Unica parte.

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Los niños cautivan la inocencia que ningún otro ser humano puede crear. Porque con un simple juego de niños el amor mas puro puede existir.

(...)

Era verano y la suave brisa corría por los arboles creando que unas pequeñas hojas cayeran de ellos y con una luz deslumbrante que iluminaba el color celeste del cielo.

Un día de esos donde los días brillaban mas que los anteriores, estaba Alejandro. Un chico no muy sociable con los de mas niños, un poco solitaria, con pocos amigos, orgulloso y un poco borde en algunas ocasiones. Aparte le gustaba mucho los vídeo juegos y el fútbol.

El caminaba por la calle que estaba desierta por donde el vivía, no era de extrañarse eran vacaciones de verano y la mayoría de las familias salían a pasear y a divertirse. En cambio su familia no eran como las demás, sus padres siempre trabajaban la gran parte del día y aveces ni tenían tiempo de charlar con el. Como sus padres no estaban siempre se encontraba solo en casa y aparte era agobiante porque se aburría mucho y no tenia hermanos con quien jugar al ser hijo único.

Decidió salir solo a jugar fútbol mientras regresaban sus padres, en un descuido suyo al estar pateando el balón, este cayo en el jardín principal de los nuevos vecinos, entro al jardín de ellos sin permiso para recuperar el balón que se encontraba a un lado de una maceta de claveles rojos. El sabía perfectamente que era incorrecto entrar a un casa de desconocidos y sin permiso, pero no tenía otra opción ya que el pensaba que nadie se encontraba en casa. Se fue acercando poco a poco hacía su balón, cuando de repente escucho una voz desconocida.

—¿Quién eres?pregunto aquella voz.

Alejandro al estar a espaldas de aquella voz se dio la vuelta con un poco de nerviosismo y temor, para ver quien era la persona que dijo aquellas palabras.

Amm... Alejandrodijo un poco inseguro mirando  a aquella personaVivo en aquella... ca-sa.

Ambas personas se miraban frene a frente sin pronunciar alguna palabra, solo se oían sus respiraciones. El ambiente se empezó a tensar ya que ninguno hablaba y a tensar con un poco incomodidad, hasta que uno decidió hablar.

Se puede saber...—hizo un breve pausa de unos segundos—¿Qué haces en el jardín de mi casa, sin permiso?— dijo aquella persona mirando lo fijamente a Alejandro.

Alejandro no dudo en responder, porque tenía sus razones, pero esas razones no justificaba que entrara sin permiso de los propietarios de la vivienda.

Mi balón cayo en tu jardín por accidente— dijo señalando el objeto —y como pensé que no había nadie en la casa, brinque la cerca, para recuperarlo.

mmm... vale, supongo ¿que a robar no viniste?....

No a robar, por quien me tomas— al terminar de pronunciar aquellas palabras este soltó un pequeña risa, que al momento el otro se unió a ella estallando en carcajadas.

Me llamo Frankdijo con una sonrisa en sus labios.

Frank a comparación de Alex el era muy sociable con muchos amigos, que dejo a tras por la mudanza a un nuevo vecindario. El era un chico de 11 años, un año mayor que Alejandro, un poco mas alto, ojos color cafés, cabello pelinegro y que también le gustaban lo vídeo juegos y el fútbol.

Juego de Niños | sTaXxbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora