¿Qué?..fue un desliz..¿feliz?

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(Gery)

Si estas pasando por un infierno, sigue avanzando (Winston Churchill)

Esa frase es la que había grabado en mi piel la última vez que el dolor llegó a mí, ahora frente a mi espejo la imagén que reflejaba sobre él intentaba convercerse de ese mantra que se había autoimpuesto durante los años de universidad.

Quería convercerme que el dolor se había ido, pero no podía engañar a mi mente, mis lágrimas barrian por mis mejillas, fue duro volverlo a dejar, fue duro dejarlo en su casa cuando en su cara se reflejó el dolor y la soledad, fue simplemente duro..abandonarle.Otra vez.

Los recuerdos de esa tarde los grabaré y los atesoraré pero el es mi maldito veneno, el cual me va matando lentamente, sacándome el aire hasta que mi corazón deja de latir. Mi móvil vuelve a sonar, no ha parado desde que salí de su casa sé que es Javiera preocupada por no ir a cenar con ella, no tengo hambre, sin embargo me siento llena, de dolor. Vuelve a sonar el teléfono y esta vez es un mensaje mi corazón se apreta al ver quien es.

Saúl

¿Estas bien? Xq no me coges el mv enana? Tenemos que hablar

Ahora es cuando me pregunto si veraderamente tuviera reales sentimientos ¿habría echo lo que hice?¿Un desliz, quizás?. El timbre de mi casa suena sacándome de mi ensoñación, trás la mirilla veo a una Javiera cabreada balanceando su bolso hacía los lados, nerviosa.

Abrí la puerta y ya podía percibir su grito pero simplemente me abrazó, devolviendome a la realidad y recordandome que no estaba sola.

-Dios!! ¿Me tenias preocupada sabes?- dijo contra mi oído lentamente si soltar su agarre de mí.

-Se acabó..-retuve el sollozo que se adelantaba por mi garganta reteniendome el poco aire que ya me queda.

-Shh...-susurró paseando su mano por mi cabello, como él lo hacía antes- No vas a estar sola nena..nunca ¿ me oyes?- se separó ligeramente de mi y posó sus manos en mis húmedas mejillas enviandome una mirada tranquilizadora. No sé que haría sin ella -Vamos a sentarnos y cuéntame que pasó ¿Quieres?- me apretó su agarré en mi muñeca y me dirigió hacía el sofá, dejándome caer como un peso..sin vida.Muerto como mi alma.

-El era el socio con el tenía el almuerzo hoy ¿Por qué siempre el jodido destino me lo cruza en el camino? Hacía siete años que no lo veía, lo había superado y en menos de una semana ha vuelto a poner mi mundo patas arriba. Lo odio - escupí con lágrimas cayendo por mi rostro - Se suponía que después de lo que pasó no volvería a verlo y de nuevo está aquí ¿Por qué?. Dios!!! te engañaría si te dijera que no ha pasado por mi mente desde que lo vi el otro día y..y..y.. hoy me sentí vulnerable, olvidé todo el daño que me hizo y me sentí como sólo él me ha sabido....- estallé en un sollozo. Javiera me arrastró hacía su regazo, me acariciaba la espalda con delicadeza.

-Sabes Gery...algunas veces el corazón ve lo que es invisible para el ojo- soltó un suspiro - Ustedes han estado desde pequeños juntos,se han odiado, querido y amado y pesar de todas las mierdas que pasaron siempre siguieron adelante, él siempre ha sido tu talón de Aquiles y el otro día en su mirada ví reflejado el anhelo de un corazón vivo cuando simplemente llegastes a él celosa porque lo vistes bailando conmigo...eso amiga siento decirte es que tu no lo has olvidado, quizás porque no lo veías no recordabas y enterrastes los sentimientos, pero ellos -señaló mi pecho con su dedo- ...muestran el camino de donde quieren estar. Ahora depende de ti..déjalo ir o ámalo- suspiré pesadamente y miré a sus ojos castaños.

-¿Qué haría sin ti?Gracias...pero tengo tantas dudas, desde que Saúl se confesó estoy tan....-Javiera me cortó la frase.

-El está ocultando algo Gery, no sé lo que es, pero no te fies es uno de nuestros mejores amigos y por eso se cuando está actuando extraño, por favor, se que algo pasa- soltó ella de repente.

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