Capítulo 9

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Mientras tanto Sarah, veía una película para lograr dormir pero el ruido de la gran fiesta que tenían al lado, le impedía ver la película.
Quería ir y decirle que bajara el volumen, pero si lo hacía claramente se pondría a discutir con él y no quería que eso sucediera.
Eran las dos quince de la madrugada y seguía sin poder dormir.
Los minutos pasaban y la fiesta seguía con la música a todo volumen.
Decidió ponerse sus audífonos, conectarlos a su celular y escuchar de su música para poder dormir. Logrando su objetivo.

Despertó a la mañana siguiente, era un hermoso día sábado con un sol radiante y el cielo completamente celeste.
Se dio un baño y cambió su ropa, hacía calor, así que se colocó algo adecuado para el día.

Desayuno rápidamente para después ordenar su apartamento.
Prendió la radio para escuchar algo de música, subió el volumen de esta, y comenzó a limpiar.
Primero fue por su habitación, para luego continuar por el baño, living y la cocina.

Mientras tanto, Dylan estaba tirado en la cama con un brazo cayendo de esta.
Se despertó por la música que había puesto Sarah, levantó su cabeza de la almohada y al momento en el que realizó ese movimiento un dolor de cabeza lo invadió.

-Oh mierda -se quejó llevando su mano a la cabeza.

Se levantó de la cama y caminó al baño, lavó su rostro y en el botiquín buscó alguna pastilla para su insoportable dolor.
Luego de eso, se encaminó al balcón.
Sin poder abrir bien los ojos, por el brillo del sol que llegaba directo a su rostro. Se quedó ahí unos minutos para tomar un poco de aire.
Pasaron unos minutos, y la castaña salió al balcón, miró a Dylan y verlo en ese estado le causó algo de risa.
-Te despertaste temprano, eso es impresionante -se burló.

-Fue tú culpa -comentó- por poner música tan fuerte a esta hora.

-Perdón, pero yo también puedo poner música, ¿o no? Además yo lo hago durante el día, no a la una o dos de la madrugada - suspiró para calmarse- no quiero pelear contigo, así que mejor...

Dio media vuelta para entrar a su apartamento.
Dylan puso los ojos en blanco y entró a su apartamento también.
Habían discutido nuevamente era casi imposible que no lo hicieran.
Pasaron varias horas llegando a ser las cuatro treinta y cinco de la tarde.
Hacía un calor insoportable, así que Dylan invitó a los chicos al apartamento para bañarse en la piscina que se encontraba en la parte trasera de este.
La piscina era general para todos los que vivían ahí, por esta razón, no eran los únicos bañándose.

Entraron un rato y luego se pusieron sus lentes y se sentaron en las sillas para tomar sol que estaban en una esquina de la piscina. Conversaban, reían y observaban a las chicas con bikini que pasaban por ahí.

Hasta que vieron a un chica que se robó la mirada principalmente de Aaron. Venía acompañada de su amiga, Selena y Alice se dirigían a ellos.

-Miren quien viene allí -dijo Aaron levantando sus cejas una y otra vez.
Aaron siempre había querido a Selena, era su amor platónico.

-Se ve tan linda.

-Deja de babear -bromeó Dylan.

Las chicas se acercaron.

-¡Hola! -saludaron.

-Hola Dylan -dijo Selena.

-Hola -dijo sin prestarle mucha atención.

Pasaron unos cinco minutos desde que Aaron había comenzado a hablar con Selena, cuando salieron tres chicas a la piscina, se sacaron la ropa que traían quedando en bikini.

-¡Vamos! -gritó Emily mientras corría para lanzarse a la piscina seguida de Rebecca.

-¡Vamos Sarah lánzate!

Futuro Incierto. Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora