5: ¿Beso?...no lo creo

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Capítulo 5

Como pase la tarde viendo películas, no aproveche nada del sábado, pero hoy es domingo y un nuevo día nos espera.

Me levante, me duché y tome unos vaqueros negros cortos con una camiseta blanca de manga corta tan larga que me tapaba los vaqueros, sí era de Alex, la dejó la ultima vez que hicimos pijamada. Con todo el grupo, el dijo que me la podía quedar así que la conserve, me puse unas sandalias y mi pelo recogido en una coleta. Baje a desayunar unas crepes con miel y yogurt de durazno, y claro todo lo hice yo, ya que vivía sola porque mi mamá era la  típica señora que por su trabajo pasaba en otros países o ciudades dando conferencias y bla, bla, bla, pero lo que me alegraba era que vendría la próxima semana, no la veo hace mas de un mes la última vez que me llamo estaba muy contenta pero no me dijo el porque. Entonces el teléfono de casa sonó, me levante de me silla y tome el teléfono, contesté

- ¿hola?- dije  curiosa
- oh, hola hija, como estas quería avisarte que no podre ir la próxima semana- mis ojos empezaron a picar    - es que tengo una reunión y una comida con el senado de Francia, y otras reuniones programadas para la próxima semana y la que viene, así que iré cuando sean las próximas vacac...¿Chloe, cariño pasa algo?- ella escucho un sollozo que sin querer se me escapo.

Piensa en algo.

<< solo dile la verdad >> mi conciencia me acuso, creo que por primera vez le haré caso.

- si, pasa algo que siempre tienes tiempo para todo menos para tu hija, quédate allá no importa, adiós- y con eso colgué y sonara muy drástico pero es la segunda vez que me deja plantada por eso no la veo. Hace más de un mes.

Llore por unos cinco minutos y después me calme pero seguía triste.
Entonces al cabo de rato sonó el timbre y con todos los 'ánimos' del mundo abrir la puerta y estaba Dylan, se veía tan bien, su cabello estaba desaliñado apuntando a todas las direcciones posibles, tenia unos vaqueros y una camiseta sin mangas apegada a su trabajado abdomen, se veía muy bien.

- Hola, quería saludarte... ¿te sucede algo?- al no ver respuesta alguna en mi repitió - ¿tienes algún problema?- no respondí yo continúe con la cabeza gacha, no tenía ganas de hablar, vi preocupación en su rostro, me tomo de los hombros y me sacudió colocando algo de fuerza en la sacudida - Dime que te pasa, contéstame lo que te pregunto.

Lo único que pude hacer fue colocar mi cabeza en su pecho, pasar mis brazos alrededor de su cintura y volver a sollozar como una niña pequeña, el me correspondió el abrazo y me hizo pasar a dentro cerrando la puerta, nos sentamos en el sofá y con delicadeza colocó mi cabeza sobre su regazo sobando mi cabello castaño.

- Dime que sucede, me preocupa verte así - le empiezo a contar la historia y cuando termine le propuse ver la películas, si, juntos, pero ese no es el caso, ya que no me podía concentrar con mi cabeza recostada en su pecho y mis brazos al rededor de su cintura con uno de sus brazos sobre mis hombros, si era imposible concentrarse.

Cuando íbamos por la mitad de la segunda película, se fue la luz, mire a Dylan y dormía como un ángel, como es posible que no ronque, ni siquiera babea, este chico es perfecto, lentamente me solté de él y fui a la cocina a comer algo.

No quería cocinar solo quería comer algo que ya este preparado, abro la nevera y saco unas frutillas, voy a la alacena y sacó crema batida, tomó un  tazón de plástico y meto las fresas, giro sobre mis talones y Dylan estaba ahí parado, casi se me para el corazón lo que provocó que mis fresas se dieran en la cara con el suelo, bueno nos que las fresas tengan cara, pero yo me entiendo.

Me llevo una mano al pecho y Dylan desvía su mirada a dicho lugar, lo fulminó con la mirada, el regresa la vista hacia mis ojos.

- ¿quieres matarme?- le reproche y el sonrió ampliamente - bueno, dime a que habías venido porque no me lo dijiste- lo pensó un rato, pero respondió.

Eres Todo lo que QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora