara, donde sus inseguridades eran tan obvias como el nerviosismo representado por las leves gotas de sudor cayendo por su rostro. Contar hasta tres no me va a servir.
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Bouquet de Media Noche (Fic Victuuri)
FanfictionAzucar, flores y muchos colores; estos son los ingrediente para- okay, no esto no tiene nada que ver. imaginen un mundo donde Yuuri es demasiado cobarde y termine siendo un florista en vez de un patinador. Imaginen que en todas esas posibilidades, s...