Capítulo 38

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¿Qué se supone que debo hacer ahora? Jongin aún duerme a mí lado, y no es para menos. Aún es muy pronto, creo que aún ni siquiera son las ocho de la mañana ya que el sol aún estaba demasiado bajo. Los recuerdos de la pasada noche anterior solo consiguen que me sonroje. Tengo la tentación de comenzar a removerme en la cama, pues se me había dormido un brazo y el idiota la usaba como almohada, pero me daba pena despertarlo... Dios mío... ¡AHHH! Quiero gritar, pero no puedo y eso es frustrante. No quiero tampoco que él note mi emoción por haber tenido ya relaciones sexuales con él. Dignidad ante todo Kyungsoo. No lo olvides. ¡Le dije que lo quería! No pude encontrar otro momento para eso, no. Tuve que decírselo así, en plena noche mientras... pues eso.

-¿Ya estás despierto, Kyungie?

Su voz provocó que me sobresaltara, para gracia de él. El primero golpe del día no tardó en ganárselo, chocando mi puño contra su garganta, riéndome al escucharlo toser. Se lo merecía.

-Has despertado de mal humor...

-Tú eres quien me pone de mal humor, Garrapata. ¡Quítate de mi brazo!

Sin esperar que se apartara, saqué mi adormecida extremidad, dándome ligeros masajes después para intentar frenar el hormigueo de este. Sentí como Jongin se removía bajo las sábanas, colocándose sobre mi cuerpo para estirar una de sus manos a la mesita de noche junto a mi lado de la cama, rebuscando en los cajones.

-Hemos utilizado casi la caja entera, Kyungsoosie. En una sola noche.

Esa sonrisa burlona me incitó a volver a golpearlo. Tan temprano y ya me estaba poniendo nervioso. Él solito se cavaba su propia tumba.

-¡No exageres! S-Solo fueron dos veces...

-Dos en los que estuviste consciente.

-¿¡Qué!?

Antes de que comenzara a gritar por el obvio hecho de que mientras dormía seguramente me había violado, Jongin ya estaba sacando otro preservativo, callando todas mis quejas de un segundo a otro. ¿Es que siempre iba a conseguir molestarme de un modo a otro? Admiraba la forma en la que era capaz de hacerme olvidar de todo...

[...]

-¿Y cómo les fue en Estados Unidos? –Preguntó Baekhyun una vez llegó nuevamente a mi lado con dos refrescos.

El día anterior, cuando por fin pisé tierra coreana, no había tenido cuerpo para hacer otra cosa más que dormir. Había llegado cansado, adolorido, sudoroso y muy incómodo. Las horas en avión habían sido un auténtico infierno. Aunque lo compensaba con casi un mes de vacaciones con Jongin.

-Fue genial. Conocí bastantes sitios. ¡Disneyland! Y las madres del idiota son un amor. He bajado de peso a pesar de ponerme morado a todo tipo de comidas.

-Seguro que mantenías tu cuerpo activo de alguna manera... ¿Me has traído algún regalo?

Su cambio repentino de tema me hizo entrecerrar los ojos. Si le había comprado algo, a todo en realidad, pero las ganas de hacerlo sufrir eran más grandes que mis ganas de darle su pequeño recuerdo de mis vacaciones.

-¿Qué ha sido de ti durante este tiempo? ¿Algún progreso con mi hermano?

-¿Tu hermano? ¿Ese quién es? No, ya me he dado por vencido con él. No hay manera de que se fije en mí... y tampoco es taaaan guapo.

-Te ha rechazado otra vez por lo que veo. –Mis palabras tuvieron el efecto esperado pues no tardó en atragantarse con la coca-cola.

-¡No lo ha hecho!

Sí, mi amigo era definitivamente idiota pero era también parte de su encanto. ¿Qué le habrá hecho cambiar de opinión respecto a Minseok después de siglos tras él? Bueno, siglo nos, pero se queda bien entendido que ha sido mucho tiempo lo que ha durado su fijación en él.

Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora