...

8 1 0
                                    

¿Quieres saber cómo se siente? Bueno no sé por dónde comenzar, lo primero que escuche fue un pequeño ruido en mi corazón. Ese sonido era como el de una chiquita y delicada taza de porcelana cuando se cae al suelo rompiéndose en mil pedacitos. Sí, mi corazón se rompió como esa tacita o tal vez se encogió como la cabeza de un alfiler. Esa soledad que se agrandaba cada vez que una persona más se iba o se alejaba de mí. Sentía un enorme vacío en mi interior. Mírame a los ojos. Observa el dolor que ellos reflejan. Fíjate que tan profundos son. Ellos te demostraran todo sin siquiera decir una palabra. Aunque mis labios pueden susurrarte con unas simples palabras lo que siento. Mis oídos pueden escuchar la lluvia que se asimila al de mis ojos al llorar. Mi nariz puede oler lo que la suave brisa trae de los bosques silvestres y la tierra mojada por el mismo diluvio. Mi piel puede sentir recorrer aquellas frías gotas de lluvia. Y mis manos… sentir como todo se desliza entre sus dedos, perdiéndolo todo sin poder hacer nada.
Lentamente me estoy destruyendo. Me desarmo como un rompecabezas que alguna vez estuvo armado y completo. Esas piezas se van perdiendo con el tiempo o solo buscan otro rompecabezas para intentar encajar, pero aunque no lo logren fingen que sí. Ahora en este momento solo miro mi paisaje favorito. Sí. Ese cielo gris que tanto me encanta. Hace que tenga mil emociones pero a la vez no. Siento que soy como esas nubes opacas, vacías pero con mucha agua. Te recuerdo como solía ser antes de que todo me “matara”. Era demasiado dulce como la miel. Tan amable que no podías criticar mis acciones. Muy pura como una rosa. Era inocente como un bebe. Pero conservaba la gracia de un payaso para que todos pudieran reír y estar alegres. ¿Qué más?... Ah sí… después me convertí en lo que soy ahora. Un cuerpo sin vida. Fría como un hielo. Absorbida por la oscuridad. Me encontraba en agujero negro sin salida. Y todo porque ya nada era lo mismo. Todo el dolor era como si me hubiesen golpeado de todas las formas posibles, esto también me llevaba a no tener apetito. Te cuento que las lágrimas son esos cristales líquidos de sal que bañan en ocasiones nuestras mejillas. Me lastimaron, me dejaron sola, me apuñalaron… bueno ya que, te conté lo que se siente. Me despido, ya me voy, espero volver a verte. Comienzo a sumergirme lentamente en el agua fría de la tina. Recuerdo por última vez todo y cierro mis ojos para siempre.
En una pequeña pradera llena de flores y árboles, entre una ramita florece una bella y delicada mariposa. Volvió de la forma más bonita y como debía ser siempre. Ella debía seguir siendo pura pero de una manera más sana, donde nadie la volviera a lastimar.
          “Pasamos página, pero dejamos doblada la esquina…”

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Quieres saber cómo se siente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora