Maratón Especial: Santa en sus casas XD 2/3.

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17. Esto no es posible.

Luego de pensarlo un rato decidí buscarme una hoja de papel, tijeras y al Tin-Tin de Mabel, decidí escribir una carta declarando lo que quiero con ella... Obvio dejando todo confuso a lo que me vendrá a preguntar, yo tengo pensado desaparecer por un día o disfrazarme, luego al día siguiente aparecer en donde duerme Will... Seguro me va a llevar a la sala para hablar de la carta y de mi desaparición... Luego le digo lo que ahora llamo: "Projecto P" y de seguro ese estúpido demonio nos va a escuchar... Y se va a delatar sólo ¡soy un genio!

-Ya terminé... Esto no tiene errores de ortografía pero no es coherente... ¡Es perfecta!- sonriente fui hasta la cocina de la cabaña del misterio y lo puse en el abrigo de cuero negro que ahora acostumbra a usar al salir.

Me escondí debajo de la mesa... (Que maduro ¿verdad?) y esperé a que mi queridísima mujer apareciera...

-Gracias Mabel... Ojalá que con esto le baje la fiebre...- dijo extendiendo su mano al abrigo.

-Tranquila, lo tratas como un niño pequeño- dijo Mabel entre risas.

-para mi es como un niño... Es delicado con la comida, es un poco dormilón, es sumamente tierno y dependiente...- explicó alegre dejado de acercar la mano al abrigo.

-Veo que le tienes mucho cariño-

-Si... Me siento como una madre para el... Aunque el no piense igual...- dijo.volteando a Mabel

-Ahora yo digo... ¿por que no lo dejas ir? Sí al fin y al cabo el es un demonio y tu eres una humana... No tienen relación alguna- dijo Mabel.

-No puedo dejarlo tirado después de la promesa que le hice...- dijo con melancolía en su voz.

Flashback:

Un golpe sé escuchó, al darme vuelta pude ver a Dipper G que recién había golpeado a alguien.

-¡ESCLAVO INUTIL!- dijo y el mismo lo patio para luego dirigirse a mi para levantarme de mi estúpida caída.

-¿Que le has hecho?- pregunté.

-Lo que se merecía, es un inutil... Pero los demonios dispuestos a estar a nuestros pies no son factibles en está economía- dijo mientras me levantaba.

-No me toques... Dejame ver si esta bien... Luego vuelvo al entrenamiento-

-Hey, princesa, ven, no te preocupes por el... ¿O acaso eres una gatita callejera?-

-Prefiero ser callejera que entrenar con un perro como tu- dicho esto me fui a buscar al joven azulado.

Luego de caminar por varios pasillos, entre a la enfermería encontrándome al chico que se volteó a verme con miedo y lágrimas en los ojos.

-No llores, por favor... No te haré daño- tranquila Me acerqué a donde estaba él.

El se limitó a estar en silencio.

-No te asustes, yo te curaré... Veo que tienes una piel demoníaca muy fina... Tranquilo, esto se me es familiar...- mientras hablaba me observaba atentamente mientras yo buscaba algodón y alcohol.

-¿Sabes? Yo tenía un amigo... Un compañero de vida, era y/o es muy parecido a ti... Pero amarillo y un completo idiota, tiene la piel igual de fina que tú... Recuerdo que una vez tuve que vendarle los dos brazos por los golpes que se había dado... Era un completo inutil...- decía recordando momentos divertidos con Bill.

-Eso... Eso significa... ¿Que yo también soy un inútil?- es lo único que se dedicó a decir.

-No quise decir eso... Estaba hablando de un amigo... Tu piel fina me recordó buenos momentos... No llores por favor... Además... Veo que de personalidad son totalmente distintos...- intenté consolarlo para luego acercar un poco de algodón con alcohol a su herida.

Dipper y tu: ¿Te Conozco?(libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora