Tercera Parte

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Cuando despierto por culpa del molesto tono de mi móvil, me doy cuenta que ya ha oscurecido. Intento moverme para cogerlo y resoplo por no conseguirlo. Tengo prácticamente a Justin durmiendo sobre mí. Apenas puedo moverme que él gruñe un poco y me aprieta más. Le odio y amo a partes iguales en momentos como estos.

- Me estas aplastando- murmuro removiéndome, siento su sonrisa en mi cuello y él vuelve a apretujarme contra él- Como pesas, eres un gordo- le molesto, él vuelve a gruñir

- Soy un gordito muy sexy- murmura con voz ronca y se remueve sobre mi, rozando su miembro como mi estómago y me muerde la mejilla

- Si, claro, súper sexy. Ahora quítate, me vas a matar- dramatizo jimiqueando, él enarca una ceja y se recuesta a mi lado

- Que exageradas eres- besa mi mejilla antes de darse la vuelta con la intención de seguir durmiendo y no puedo dejar de desaprovechar ese momento para pellizcarle el culo. - ¡Oye, pervertida! - río con fuerza y lo siento reír también.

Mi móvil vuelve a sonar y no hace falta ver la pantalla para ver que se trata de mi madre. Si contesto debo seguir mintiéndole, no solo a ella también a toda la familia, y si no contesto se preocupará y es capaz de ir hasta California y no puedo correr ese riego; yo estoy muy lejos de allí.

- Hola mama- la saludo fingiendo normalidad, Justin se da la vuelta en la cama para verme

- Cariño, ¿Por qué no me cogías el móvil? Estoy desde ayer llamándote.

- Lo siento mama, es que en estos días estoy teniendo mucho ajetreo, ya sabes, clases, trabajos, exámenes y el poco tiempo que me queda lo aprovecho para dormir- me muerdo el labio. Me he vuelto una experta mentirosa. 

- Oh, cariño. Lo entiendo, esta bien. Te manda saludos papa

- Dile que besos de mi parte- sonrío al imaginarme a mi padre en el sofá enganchado viendo el partido. 

- Le diré. ¿Cómo estas, cariño? ¿Ya sabes cuando podrás venir a hacernos una visita? Hace varios meses que no te vemos- la siento hacer un mohín de queja del otro lado de la línea

- Pronto mama, en cuanto pueda- ruedo los ojos y Justin sonríe a medias mientras vuelve a darme la espalda...

Con paciencia hablo con mi madre lo que me parece una hora, un siglo o un mileno, mientras me invento una vida llena de estudios y esfuerzo para sacarme la carrera de ingeniería. Casi siento pena porque mi familia cree en todo lo que digo, incluso en las ocasiones que han querido ellos venir a visitarme me las he arreglado para inventar una buena excusa. Bueno, la mayoría de veces son mérito de Justin.

Suspiro hondo. Mi vida ahora es muy diferente a lo que ellos piensan. Tengo múltiples "personalidades" siempre que nos trasladamos a un sitio nuevo es con nuevos documentos, nuevo nombre, nueva edad, fotos con un color de pelo distinto, incluso a veces fingimos ser hermanos, lo que resulta divertido a veces. Se trata de que nunca sepan mi verdadera identidad, de que en el momento que sepan quienes han estado efectuando esos robos nosotros ya estemos en otra cuidad y con otra identidad. Puede parecer pesado, pero es lo que quise.

Y debo reconocer que me gusta, esa adrenalina que siento cuanto entramos a un lugar, cuando veo a Justin levantar el arma apuntando a los demás, me siento nerviosa y me excito a la vez, se ve tan varonil, tan sexy con su voz ronca, seguro de sí mismo y dando órdenes, realmente es intimidante y me enloquece, me podría quedar todo el día mirándole, admirando su entereza a la hora de hacer las cosas y de actuar, con sólo una mirada yo ya sé lo que tengo que hacer, mientras él amenaza al resto, los mantiene asustados y a raja tabla yo me encargo de coger todo lo que pueda y, con suerte, nos vamos de allí antes de que llegue la policía.

- ¿En que piensas?- me pregunta, yo le miro y veo que esta de espaldas a mí

- Ayer estuvimos muy cerca. ¿Te has deshecho del coche?- él asiente

- Tenemos que mantener un perfil más bajo por unos días

- Lo se- digo suspirando profundamente

Me acerco a él y lo rodeo por detrás, siento su sonrisa y beso su nuca, él se aparta un poco de mi al inclinar la cabeza y veo lo que esta haciendo. Se esta preparando una raya de cocaína. Lo veo inspirarla y luego saborear un poco con sus dedo. Mi corazón se acelera: yo también deseo probarla. Muero por sentirla en mí, por saborearla, mi boca se seca sólo con pensarlo, ver a Justin hacerlo me incita más a querer también. La cocaína es la entrada a otro mundo. Es mi segundo paraíso. 

- ¿Quieres, cariño?- me pregunta, asiento ansiosa como una niña, él sonríe y me posiciona delante de él, me sostiene el pelo mientras yo me meto una raya y sonrío con satisfacción.

Esto. Es. Vida.

Runaway Baby {Justin&____}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora