Capitulo 4. One, two, three. What happens in the hide and seek?

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Harry Edward Styles

El calor del vapor golpeó mi rostro en cuanto se abrió la puerta. Y ahí estaba ella, con su diminuta figura cubierta por una simple toalla blanca de algodón. Tan solo una simple toalla. Se veía tan graciosa con otra toalla, sosteniendo ese poco cabello rubio-oscuro que tiene.

Una de sus finas cejas se alzó en cuanto notó mi presencia.

-¿Te puedo ayudar en algo?- miraba indiferente a mis costados, evitándome.

-Sí. Te acabo de preguntar, ¿si te gustaría jugar?- subo y bajo mis cejas con rapidez, tratando de hacerla sentir incómoda.

-¿Cuántos años tenés? ¿Ocho?- esta chica se creía mucho más que yo, y no iba a permitírselo.

-Siete, en realidad.- rodó sus ojos, a lo que yo reí. –Elegí… o podemos jugar con las muñecas, o a las escondidas.- le guiñé un ojo, y luego comencé a susurrar.- De preferencia elijo el segundo juego.- ella hace una cara de desagrado, aunque su rostro siga viéndose como el de una modelo de las revistas esas que lee Anne.

-Con permiso, me tengo que vestir.- me empuja el brazo derecho, haciendo su propio camino a la habitación, cuando Gemma se cruza en este. – ¡Oh, m*erda!- 

-¿Qué es m*erda?- su pequeño ceño se frunce.

-Nada, Gemma. Nada.- me acercó a la extraña, y le susurro en su oído.- No te atrevas a hablar de esa manera en mi casa. –

-Yo hago lo que quiero, cuando quiero.- dice entre dientes, aún sonriendo, enfocando su mirada en mi hermana.

-No lo creo. Soy capaz de echarte, y quedarías en la calle.-estoy harto de tragarme cada palabra o sentimiento que tengo. Esta mujer es una intrusa, no sé quien se cree que es… ¿Quién es?

-¿Ah sí? Bueno… si eso crees, pensá de nuevo. Porque si me ‘’echas’’, vas a tener que decir ‘’Adiós, herencia’’ ¿o no nene bonito?- me mira, mientras una sonrisa se expande en su rostro.

-¿Pensas que soy bonito?- mi ceja izquierda, sube ya por inercia.

-Es gracioso como solo escuchas la parte que te conviene, y no el hecho de que pienso que sos un nene.- coloca toda su atención en Gemma, quien se nota a leguas que está impaciente por llamar la atención nuevamente.- ¿Qué pasa, preciosa?-

-Quiero que juegues con nosotros.- responde sin un rastro de timidez.

-De acuerdo.- me sorprendo. La magia que provoca una niña de cinco años. –Todo por vos.- dice mientras toma una de sus mejillas entre su pulgar e índice. –Pero… tengo una idea. ¿Por qué no me esperan a que me ponga algo de ropa?-

~~

-Dos Mississippi… Tres Mississippi…- escucho gritar a mi hermanita a lo lejos.

Mientras me encuentro aquí, atrapado entre la pared de caoba, y los grandes y viejos sacos de piel que mamá tiene hace años… pienso en Camille. Su relación con mi padre. El simple hecho de pensar que quizá se pudo haber enamorado de él, por no decir otra cosa, me causa repulsión. Pero, pensar en que tal vez sea una hija suya, que anduvo perdida en el mundo, me oprime el pecho. 

De acuerdo, no voy a ser hipócrita y decir que amaba a mi padre. Tan solo lo veía cuatro días a la semana, y en la hora de la cena. No cruzábamos palabra, al menos no por mi parte. El siempre trataba de llegar a mí de cierta forma, pero solo era que… no funcionaba. No lo apreciaba lo suficiente como para escucharlo, o para intercambiar intereses.

Mi madre. Tampoco. Nunca, una conversación a corazón abierto. Ni siquiera cuando falleció John. Probablemente se deba a que ella pasa su día encerrada en su habitación, rodeada de tecnología, o revistas de moda. En realidad creo, que nunca amó verdaderamente a mi padre, solo estaba con él por su dinero. No la juzgo, prácticamente, yo hacía lo mismo…. Ya habría dejado el ‘’nido’’ de no ser así.

Juzgada ~Harry Styles~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora