BaekHyun hates Christmas || ChanBaek

Parte única.

Navidad.

Ah, esa época del año en la que la ciudad se cubre en un blanco precioso, donde los copos de nieve caen con lentitud sobre las personas, los edificios, los animales y cualquier objeto que estuviera a su alcance; donde hay sonrisas en los pequeñines; donde hay fiestas y celebraciones previas. Sin duda alguna era esa temporada más esperada por la mayoría de las personas, entre ellos los dulces y adorables niños quienes esperaban fervientemente a que fuese veinticinco por la mañana para poder abrir los regalos que Santa Claus (o Papá Noé) les llevó.

Las calles están llenas de anuncios de los juguetes que están en un gran descuento que llama la atención de los padres de familia; hay personas que caminan rápidamente para aprovechar esas ofertas y hay personas que simplemente no les interesa. Hay villancicos alegres, los hay también tristes o tal vez algo cursis. Hay piñatas, hay dulces, hay sonrisas, hay sollozos, hay momentos en los que se recuerda lo bien o lo mal que nos fue en ese año y que desean tener un mejor próximo año.

Hay café, hay pasteles de chocolate, de vainilla o de tres leches, hay momentos tristes, pero también los hay alegres. Sin duda, el mes de la Navidad es como una cajita llena de sorpresas, porque, así como las personas, nunca sabes que esperar de el; si tendrás una cena con tu familia o si estarás solo, si será la mejor Navidad o si será la peor.

También hay personas, como Park ChanYeol que están muy entusiasmadas de ese mes tan nostálgico y feliz para él, sin embargo, también hay personas como Byun BaekHyun que odian la Navidad muy en el fondo de su alma. 

ChanYeol trabaja en una juguetería y se viste de Santa Claus sin importar que tan pesado sea el traje rojo o que tan cosquilluda sea la barba, él sigue disfrutando el trabajo aun cuando los niños lo empujan sin intención alguna, porque sus sonrisas son lo que más vale para él; mientras que, por otro lado, BaekHyun trabaja en la misma tienda como cajero, puesto del cual está pensando en renunciar porque no soporta ver a los niños correr de un lado a otro gritando cosas como ''¡Le pediré esto a Santa, papá!'' y su padre le pide a su esposa que lleve a niño a otro lado para que pueda comprar el juguete y llevarlo a escondidas al carro, apresurando a BaekHyun para que su pequeña misión fuera un total y completo éxito.

El castaño, con mirada seria y ceño fruncido, no comprende como ChanYeol, el grandulón de orejas grandes -pero adorables- y poseedor de una voz profunda que no iba con su rostro dulce, se lleva tan bien con los niños. Simplemente no comprende cómo le pueden gustar esos pequeños diablillos vestidos de ángeles, o quizá él era demasiado amargado como un grano de café que no podía ver el punto lindo de los niños; inocentes, juguetones y adorables.

Y esa podía ser una buena razón de la cual él no quería estar de acuerdo porque...

— Odio los niños — musita un cansado BaekHyun saliendo de su jornada laboral— y a la Navidad también.

Acomoda su mochila detrás de su espalda y da unos cuantos pasos a la dirección contraria de donde siempre, decidido a ir a dar una vuelta en el centro. Apenas eran las cinco de la tarde, contaba con el tiempo suficiente para dar una muy pequeña vuelta en el centro para darse un poco de tiempo antes de llegar a casa.

Mira a su alrededor tan lleno de luces artificiales de distintos colores, pero de los cuales el rojo, el verde, el blanco y el amarillo brillante son los que más sobresalen de entre ese arcoíris luminoso. Se sienta en una banca, justo enfrente de una tienda de maquillaje, y dirige su mirada al cielo, con la esperanza de ver un bonito azul claro adornado del blanco -casi transparente- de las nubes esponjosa que le acompañan.

Sus ojos se entrecierran al encontrarse con la intensidad de la luz del sol, apartando su vista inmediatamente y maldiciendo por lo bajo. Acomoda su bufanda café que su dulce abuela Byun le regaló la Navidad pasada cuando fue a visitarla, hace fricción entre sus manos que están cubiertas por guantes negros hechos de un suavecito algodón. Nota como el humo blanco del frío sale de las bocas de las personas que pasan frente a él se dispersa entre el aire.