Parte 1: Un cargo a la conciencia

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Cierto día, mamá y papá salieron de casa, por asuntos de trabajo, y nos dejaron a mi hermana menor (Elissa, 9 años), mi hermano mayor (Tomas, 23 años) y a mi (Karol, 17 años) a cargo de las labores del hogar...

Elissa, muy inquieta, comienza a buscarme problemas, voy corriendo detrás de ella, bajaba tan rápido las escaleras que Elissa resbaló y empezó a rodar. El mundo se me vino encima, no sabía qué hacer!! Me sentía horrible, por mi culpa mi hermana rodó por las escaleras, soy la peor hermano del mundo!! Comencé a sacudir la cabeza, caminar de un lado a otro, y a llorar...

Hasta que se me vino a la mente una maravillosa idea, culpar a Tomas por la muerte de Elissa, sentiría que soy un monstruo, un gran peso a la conciencia, pero era capaz hasta de venderle mi alma al diablo con tal de no perder la confianza y el amor de mis padres, y no quiero ir a la cárcel! Quiero ser libre! 

Empecé a organizar la escena del crimen, dejé a Elissa al borde de las escaleras sin dejar huella alguna para que nadie sospechara que fui yo, comencé a golpear mi cabeza contra la pared tan fuerte que en cuestión de segundos, caí al suelo completamente desmayada...

Cuando desperté, vi que no estaba en mi casa, estaba en el hospital! Con mamá al lado y a papá golpeando la pared y lamentando la muerte de Elissa, me sentía tan culpable que comencé a llorar para no levantar sospechas...

Pregunté por Tomas con cara de confundida, y mamá se puso peor de lo que estaba. Papá llorando me dijo que Tomas había asesinado a Elissa, que cuando ellos llegaron encontraron a Elissa muerta, y a mi en el suelo...


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⏰ Última actualización: Dec 21, 2016 ⏰

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